"Caso Poniente"

Testigos protegidos refieren “sobres con dinero” en el despacho de Enciso y obras a particulares

El inspector de la Policía Nacional adscrito a la Fiscalía Anticorrupción que elaboró informes en el marco de las diligencias de investigación apuntó a un “patrón delictivo”

Imagen que presenta la sala del palacio de congresos y exposiciones de Aguadulce, en Roquetas de Mar (Almería), habilitada para la vista oral del caso 'Poniente'
Imagen que presenta la sala del palacio de congresos y exposiciones de Aguadulce, en Roquetas de Mar (Almería), habilitada para la vista oral del caso 'Poniente'Carlos BarbaAgencia EFE

Uno de los testigos protegidos de la macrocausa de ‘Poniente’ que enjuicia una presunta trama de corrupción política y empresarial entre 2002 y 2009 en El Ejido (Almería) ha relatado en sala cómo, sin precisar fecha, acudió junto a uno de los dueños del Grupo Lirola al Ayuntamiento “con un sobre con 180.000 euros” y que, una vez estaban allí, José Carlos Lirola “salió del despacho del ex alcalde para coger el dinero y volvió a entrar”.

“Desconozco quién había dentro”, ha precisado a preguntas de la acusación popular de IULV-CA si bien con anterioridad, en el interrogatorio de la Fiscalía Anticorrupción, ha indicado que cuando Lirola y él salieron del ayuntamiento “ya no tenían” el sobre con el dinero y que no sabe “qué se hizo con aquello”.

El testigo, quien ostentó la responsabilidad de director financiero del grupo y ha declarado con la voz distorsionada, se ha remitido de manera continúa a lo largo de su testifical, algo esquiva, a lo que declaró a la Policía Judicial y a la jueza instructora hace más de una década, pero sí ha confirmado al tribunal que “ese sobre existió”, que él se lo entregó “a José Carlos Lirola” y que “cuando salimos, ya no lo tenía”.

Ha reiterado en no pocas ocasiones ratificarse “en cada uno de los puntos, absolutamente” de ambas declaraciones aunque sí ha dejado algunas pinceladas que aportó a la policía y al juzgado cómo que existió “facturación sin contrato alguno” a la Empresa Mixta de Servicios Municipales (Elsur) o que “aparecieron contratos” con esta sociedad para “trabajos de jardinería aunque yo nunca vi personal contratado para ello”.

Con respecto a las supuestas “comisiones ilegales” abonadas supuestamente por el Grupo Lirola al ex interventor municipal José Alemán con facturas por un presunto asesoramiento, ha asegurado que él “solo veía las facturas” que la Abogacía del Estado ha cuantificado en 65.000 euros al mes desde 2006 en adelante y que cuando preguntaba a José Carlos Lirola por ellas este le decía: ‘tú calla y no preguntes’.

“Que a mi me constara, no”, ha contestado sobre si esos servicios de asesoramiento eran o no reales y efectivos para después apuntillar que, a preguntas de la acusación particular de PP y Ayuntamiento que “nunca pasó información” a Alemán para ese supuesto asesoramiento que los dos acusados implicados han señalado al tribunal fue por la operación de compra, puesta en valor y venta de la planta de Ejido Medioambiente en la que, según ha remarcado, “no tenía beneficios ni era viable”.

También ha trasladado que el pago de las facturas de Sistemas de Dirección S.L. “coincidían” con los “endosos” que Elsur hacía al Grupo Lirola tras “negociarlos con el banco” y que había en las empresas “un exceso de dinero negro” que en su día cuantificó en unos “600.000 euros anuales”.

Con respecto al canon por la prestación del servicio de gestión de los residuos urbanos que los hermanos Lirola cobraban del Ayuntamiento de El Ejido, cuyo “sobrecostes” cifró en instrucción en “un millón de euros anual”, ha dicho que esos “sobrecostes” no se hubieran dado si “el proyecto se hubiera llevado a cabo cómo se diseñó”.

“La empresa decidió tener menos medios de los que decía y menos personal aunque no entra en mi juicio decir si eso es correcto o no”, ha ahondado al tiempo que ha admitido, no explicita mente, la realización de facturas “ad hoc” para que “las cuentas cuadrasen”.

Con anterioridad, ha comparecido ante la sala otro de los testigos protegidos, quien ha dicho rotundo haber participado o tener constancia de “la realización de trabajos particulares” que no eran abonados por estos sino que se “facturaban a Elsur”.

Operario de la empresa mixta de la que era socio privado el Grupo Abengoa, ha detallado que le constan obras en el “cortijo en Bayarcal” del ex alcalde Juan Enciso, un viaje a Sevilla con un camión del Elsur para transportar mármol para el empresario y directivo de la empresa José Amate, u obras de albañilería en una casa de este al tiempo que ha referido directamente obras en una vivienda del ex gerente de Elsur, Manuel Caballos o la reforma en la sede del PAL, partido que fundó Enciso cuando abandonó las filas del PP en 2005.

Ha señalado que el “parte de trabajo se lo daba hecho el capataz”, que ponían que eran “para un colegio o una vía pública y que, si bien a ellos no les daba órdenes directamente, “sí nos decían es una orden de Amate”.

El testigo protegido, quien trabajó en Elsur hasta su reciente disolución, ha dicho que los trabajadores de las subcontratas que Anticorrupción apunta sirvieron para detraer de las arcas públicas de El Ejido casi 71,5 millones de euros, “tenían las mismas funciones, la misma ropa y la misma sede” que los trabajadores de Elsur. “En el día a día era como si fueran mis compañeros, recibíamos las órdenes en la misma oficina”, ha precisado para concluir que “un día me negué a hacer uno de esos trabajos, y a partir de ahí, ni uno más”.

Durante la primera sesión de la prueba testifical también ha comparecido el inspector de la Policía Nacional adscrito a la Fiscalía Anticorrupción que elaboró informes en el marco de las diligencias de investigación incoadas en 2007 y que explotaron en 2009, así como un par en la fase primera de la instrucción.

El autor de los grupos en los que se subdivide la trama ha indicado que, al analizar la documentación que puso en su conocimiento el Ministerio Público, apreció “datos muy llamativos” y una “operativa” que apuntaban a “un patrón” que, según ha remarcado, “me llamó mucho la atención”.

El funcionario ha detallado que observó una “gran cantidad de empresas instrumentales” del José Amate “con familiares directos”, que se producía un “fraccionamiento en cantidades muy similares”, o que las empresas operaban “solo con Elsur” como subcontratas, lo que “nos hizo pensar que habían sido constituidas solo para justificar movimientos de dinero”. “Había una estructura clara para justificar el movimiento de dinero de un lado, el ayuntamiento, a otro”.

Ha concluido que esa “operativa sospechosa encajaba en un patrón” que “ya había visto antes” y que lo que le hizo “ver visos delictivos”, fue el “fraccionamiento” y la “aparición de repente en la investigación de una sociedad de marisco que claramente facturaba falsamente para aligerar la carga fiscal de las otras”

A Alemán le ha dado un papel “secundario” porque su empresa “se llevó la menor porción de dinero de todas las que fueron agraciadas por Elsur” aunque ha remarcado que la investigación reveló que “todas las empresas que conseguían dinero del Ayuntamiento de El Ejido a través de Elsur tenían relación con la sociedad de Alemán”, Sistemas de Dirección S.L.