La Junta trabaja en la creación de una base de datos de menores víctimas de violencia sexual y utilizará inteligencia artificial para incorporar modelos predictivos que sirvan para prevenir nuevas agresiones y para avanzar en el bienestar de la infancia. La Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad ha adjudicado el contrato para crear una base de datos de menores víctimas de violencia sexual que abarcará las ocho provincias y permitirá analizar toda la información, ha informado en una nota de prensa.

La iniciativa parte del Programa de Evaluación, Diagnóstico y Tratamiento a Menores Víctimas de Violencia Sexual en Andalucía, que cada año atiende a unos 1.500 niños y niñas, y servirá como un recurso fundamental en materia de prevención de los abusos sexuales. La creación de la base de datos supone un espacio de unificación de expedientes y, a través de los servicios de prevención, servirá para recibir y filtrar los casos con el fin de poner en marcha las intervenciones más adecuadas. Servirá además para generar un espacio común que permita el acceso a los datos de todos los expedientes conforme a la protección de datos de carácter personal.

También presenta la oportunidad de obtener datos estadísticos que evidencien estas situaciones y ayuden a tener un conocimiento epidemiológico de la violencia sexual y sobre el proceso asistencial de las víctimas evitando la revictimización. La Junta aprovechará además las opciones de la inteligencia artificial para generar modelos predictivos que ayuden en tareas de prevención y respuesta.

La Consejería ha adjudicado el contrato, con un presupuesto de casi 253.000 euros, a la empresa Ayesa, que se coordinará con los servicios informáticos de diferentes áreas y contará con la colaboración de los servicios de prevención de las delegaciones territoriales y entidades especializadas. El programa de Evaluación, Diagnóstico y Tratamiento a Menores Víctimas de Violencia Sexual en Andalucía se constituye como un servicio especializado que ofrece una intervención integral a niños y niñas víctimas de violencia sexual con equipos multidisciplinares.

Se encarga de la evaluación y el diagnóstico de menores de edad posibles víctimas de violencia sexual y les ofrece un tratamiento psicosocial para que superen las secuelas y los trastornos psicológicos y logren un equilibrio personal y familiar.