"Caso ERE"
La Audiencia de Sevilla decide si Griñán entra en prisión a partir de septiembre
El doble voto particular en el Supremo en contra del fallo es el principal argumento para tratar de suspender la condena de cárcel contra el ex presidente andaluz y otros ocho ex altos cargos
Griñán tiró de un verso de Gabriel Celaya, «Cuando ya nada se espera», para titular su memoria sentimental de la Transición como respuesta al arrebato de su hijo Manolo en una carta en las redes en la que recriminaba a la política lo que entendía como un maltrato a su padre. «No creo en mi inocencia, sé de mi inocencia», señalaba el ex presidente andaluz, que se autoconvencía del éxito del recurso ante el Supremo y en cuya situación contraria –ya confirmada– añadía: «Mi vida habría terminado». El sentido del honor de Griñán es probable que pese tanto como el temor a la cárcel con 76 años y varios nietos cuando además aceptó suceder a Chaves a regañadientes después de años señalando que ya su único anhelo era disfrutar de los pequeños como no pudo hacer con sus propios hijos, precisamente, por las obligaciones políticas. Aunque Griñán señaló que con la ratificación de la condena procedería a «acatar la sentencia» y que su vida «habría terminado», su abogado confirmó que recurrirán y tampoco rechazó la vía del indulto, fórmula para la que ha habido un reguero de reacciones desde el presidente del Gobierno, que plantea estudiarla, al PP, que la rechaza de pleno. La cuestión sobre la mesa es si Griñán y los ocho condenados a ello irán a la cárcel.
El recurso de amparo ante el Constitucional puede paralizar el ingreso en prisión mientras se estudia si se admite, lo que puede dar unos seis meses de libertad a los implicados. Hasta septiembre no estará la sentencia con los votos particulares de dos miembros del Supremo que están en contra del delito de malversación que ha implicado cárcel, por los tres que sí lo ratifican. Después debe volver la sentencia a la Audiencia de Sevilla, que se encargará de la fase de ejecución de la pena. Entonces, puede abrirse un período voluntario, que suelen ser 10 días, para el ingreso voluntario en prisión. Las defensas pueden alegar el recurso de amparo para pedir la suspensión de la pena. El Constitucional establece que puede pararse el ingreso en prisión en penas de menos de cinco años. La condena de Griñán es de seis. De admitirse el recurso, que pocas veces se acepta, se puede disponer de la suspensión total o parcial si no afecta a los derechos fundamentales de otra persona.
Hay precedentes a favor y en contra de Griñán. En 2018, Rodrigo Rato tuvo que entrar en prisión con una pena de cuatro años y medio por las «tarjetas black». La pena de Griñán sí supera los cinco años. El doble voto particular en el caso de la sentencia de los ERE es la gran baza para tratar de suspender la condena y de cara a la petición de un hipotético indulto. El pasado año, el Gobierno concedió medio centenar de indultos, entre ellos a nueve condenados por el «Procés» catalán. La petición puede suspender también la pena. El procedimiento debe resolverse en un año, por ley.
El ex presidente cántabro Juan Hormaechea, condenado en 1994 a seis años de cárcel y catorce de inhabilitación por prevaricación y malversación, es un precedente institucional en el caso de Griñán. También han sido indultados, durante el Gobierno de Aznar, ex ministros como José Barrionuevo o secretarios de Estado como Rafael Vera, implicados en la llamada guerra sucia contra ETA.
En su libro, Griñán –inspector de Trabajo con 24 años y que «a punto de cumplir los 36» aceptó «un cargo público de naturaleza política en la naciente Junta»– contestaba a su hijo sobre si ha merecido la pena el viaje sin alforjas –no se ha acreditado que se haya llevado un euro– de la política. El ex presidente andaluz aludía a la Transición para responder que sí, tras definirse como «un tránsfuga del suicidio a la búsqueda de refugio más confortable».
Argumentos y apoyos
► «De esas ayudas de prejubilación a 6.000 trabajadores a nadie se le ha reclamado que las devuelvan, aunque hubo intrusos que no se debieron producir», señaló Griñán, que siempre ha mantenido que «el crédito nunca delinque».
►Griñán admite en su libro que los ERE «es un asunto de gravedad, del que no se puede pasar página con ligereza». Y que trató de colaborar con la justicia para esclarecer los hechos y que se restituya el dinero detraído.
►Veteranos del PSOE mostraron su apoyo a Chaves y Griñán, al igual que Susana Díaz. Pedro Sánchez estudiará el indulto, lo que para el PP sería «un atropello». Cs también lo rechaza y Vox exige perdón y el dinero.
►La Audiencia de Sevilla, además de Griñán, condenó también al ex presidente de la Junta Manuel Chaves a nueve de inhabilitación especial por prevaricación, junto a casi una veintena de ex altos cargos de los gobiernos andaluces.
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