Andalucía

El ex jefe de Homicidios declara que la vivienda del “Pollino” era “un búnker” de venta de drogas

Las operadoras de telefonía sitúan un número de móvil ligado al acusado principal en el entorno de Cerro Blanco el día de los crímenes

Ricardo G.H., conocido como el Pollino», confesó los hechos inicialmente cuando fue detenido en octubre de 2017
Ricardo G.H., conocido como el Pollino», confesó los hechos inicialmente cuando fue detenido en octubre de 2017larazon

En el marco del juicio con jurado que celebra la Audiencia de Sevilla por los asesinatos del ciudadano turco Yilmaz Giraz, su pareja Sandra Capitán y la hija de esta última; el que fuera jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional durante la investigación del caso ha testificado que la vivienda propiedad del acusado Ricardo G.H., alias el ‘Pollino’, donde fueron hallados los cadáveres de las víctimas sepultados en un pozo, era “un búnker de venta de drogas”, agregando que las operadoras de telefonía móvil sitúan un número asociado a este hombre en el entorno de dicha casa el día de los hechos.

La sesión de este martes ha contado con la comparecencia como testigo del inspector jefe de la Policía Nacional que, como jefe del Grupo de Homicidios de la Comisaría de Sevilla, dirigió la investigación del conocido como triple crimen de Dos Hermanas, por el cual están acusados Ricardo G.H. alias el ‘Pollino’, su padre Ricardo G.G. alias ‘el Cabo’; la esposa de este último, Joaquina H.J., la mujer del ‘Pollino’, Elisa F.M.; Manuela M.O. como supuesta intermediaria; David Ramón H.P., conocido como ‘el Tapita’; y su amigo José Antonio M.B., alias ‘Quino’.

La Fiscalía considera que “todos ellos participaron en menor o mayor grado en el secuestro y asesinato” a tiros del turco Yilmaz Giraz, su pareja Sandra y la hija de esta última, cuyos cadáveres fueron descubiertos dentro de una fosa del baño de la vivienda del número 168 de la calle Cerro Blanco de Dos Hermanas, propiedad del ‘Pollino’, unos hechos perpetrados el 16 de septiembre de 2017.

Este funcionario, posteriormente ascendido en el Cuerpo Nacional de Policía y ahora con otras responsabilidades en el mismo, ha narrado que tras ser formalizada a las 13 horas del 18 de septiembre de 2017 la denuncia relativa a la desaparición de estas personas, el Grupo de Homicidios emprendió al momento una investigación al apreciar que se trataba de un asunto "de alto riesgo".

A tal efecto, ha rememorado que el 20 de septiembre fue formalizada una nueva denuncia por parte de un familiar de Yilmaz Giraz llegado desde Turquía y que avisaba de que la hija del citado ciudadano turco había recibido una llamada telefónica en la que una persona, en idioma turco pero "mal hablado", comunicaba que "habían matado" a Yilmaz Giraz.

“AJUSTE DE CUENTAS CON TRASFONDO DE DROGAS”

En ese sentido, el exjefe del Grupo de Homicidios ha manifestado que desde el principio, los investigadores sospechaban de "un ajuste de cuentas con un trasfondo de tráfico de drogas" y el intento de "cobrar una deuda", toda vez que diferentes testimonios prestados durante la vista oral han aludido a que el 'Pollino' reclamaba 20.000 euros a Yilmaz Giraz.

Es más, según este inspector jefe, a la Policía Nacional le constaba una "identidad previa" de Yilmaz Giraz y que el mismo había "figurado en una investigación" relacionada con el tráfico de heroína y la "mafia turca", mientras en el caso del 'Pollino', formaba parte de lo que "en el mundo delincuencial de Dos Hermanas se conocía como el clan de los Cabo", tratándose de "un traficante de heroína" según las pesquisas del Grupo de Estupefacientes de la comisaría de la ciudad nazarena.

Al detalle, ha precisado que fruto de la información recabada de las operadoras de telefonía móvil, los agentes averiguaron que entre junio y julio de 2017, hubo hasta 125 llamadas telefónicas entre números de teléfono asociados a Yilmaz Giraz y el 'Pollino', pero ninguna en agosto y septiembre.

El exjefe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional ha detallado además cómo los investigadores fueron desentrañando los aspectos de la trama, a raíz de "un ciudadano que comunicó que tenía una información directa de alguien que habían contratado para una conversación con un turco", mencionado al testigo protegido que trasladó a otro testigo protegido a su vez amigo de Yilmaz Giraz que quien resultaría ser David el 'Tapita' manifestaba que le habían ofrecido dinero por secuestrar a un hombre.

LA VERSIÓN DEL “TAPITA”

David el 'Tapita', recordémoslo, defiende que el 'Pollino' le contrató para "reducir" a un hombre, extremo que según su versión consumó junto a su amigo 'Quino' en el número 168 de la calle Cerro Blanco tras advertir de que en el cuarto de baño de la vivienda había una fosa, abandonando supuestamente ambos la escena al descubrir que el asunto incluía una niña pequeña y una mujer.

En ese sentido, el exjefe del Grupo de Homicidios ha rememorado que estas personas aludían a "un zulo" en la vivienda en cuestión, dándose la circunstancia de que una investigación policial acometida en 2013 por el Grupo de Estupefacientes había revelado que en dicho inmueble del 168 de la calle Cerro Blanco "había un pozo". Según ha declarado, dicha vivienda era "un búnker de venta de drogas", si bien el presidente del tribunal le ha avisado de que como testigo, no le correspondía manifestar conclusiones de tal naturaleza.

Una vez detenidos el 'Pollino' y varios de sus familiares, según ha relatado, dicha vivienda fue registrada tras más de una hora y media para acceder a la misma dado el "tremendo grosor" de la puerta.

Y ya localizado dicho pozo, cubierto por seis losas que contrastaban con el resto del suelo del baño y cegado con "cemento prensado con mucha ferralla", una excavación en profundidad de la fosa que requirió los esfuerzos del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas de la Policía, de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de los bomberos de Dos Hermanas, con maquinaria como martillos neumáticos eléctricos y una grúa portátil, propició el hallazgo de los cadáveres junto con una botella que contenía varias vainas de proyectiles del calibre 39 y muestras genéticas atribuidas a David el 'Tapita'.

Al respecto, el exjefe del Grupo de Homicidios ha admitido que aunque en un primer momento negó su relación con el asunto, la posterior "colaboración" del 'Tapita' "aceleró muchísimo" el avance de la investigación, negando que mediase cualquier tipo de "trato" para que este acusado colaborase.

Igualmente, ha pormenorizado los detalles de la información recabada de las operadoras de telefonía móvil, respecto al posicionamiento detectado con relación a los teléfonos móviles de los acusados y las víctimas aquel 16 de septiembre de 2017, manifestando que a partir de las 13,30 horas, “coincidían” en el entorno correspondiente a la calle Cerro Blanco el teléfono de Sandra Capitán y un número asociado al ‘Pollino’, quien en su comparecencia durante el juicio ha declarado que aquel día no estuvo en la vivienda en cuestión y que tenía la misma alquilada al ‘Tapita’.