En guardia
El Gobierno andaluz, como respuesta a los continuos movimientos en el tablero nacional con pactos hechos y deshechos por momentos, mociones de censura que son y dejan de ser y adelantos electorales varios, llama a la tranquilidad frente al alboroto político. «Cuanto antes pasemos página al episodio turbulento que hemos tenido en los últimos días será mejor para todos» porque «los andaluces, igual que los españoles, lo que buscan son certezas», en «la peor crisis económica, social y sanitaria de nuestra historia», defendió el presidente de la Junta, Juanma Moreno, desde Palos de la Frontera, en Huelva. Llamada a la calma. No obstante, aseveró que «es cierto» que ha habido un «runrún» que «ha llegado a algunos de los oídos de responsables del Gobierno andaluz de algunos movimientos en algunos de los partidos que están en la oposición» en relación a una posible moción.
Moreno defendió que es «lícito» y que «cualquier formación tiene derecho a intentar construir una alternativa», pero advirtió de que «no es oportuno», para añadir que, «como ha quedado de manifiesto, en Andalucía no existe ninguna posibilidad ahora mismo» de dar un vuelco a la situación política actual, en la que existe un Ejecutivo autonómico de coalición integrado por PP y Cs, respaldado desde fuera por Vox. Juanma Moreno y García Egea, quien abrió literalmente «las puertas» del PP a Cs, clausura hoy el congreso que reelige presidente de los populares cordobeses a Adolfo Molina.
El coordinador de Cs en Andalucía, Juan Marín, señaló que pedirá «de forma inmediata una reunión de la Ejecutiva nacional» de su partido «para evaluar esta nueva situación». Quien salió en defensa de la dirección nacional fue la consejera de Igualdad Rocío Ruiz, a la que se coloca como alternativa a Marín: «Nadie dijo que el camino correcto fuera el más fácil. Cs es incompatible con cualquier tipo de corrupción y eso lo tienen claro Inés Arrimadas y Edmundo Bal». La presidenta del Parlamento Marta Bosquet llamó a la «tranquilidad» porque el Gobierno PP-Cs «funciona muy bien» y Marín atiende al «interés» de andaluces más allá de las tensiones entre los partidos. El portavoz de Cs en el Parlamento Fran Carrillo –el diputado que arrancó el Pleno del jueves asegurando a sus compañeros: «Estoy hasta los cojones de todos nosotros»– trasladó «al PSOE de los ERE» que «no abriremos esa puerta» a una moción de censura en Andalucía. «Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?», señaló Carrillo citando a Cicerón ante el Senado para dar cuenta de las conjuras.
Se señaló a los socialistas en esas supuestas maniobras, si bien, la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, quien el pasado jueves ya aseguró que ni presentarían una moción ni iban a pedir un adelanto electoral, insistió desde Málaga en que «todos los socialistas andaluces» están «en la pandemia» y negó que hayan «llamado a nadie, ni a ningún partido ni a ningún diputado de ninguna fuerza política, para ni mociones de censura ni ninguna otra historia». Los movimientos de Díaz, hasta ahora, van en la línea de acercarse al sector crítico a Marín en Cs, de cara a posibles futuras alianzas.
Los críticos socialistas, agrupados en Hacer Más PSOE, por su parte, señalaron que «el Gobierno de la Junta está sostenido por dos partidos donde uno de ellos acusa al otro de compra de diputados. Situación insostenible que va camino de un adelanto electoral. El PSOE-A debe abrir inmediatamente un proceso de primarias para elegir a nuestro candidato».
De otro lado, los líderes de Unidas Podemos por Andalucía, Toni Valero y Martina Velarde, se mostraron dispuestos a apoyar una hipotética moción de censura en la comunidad, en el caso de que el PSOE y Cs llegaran a un acuerdo en ese sentido, aunque precisaron que esa «oportunidad» no está encima de la mesa en estos momentos, con lo que es «política ficción». Tras dejar claro que no es por ahora una opción real, Valero planteó que, «si pasa el tren que permite dar un giro de timón» al actual Gobierno andaluz de las «tres derechas y desbancarlas», su formación «jugaríamos ese papel».
En la misma línea, la líder de Anticapitalistas y parlamentaria andaluza no adscrita, Teresa Rodríguez, se abrió a respaldar una posible moción que sirviera para sacar «las garras de Vox del futuro de nuestras hijas», porque «más vale susto que muerte». Rodríguez aclaró también que en su día proclamó que «con Susana Díaz, ni muerta» y mantuvo que «jamás gobernaríamos con el PSOE de los ERE y la austeridad. No queremos ni medio sillón en ese gobierno».
Al margen del nuevo ruido, Moreno proclamó que sólo se puede «construir un futuro», desde «la calma, la certeza y la estabilidad». «Eso es exactamente lo que queremos para los andaluces», encadenó, por lo que se esfuerzan «todos los días, desde las diferencias, como no puede ser de otra manera», garantizó, en presencia de Marín, para encontrar puntos «comunes» con la vista puesta en «ese gran objetivo de mejorar en términos de calidad y de bienestar Andalucía». Para que una moción prospere, además de toda la izquierda, se precisan al menos cinco diputados más.