Tráfico de drogas

Cae una banda de narcos que simulaban ir al mar a pescar o bucear para recoger alijos de hachís

En alta mar se encontraban con sus proveedores marroquíes y después descargaban la droga en algún puerto deportivo

Parte de la droga intervenida durante la operación, coordinada por la Guardia Civil y la Agencia Tributaria
Parte de la droga intervenida durante la operación, coordinada por la Guardia Civil y la Agencia TributariaGUARDIA CIVIL Y AGENCIA TRIBUTARIAGUARDIA CIVIL Y AGENCIA TRIBUTAR

La Guardia Civil y la Agencia Tributaria han detenido a quince personas e incautado 1.500 kilos de hachís en una operación en la que han desmantelado una red que simulaba ir al mar a pescar o bucear para recoger alijos de hachís que luego introducían en la desembocadura del río Guadalquivir.

En la denominada Operación Estudiantino, los agentes han intervenido también dos embarcaciones, un vehículo de alta gama, una plantación de marihuana, 45 gramos de cocaína, más de 1,5 kilos de cogollos de marihuana envasados al vacío y listos para su venta, una escopeta de caza con el número de serie borrado, 10.000 euros en efectivo, balanzas de precisión y abundante documentación y terminales móviles para su estudio.

La investigación empezó cuando los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil de Cádiz, y del Departamento de Vigilancia Aduanera identificaron un grupo de personas con antecedentes por narcotráfico que habían botado una embarcación recreativa con la que parecían estar preparados para introducir un alijo por vía marítima.

Los agentes comenzaron a investigar y descubrieron que formaban parte de un grupo de narcotraficantes afincado en la desembocadura del río Guadalquivir. La banda tenía un gran conocimiento de los puertos deportivos de la provincia, que usaba para llevar a cabo el tráfico de drogas simulando que salían al mar a realizar actividades recreativas de pesca y buceo.

Una vez en alta mar, se encontraban con los proveedores marroquíes, cargaban la mercancía, y regresaban a puerto. Allí, previamente, habían establecido sus propios dispositivos de vigilancia para saber en que momento podían hacer la descarga.

Tras numerosos servicios y vigilancias, los investigadores fueron localizando a cada uno de los miembros y descubriendo el rol que desempeñaba cada uno.

Durante el pasado noviembre, los investigadores comprobaron que la red preparaba introducir un alijo. Fueron abordados a su vuelta por el Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil de Cádiz cuando navegaban frente a las costas de Conil de la Frontera con 1.060 kilos de hachís. En ese momento fueron detenidos los cuatro tripulantes, un español y tres marroquíes.

Tras un tiempo en el que realizaron actividades encaminadas a recuperarse de la pérdida del cargamento, los miembros de la red volvieron a conseguir recursos para intentar trasladar otro cargamento en mayo. Los agentes establecieron un dispositivo por mar, aire y tierra y comprobaron que los sospechosos, tras salir de Puerto Sherry con una semirrígida simulando una actividad de buceo, pusieron rumbo sur, realizaban un trasvase de droga desde una lancha de gran potencia para después dirigirse hacia la costa de Sanlúcar, donde fueron nuevamente abordados por una patrullera de la Guardia Civil. Los agentes incautaron los 510 kilos que trasportaban y detuvieron a los tres tripulantes, un español y dos marroquíes.

Tras todas estas operaciones, los investigadores completaron el organigrama de la banda y solicitaron al titular del Juzgado de Instrucción número 5 de El Puerto de Santa María y a la Fiscalía Antidroga mandamientos de entrada y registro para cuatro domicilios. Fueron detenidas ocho personas en la localidad de Sanlúcar de Barrameda y se intervinieron el resto de las drogas y efectos.