Tribunales
Nueve años de cárcel al hombre que violó a su sobrina tras invitarla a vivir con él en Almería y traerla desde el extranjero
El Tribunal Supremo confirma la pena e inadmite el recurso de casación interpuesto por la defensa del penado
El Tribunal Supremo ha confirmado nueve años de prisión para un hombre que agredió sexualmente a su sobrina de 21 años después de que la invitara a residir con él en su vivienda de Antas (Almería) para que pudiera terminar sus estudios en España.
El Alto Tribunal ha inadmitido el recurso de casación interpuesto por la defensa del penado, de modo que ratifica los razonamientos esgrimidos por el TSJA, que vio "prueba de cargo bastante" para dar por probados los hechos, con especial énfasis en la declaración de la víctima y las lesiones que mostraba, compatibles con la agresión, frente a la versión "exculpatoria" del acusado, según consta en la resolución consultada por Europa Press.
El TSJA ya avaló la credibilidad del testimonio de la víctima que además se vio corroborado "profusamente" por pruebas externas como la pericial médica, en la que se señalaba que los hematomas de la chica eran compatibles con que fuera agarrada fuertemente para inmovilizarla, así como su exploración psicológica.
El fallo también imponía al hombre diez años de libertad vigilada, 29 de inhabilitación para trabajar con menores de edad y 15 años de alejamiento e incomunicación con la víctima, a la que deberá indemnizar con 50.000 euros.
La Sala de Apelación del TSJA ya desestimó las alegaciones al fallo, que contemplaba unas dilaciones indebidas para establecer la pena, al no dar por acreditado que hubiera ningún tipo de manipulación de las muestras de ADN que se tomaron de la víctima. De igual modo, señalaba que el propio acusado reconoció haber mantenido relaciones con su sobrina aunque, bajo su versión, habrían sido consentidas.
A ello se unen los mensajes de WhatsApp que el propio autor de los hechos le remitió tras la agresión sexual, entre ellos uno en el que le decía "fui el peor desgraciado de este mundo sé que mi perdón no va hacer posible y que no quiero ir preso", entre otros.
La resolución daba por probado que durante la madrugada del 9 de abril de 2021, el acusado entró en el dormitorio en el que dormía su sobrina y se acostó a su lado para, pocas horas después, comenzar a tocarla para "satisfacer su apetito sexual" pese a la resistencia ofrecida por la perjudicada.
La sentencia describe cómo, pese a la "manifiesta voluntad contraria de la víctima", el acusado logró inmovilizarla para desvestirla y finalmente agredirla sexualmente hasta haber terminado con ella, momento en el que manifestó: "ya la jodí".
El tribunal daba cuenta tanto de las heridas sufridas durante la agresión como de la sintomatología que presentaba la joven a raíz de los hechos, con estrés postraumático compatible con la vivencia de una violación.