Covid-19

Toque de queda en toda Andalucía y reuniones de seis personas máximo

El nuevo estado de alarma delega en el presidente de la Junta la posibilidad de limitar las entradas y salidas a la comunidad. Granada inicia hoy su cierre perimetral

El presidente andaluz, la semana pasada en el Parlamento, donde se celebró el Debate sobre el Estado de la Comunidad
El presidente andaluz, la semana pasada en el Parlamento, donde se celebró el Debate sobre el Estado de la ComunidadJulio MuñozAgencia EFE

En las dos próximas semanas, Andalucía, como toda España, tendrá un toque de queda nocturno: no se podrá salir a la calle salvo causa justificada entre las once de la noche y las seis de la mañana. La declaración del estado de alarma publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por el Gobierno, con entrada en vigor inmediata, impone esa obligación durante quince días. Esta vez el Ejecutivo descarga en las comunidades el resto de decisiones que afecten a su territorio, a nivel regional o por municipios, y le permite adelantar o retrasar una hora el toque de queda. En el caso de Andalucía, será el presidente, Juanma Moreno, quien decida como autoridad delegada cualquier cambio en ese ámbito. Tras conocerse el decreto, Moreno se limitó a publicar un mensaje en su cuenta oficial de Twitter señalando que «Andalucía ejercerá siempre sus competencias sin rehusar la toma de decisiones», sin aclarar si habrá restricciones adicionales como prohibir las entradas y salidas en la comunidad, que podrían afectar a la frontera con Portugal. El mensaje del presidente añade que, en cualquier caso, «primaremos la garantía de la salud pública intentando poner en el menor riesgo posible la actividad económica» y concluye con una frase de ánimo a la población: «Juntos volveremos a superar este duro golpe de la pandemia».

Andalucía no figura entre las regiones que solicitaron el estado de alarma oficialmente, según la nota distribuida por el Gobierno, pero la Junta sí había pedido amparo, al menos verbalmente, durante la pasada semana para disponer de un marco jurídico que sustentara sus decisiones en territorios como Granada y su cinturón metropolitano. El viernes se publicó en el BOJA el confinamiento parcial de esos 32 municipios, que debía autorizar el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) antes de que se proclamara el estado de alarma, y el sábado se prorrogó la suspensión de las clases presenciales en la Universidad de Granada por otras dos semanas.

La «extrema gravedad» de la pandemia ha precipitado la adopción de medidas encaminadas a reducir la expansión del coronavirus. El Gobierno justifica el confinamiento nocturno porque «esa franja horaria se han producido muchos de los contagios en estas últimas semanas». El decreto contempla en su artículo 6 «la posibilidad de limitar la entrada y salida de los territorios de las comunidades autónomas, así como de ámbitos territoriales de carácter geográficamente inferior» para minimizar la movilidad del virus. En esa línea, da da potestad también a la Junta para limitar «la permanencia de grupos de personas en espacios públicos y privados», con el fin de evitar la «movilidad social». Esto será así hasta el 9 de noviembre y queda a expensas de que el Congreso respalde la prórroga de seis meses, hasta mayo, que pretende el presidente, Pedro Sánchez.

La acción del Ejecutivo permite también a las autonomías «imponer la realización de prestaciones personales obligatorias en el ámbito de sus sistemas sanitarios y sociosanitarios» si la situación de emergencia sanitaria lo requiere, lo que podría entenderse por el temor a que los sistemas sanitario colapsen.