Política

El «error de cálculo» ¿feminista? de Susana Díaz

Su pregunta sobre si su condición de mujer puede influir en que quieran apartarla zarandea las primarias del PSOE-A. Le reprochan que «haya frivolizado con un tema así», pero su círculo insiste

La senadora Susana Díaz
La senadora Susana DíazEduardo Briones / Europa PressEuropa Press

Como si fuera plomo fundido chorrea hoy la indignación en algunos sectores del PSOE andaluz por lo que fuentes socialistas señalan como «un error de cálculo» de Susana Díaz en su campaña de las primarias para elegir candidato a la Presidencia de la Junta. Se preguntó en un acto si por ser mujer se le está dificultando «seguir» con sus aspiraciones políticas, pese a que no ha perdido elecciones como otros compañeros, y ha provocado una catarata de reacciones.

Díaz no mencionó a nadie ni dijo que el PSOE fuera un partido machista, pero hay quien lo ha interpretado así, cuando «su propio currículum», que incluye que «fue la primera presidenta de la Junta de la historia» y una hilera de cargos orgánicos e institucionales ostentados desde 1997, cuando fue designada secretaria de Organización de Juventudes Socialistas de Andalucía, a la actualidad, «demuestra que es lo contrario». Fuentes del partido reprochan a Díaz que haya «frivolizado con un tema así», cuando «la igualdad es una de las banderas del PSOE».

En ese contexto, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien ha visitado Sevilla, ha querido dejar claro que en su formación «nadie juzga o prejuzga por razón de género» y que la líder de los socialistas andaluces no recibió un «trato discriminatorio» dentro de la formación cuando era presidenta del Gobierno autonómico, a lo que fuentes del entorno de Díaz responden que «entonces nadie la cuestionaba».

Otro de los candidatos en el proceso interno de elección que atraviesa el partido, Luis Ángel Hierro, no ha dudado en calificar de «inconsistente» la «queja» de su rival, al ser el PSOE el partido en el que el feminismo es «más efervescente».

El tercer contrincante y alcalde de Sevilla, Juan Espadas, no ha aludido directamente a las palabras pronunciadas por Díaz, pero sí ha replicado a Iván Espinosa de los Monteros (Vox), quien a través de la red social Twitter ha aseverado que «en el PSOE, como buenos progres, son muy machistas». El regidor le ha lanzado: «Vox representa todo lo que combatimos. En el PSOE somos personas de izquierdas y feministas, y unidos, todos y todas, conseguiremos que la extrema derecha deje de condicionar las políticas de la Junta de Andalucía». Y a continuación ha pedido al dirigente del partido que encabeza Santiago Abascal que no «se entrometa» en su proceso de primarias.

«Era obvio que con sus afirmaciones estaban dando munición a la derecha», recalcan desde los afines a Espadas. Otras fuentes afilan sus críticas y recuerdan que «en los círculos de poder, Díaz siempre ha colocado a hombres y de más edad que ella. No dejaba entrar a otras mujeres, porque nunca le ha gustado la competencia femenina», deslizan.

Más allá de las filas socialistas, la ahora parlamentaria regional no adscrita y líder de Anticapitalistas en la región, Teresa Rodríguez, ha mantenido que si se estuviera dando una situación clara de discriminación hacia la máxima dirigente del PSOE-A por el hecho de ser mujer, sería «la primera» en solidarizarse con ella, pero ha engarzado que tiene la «impresión de que este no es el caso», según ha recogido Ep.

Del lado de Díaz, el portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento andaluz, José Fiscal,ha vuelto al origen y ha tachado de «razonable» que Díaz «se pregunte si no tendrá que ver algo su condición de mujer en esa intención de algunos» de «negarle su derecho a volver a presentarse a la Junta representando al PSOE». Es más, lo ha afirmado.

Históricos de la federación más nutrida del PSOE creen que «polémicas como ésta no ayudan a que el partido pueda remontar la situación electoral en la que se encuentra» ni suma de cara «al combate importante»: las próximas elecciones autonómicas, en las que las urnas decidirán si recuperan o no el poder en el que fue uno de sus bastiones.