28 de Febrero

El andalucismo: una carrera de fondo en busca de unos votos decisivos

Las encuestas de ahora y de hace una década apuntan que los ciudadanos se sienten «tan andaluces como españoles»

Juanma Moreno, durante la celebración por primera vez del Día de la Bandera el pasado 4 de diciembre
Juanma Moreno, durante la celebración por primera vez del Día de la Bandera el pasado 4 de diciembre Europa Press

El 28 por ciento de los andaluces considera que el PP es el partido que mejor respuesta puede dar a los problemas de la comunidad y casi el 60% considera que Juanma Moreno es el político regional que mejor defiende Andalucía. Son algunos de los datos publicados por las últimas encuestas de la Fundación Centro de Estudios Andaluces y por el trabajo de NC Report para LA RAZÓN con motivo de la celebración por primera vez el pasado 4 de diciembre del Día de la Bandera. Pero este proceso de identificación del PP con Andalucía, impulsado por Moreno y avalado por el éxito electoral, ha sido un trabajo de muchos años.

En las elecciones autonómicas de marzo de 2008 se certificó la anunciada muerte del movimiento andalucista en la comunidad. A finales de 2007, en un último intento por aglutinar el voto nacionalista regional, el Partido Andalucista (PA) y el Partido Socialista de Andalucía (PSA) sellaron un pacto para ir juntos a la doble cita electoral (las autonómicas coincidieron con las generales) bajo la denominación de Coalición Andalucista y el liderazgo del entonces secretario general del PA, Julián Álvarez. Los resultados no fueron buenos: 124.243 votos, el 2,7 por ciento de los sufragios y ningún diputado. Por ponerlo en perspectiva, solo cuatro años antes, en las elecciones de 2004, el Partido Andalucista alcanzó los 276.674 votos, el 6,6% de los sufragios y cinco escaños. El Partido Socialista de Andalucía (PSA) y el Foro Andaluz no obtuvieron representación en la Cámara andaluza, pero alcanzaron los 42.219 y 53.288 sufragios respectivamente. Por tanto, las formaciones de corte nacionalista andaluz aglutinaron en 2004 372.181 apoyos.

A todo ello hay que sumar que el PP apoyó la reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía de 2007, lo que valió muchas críticas al entonces líder de los populares Javier Arenas pero que permitió posicionar al PP como un partido con vocación andalucista que apostaba por una autonomía «de calidad» frente al proyecto que representaba el PSOE, partido entonces hegemónico en la región. El Partido Andalucista, ya en clara decadencia, se opuso a esta reforma del Estatuto.

En ese contexto, el PP comenzó su giro andalucista. De hecho, en mayo de 2010, Javier Arenas constituyó en Carmona (Sevilla), ciudad histórica para el proceso autonómico, el Foro Nuevo Andalucismo con el propósito de construir un espacio común que abogara por el «reformismo permanente» en materias como el empleo, la educación o la salud. Al frente de este foro, presentado por el propio Arenas y el entonces vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, se situó un histórico dirigente andalucista: el expresidente del Partido Andalucista (PA) y exalcalde de San Fernando (Cádiz), Antonio Moreno.

Las encuestas de la Fundación Centro de Estudios Andaluces también ofrecen algunas claves. Las de ahora y las que se hacían también hace décadas con los gobiernos socialistas. Por ejemplo, la Encuesta de la Realidad Social en Andalucía (ERSA) que elaboró esta institución en 2013 –con datos recopilados el año anterior– para conocer la evolución de la realidad social en la comunidad señalaba concluía, por ejemplo, que los andaluces, en un porcentaje que superaba el 75%, se sienten tan españoles como andaluces. Esta tendencia, lejos de disminuir, se ha consolidado e incluso ha aumentado.

El último trabajo del Centra sobre Identidad Andaluza, publicado en marzo de 2022, analizaba cuestiones relacionadas con el grado de identificación con los símbolos, el sentimiento de pertenencia al territorio o la contribución del Estado de las autonomías. Los datos señalaban que el 87,2% de los andaluces declara sentirse «orgulloso o muy orgulloso» de ser andaluz y un 90,4% también lo está de ser español. En una escala de 0 a 10, entre ser «nada andaluz» y «muy andaluz», el sentimiento de identidad andaluza se sitúa en una media de 8,71 puntos. En el caso español, valorado en la misma escala, la media es de 9,10 puntos.

Preguntados por el grado de pertenencia al territorio, el 68,5% declara sentirse «tan andaluz como español», frente a un 13,4% que se siente «más andaluz que español» y un 10,5% que dice sentirse «más español que andaluz».

Cualquier partido o dirigente es consciente de que en su discurso el andalucismo debe ocupar un lugar destacado y que la identificación del partido con la tierra que aspira a gobernar es un primer paso para convertirse en una opción mayoritaria. El presidente Juanma Moreno representa un claro ejemplo.