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Rota recela del posible traslado de la base naval que se apunta desde Marruecos

Un total de 180 trabajadores directos y casi 300 indirectos se encuentran a la espera de conocer su futuro tras hacerse con los servicios de mantenimiento una empresa norteamericana

La base naval de Rota, vital para la economía de la zona, arranca una nueva etapa con la salida de Trump
La base naval de Rota, vital para la economía de la zona, arranca una nueva etapa con la salida de TrumpEfe

Dos terceras partes de la economía del municipio gaditano de Rota dependen de la base militar norteamericana afincada en la provincia desde 1953. Por esta razón, la localidad vive pendiente de este enclave militar. Las últimas informaciones publicadas por varios medios marroquíes, entre los que se encuentra el semanario Al Ayyam, apuntan a que Marruecos y EE UU han mantenido conversaciones que podrían derivar en el traslado de la base naval a Tan Tan, una ciudad situada al sur del país vecino en la zona del Sáhara Occidental y donde se practican maniobras militares conjuntas entre ambos países. La incertidumbre es mayor debido a la decisión tomada por la Administración de Trump de acabar con el contrato de la empresa de mantenimiento Newimar, que contaba con un presupuesto de 15 millones de euros anuales.

Juan Alberto Izquierdo, presidente de la Asociación de Empresarios, Comerciantes e Industriales de Rota (Aeciro), afirma que en un primer momento recibieron la noticia sobre el traslado de la base con sorpresa, pero que «fuentes internas de la base y el Gobierno de España han explicado que no se prevé ningún cambio». Además, Izquierdo insiste en las «grandes inversiones» que se han realizado en las instalaciones militares en los últimos años y afirma que se respira «tranquilidad» en el municipio.

La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, aseguró el pasado 4 de enero que la base estadounidense en Rota «no corre ningún peligro» y que «no hay ninguna razón para temer» por su futuro. Así, subrayó que «las relaciones entre EE UU y España en lo relativo a Rota y Morón son estrechísimas y con una gran sintonía». En este sentido, el alcalde del municipio, Javier Ruiz Arana, no le da «credibilidad» a los medios marroquíes y apunta a que «parece algo más propio de la presión que pudiera querer hacer Marruecos de su política internacional aprovechando que España y EE UU tienen que negociar un nuevo convenio próximamente». Según confirma el regidor, tanto la información «de las autoridades militares como la del Gobierno» apuntan con seguridad a que «la base no va a sufrir ningún traslado».

El PP ha pedido al Gobierno central que aclare «las gestiones diplomáticas» que está realizando para garantizar la permanencia de las tropas estadounidenses en Rota y pide que el Ejecutivo confirme por escrito si tiene «conocimiento de que las intenciones de EE UU sean las de trasladar a sus efectivos desplegados en Rota a Marruecos». Al respecto, se han interesado por saber si desde EE UU alguien se ha puesto en contacto con el Gobierno para «plantear una revisión del Convenio sobre Cooperación para la Defensa» en el cual se ratifica la cesión de las bases de Torrejón, Morón, Rota y Zaragoza a dicho país y, si ha sido así, «en qué dirección» iría la propuesta.

No obstante, la decisión de conceder el contrato de mantenimiento a una empresa norteamericana –J&J Worldwide Services– y acabar las relaciones con la entidad española –Newimar– sí ha despertado el descontento y la incertidumbre de los trabajadores y empresarios del sector en la provincia. La empresa Newimar, que cuenta con cerca de 180 empleados y que lleva prestando estos servicios desde hace más de 30 años, presentó sus alegaciones cuando fue rechazada del concurso competitivo que se suele celebrar cada cinco años y que, en 2020, por primera vez, la Administración de Trump ha alargado hasta los ocho años. Es decir, la empresa norteamericana que se ha hecho finalmente con el contrato de mantenimiento lo hará hasta 2029 y con un presupuesto mayor, de 16 millones de euros anuales aproximadamente. Esta alegación también fue rechazada y la empresa recurrió a la Corte Federal.

La nueva empresa estadounidense será la encargada del mantenimiento de las instalaciones militares. En este contexto, «los trabajadores están a la espera de saber si se van a mantener todos los contratos y en qué condiciones», insiste Izquierdo. Por su parte, UGT explica que la empresa «va a mantener todos los contratos y con los mismos derechos y deberes», por lo que «se respira tranquilidad» entre los empleados y, aunque hubo preocupación «por un posible ERTE», hasta el momento no ha llegado «ninguna información al respecto», aseguran desde el sindicato. La entidad debe subrogar los contratos de los trabajadores, pero, además, preocupa el futuro del sector auxiliar vinculado a Newimar, con numerosas empresas y empleados –más de 250– afincados en Rota que se quedarían desprotegidos. «Parece que se va a subcontratar el grueso de los trabajos auxiliares a una empresa de Murcia, pero la base está en Rota», advierte el alcalde para explicar que, «aunque a nadie le gusta tener una base militar cerca», la contraprestación es que «en materia de empleo y economía» beneficia en gran medida al conjunto del municipio. «Si no hay este tipo de contraprestación, saldríamos perdiendo», concluye el regidor. Ruiz trasladó esta situación «al Gobierno, a la Secretaría de Estado de Defensa y al Comité Permanente» ante la preocupación de una posible «deslocalización» de las subcontratas y para defender a todas las empresas del municipio.

La base de Rota es un espacio de uso conjunto entre EE UU y España y un foco económico con un impacto directo e indirecto cifrado en 600 millones de euros. La población estadounidense en la zona se sitúa unas seis mil personas y hay unos diez mil puestos directos entre españoles y norteamericanos.