La advertencia

"Vamos a perder muchas capturas, sobre todo de gamba blanca, entre un 20 y un 30%"

La pesca artesanal se adapta a Europa «sin ayudas del Gobierno» y se prepara para un «año de subsistencia»

"Vamos a perder muchas capturas, sobre todo de gamba blanca, entre un 20 y un 30%"
"Vamos a perder muchas capturas, sobre todo de gamba blanca, entre un 20 y un 30%"La Razón

«Todas las embarcaciones tienen que cambiar las redes de pesca antes del 1 de junio, pero las ayudas del Gobierno de España todavía no han llegado», lamentó el presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAAPE), José María Gallart, después de la publicación esta semana de la orden del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que modifica el tamaño de las mallas como mecanismo de compensación para mantener los días de faena establecidos en 2024. Aunque esta adaptación supone la única fórmula para que la flota artesanal y de arrastre española pueda mantener una media de 130 días de trabajo, ante la reducción a 27 jornadas del último Acuerdo Europeo de Pesca alcanzado en diciembre, el Ejecutivo aún tendría que «sacar la convocatoria de subvenciones y presentar los expedientes, lo que todavía llevará su tiempo».

Así, las ayudas prometidas por el ministro Luis Planas tendrán que ser posteriores a la aplicación del plan de gestión de los recursos pesqueros demersales en el Mediterráneo, por la que se eleva el tamaño de las mallas en 45 milímetros (mm) en el copo para la pesquería de costera y en 50 mm para la pesca en profundidad. «Cuando se aprobó esta medida ya dijimos que no era la solución, sino una piedra más en el camino», declaró Gallart a La Razón, avisando que «con las nuevas dimensiones de las redes vamos a perder muchas capturas, sobre todo de gamba blanca, entre un 20 y un 30%». Una reducción tanto de «kilos en lonja», como de «las cuentas de explotación de los barcos», que someterá a un «año de subsistencia» al sector, como advirtieron desde FAAPE.

No tendrá tanto impacto el establecimiento de una talla mínima de 25 milímetros de longitud cefalotorácica para la gamba roja y la cigala, porque «capturamos superiores a ese tamaño y eso no nos va a afectar», señaló Gallart. Sin embargo, desde la Federación Andaluza de Pesca se espera una «nueva revisión de estudios científicos para demostrar que estos cambios que se están haciendo en los modelos pesqueros no son lo que el sector necesita», ya que «la Comisión refiere el mal estado de la merluza, cuando no es la especie objetivo en nuestra actividad en el Mediterráneo» y «nuestros caladeros están en excelentes condiciones».

En este sentido, críticas a la «ausencia de cambios en las políticas europeas de pesca» y «decepción profunda» en un sector que recibió «con los brazos abiertos» al nuevo comisario europeo «conociendo que es de un país pesquero como Chipre y que podríamos llegar a entendimientos, pero a tres meses de su mandato no hemos visto ningún cambio».

Mientras el Departamento que lidera Luis Planas manifestó «reafirmar su compromiso con la sostenibilidad de los recursos pesqueros en el Mediterráneo, para asegurar un equilibrio entre la conservación de los ecosistemas y la viabilidad socioeconómica del sector pesquero español», José María Gallart emplazó al Ejecutivo a «trabajar para ganar al menos la batalla de nuestros intereses como país en el próximo acuerdo de diciembre».

«Mientras otros países como Francia o Italia defienden con firmeza el sector, el Gobierno de España se pliega sumisamente a las imposiciones de la Comisión Europea a pesar de ser gravemente dañinas para nuestros pescadores», denunció la parlamentaria andaluza del PP, Julia Ibáñez, incidiendo en que «llevan años cumpliendo con todo lo exigido» y que son «los primeros que cuidan nuestros mares y fondos marinos». Asimismo, apuntó que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, «sí apoya al sector», aprobando una nueva convocatoria de subvenciones por parada temporal de arrastre del Mediterráneo, por valor de 3,3 millones de euros.

En cuanto a la certificación de los aparejos, será la propia Administración la encargada de inspeccionar que los barcos cumplan con las dimensiones mínimas exigidas y de modificar la distribución de los días de pesca asignados.

Por su parte, la eurodiputada y presidenta de la Comisión de Pesca de la Unión Europea, Carmen Crespo, aseguró que «hay más sensibilidad» comunitaria a las peticiones del sector. De hecho, «por eso se han puesto encima de la mesa medidas alternativas, para recuperar los días de faena y en eso entraban las mallas», afirmó Crespo, puntualizando que «los que no han hecho el trabajo han sido aquí, en el territorio». «Hay que ayudar a que el sector se adapte a estas circunstancias y si eso va tarde, va lento, pues no sirve de nada», valoró la europarlamentaria popular, invitando al Gobierno español a «no ponerse de perfil, trabajar intensamente y llamar a las comunidades autónomas, que tienen muchas competencias, para coordinar las acciones a llevar a cabo». «Nosotros, en Europa, buscaremos la competitividad del sector y apostaremos por informes científicos actualizados, para tomar decisiones acordes a la realidad y cambiar los reglamentos en la política pesquera lesivos para nuestros intereses», concluyó Crespo.