
Entrevista
Bruno García: «Empezamos a ver claramente avances y progresos en Cádiz»
Llegado al ecuador del mandato, el alcalde gaditano vaticina «un 2026 importante» para el «desarrollo de proyectos» clave. «Ya tenemos ritmo para avanzar, dice

Se cumplen dos años desde que, en una de las noches más intensas que se recuerdan en el municipalismo gaditano, Bruno García (PP), sobre la campana, diese la sorpresa y, ante el asombro de un PSOE que ya se veía gobernando junto a Adelante Izquierda Gaditana, lograse una de esas mayorías absolutas que ya habían cobrado la categoría de rara avis. De perfil cercano, poco amante de las confrontaciones a «sangre», alumno aventajado de Teófila Martínez y jerezano de cuna, Bruno García daba portazo a ocho años de gobierno de José María González «Kichi», aprovechando, dijeron entonces, el «efecto Bonilla». Se abría así una etapa que, según adelantaba aquella noche del 28 de mayo de 2023, iba a estar marcada por el «diálogo» y la «determinación» para afrontar los males (muchos de tintes históricos, «casi fenicios») de la ciudad más antigua de Occidente. Hoy, transcurridos 24 meses, el alcalde de Cádiz se muestra satisfecho por el camino andado e ilusionado por los avances que, asegura, se verán a finales de año y en 2026
¿Qué sensaciones le deja este segundo año al frente del Ayuntamiento de Cádiz?
Si tuviera que resumirlo con una palabra, diría ilusión. Después de un primer año en el que nos tocó centrarnos en corregir los problemas que había causado la dejadez del anterior gobierno; ahora hemos empezado a ver claramente avances y progresos.
¿Cuáles son esos avances?
Progresos tan importantes para Cádiz como la aprobación del nuevo pliego de mantenimiento urbano, con una inversión de 2,3 millones de euros; el de parques y jardines o, por poner otro ejemplo, el del servicio de ayuda a domicilio. Este, muy simbólico, ya que hemos mejorado mucho al anterior gobierno. Concretamente, en lo social hemos aumentado los recursos en casi el 30% respecto a lo que había antes. Avances a los que hay que sumar las obras que se han y están acometiendo en instalaciones deportivas, parques infantiles, Palacio de Congresos, Parque Genovés, Mercado, etc.
¿Tan mala fue la herencia de los gobiernos de Kichi?
La realidad es que, fruto de ella, a lo largo de todo este tiempo nos hemos visto obligados a hacer muchas cosas a la vez, ya que no veníamos de una inercia de actividad. El punto de partida fue una situación de parálisis total, lo que nos llevó a tener que poner en marcha la maquinaria de la gestión. Ahora tenemos el ritmo que nos va a permitir avanzar. Es más, vamos a tener un 2026 importante, con avances tanto en las cosas medianas y pequeñas, a las que damos mucha relevancia, como en lo que se refiere a los grandes proyectos. Ya tenemos garantizada la financiación del parque del cementerio, que para nosotros es muy importante; la rehabilitación de las Puertas de Tierra, que se encuentra en una situación complicada, o el parque de la muralla. Todos grandes proyectos del ayuntamiento.
¿Qué hay de esos otros grandes proyectos de ciudad (nuevo hospital, Puerto América, Ciudad de la Justicia o Valcárcel)? ¿Qué pasa de particular en Cádiz para que algunos, incluso, lleven un cuarto de siglo sin avanzar?
Llevo dos años en el Gobierno municipal y no quiero perder el tiempo en, por ejemplo, ver cómo hemos llegado a la situación en la que se encuentra, que lo sé, el proyecto del nuevo hospital; tengo hemeroteca para aburrir. Es obvio que ha habido mucha dejadez por parte del PSOE, pero no quiero buscar culpables. Desde el primer minuto, mi intención ha sido la de buscar soluciones. Tanto es así, que este año se van a iniciar las obras de los proyectos de Valcárcel y la Ciudad de la Justicia. Avances que también van a tener su reflejo en el Pabellón Portillo. Por lo que se refiere al nuevo hospital, es cierto que se antoja más difícil. Estamos trabajando en la búsqueda de soluciones, alejados de grandes polémicas y, eso sí, respondiendo solo cuando vemos informaciones que no se ajustan a la realidad. Concretamente, estamos buscando soluciones con la Zona Franca para adquirir el suelo y cedérselo a la Junta para que pueda construir el hospital. Tenemos el compromiso de que lo va a ejecutar. Respecto a los grandes proyectos, hemos optado por dejar atrás la melancolía y, como se está demostrando, este ayuntamiento está formando parte de la solución a todos ellos.
Hablamos de proyectos de los que, obviamente, participan otras administraciones, ¿cómo son a día de hoy las relaciones de su gobierno con ellas?
Así es, participan otras administraciones y, además, de todos los colores. Tengo una cualidad y es que no le miro el DNI a nadie. Como se está demostrando con Junta, Zona Franca o Universidad, que no tiene ningún color político, hemos estado y vamos a estar codo con codo, en busca del desarrollo y el bienestar de Cádiz. Yo, como es el caso del hospital, intento responder con trabajo. En cada momento, reclamo lo que creo que tiene que ser adecuado por cada una de las partes, como he hecho estos días con el caso de Puerto América, que tiene un nuevo proyecto y confío en que, esta vez, no mareen a quienes lo proponen; cosa que, durante seis años, ya hizo el Consejo de Ministros con la propuesta del hotel. No soy sectario y reclamo que no lo sean conmigo.
Hablar de vivienda en Cádiz no es asunto menor. De hecho, esta fue una de sus prioridades al llegar al gobierno de la ciudad, ¿qué balance hace de su gestión estos dos años?
Estamos ante un problema nacional que en Cádiz se acentúa por una evidente falta de suelo, que nos impide acometer grandes volúmenes de viviendas. No obstante, hemos y vamos a seguir trabajando para que se generen oportunidades. Tanto es así, que la Junta va a empezar a construir 202 viviendas en Puntales y nosotros ya hemos iniciado la ejecución de 53 en la Avenida Sanidad. Asimismo, hemos empezado los trámites para hacer 106; cifras que no son menores si tenemos en cuenta que en los anteriores ocho años de gobierno solo se hicieron 68. Además, hay grandes proyectos que se están haciendo con el Estado, como es Navalips, con el que se van a construir 800 viviendas. Intenetamos cambiar una dinámica de dejadez a otra de crecimiento. Estamos apostando por la rehabilitación, con una línea de actuación que afecta a 2.000 viviendas y que se acomete por primera vez en la ciudad. A todo esto hay que unir las restricciones a viviendas turísticas. Cádiz está muy limitada, pero nuestro objetivo es potenciar todos esos espacios que están infrautilizados.
En relación a las restricciones de las viviendas turísticas, hay voces que señalan que se llega tarde y con planteamientos poco ambiciosos.
De momento, hemos limitado que haya más. Ahora mismo estamos en un porcentaje del 4,3 y nuestra intención es bajarlo del 4. ¿Cómo lo vamos a hacer? Van a ir caducando licencias y, además, en estos dos años hemos anulado 431 viviendas que no cumplían con la normativa –el anterior gobierno solo había anulado 28–. A estas medidas restrictivas hemos sumado otras en positivo, como es que, a través de la reducción del eje comercial, se puedan habilitar viviendas en bajos dedicados antes a comercios y oficinas. Además, hemos limitado que el espacio residencial de nuestra ciudad sea solo para residentes, ya no se van a poder habilitar hoteles. No obstante, si en un futuro vemos que no es suficiente, obviamente avanzaremos con nuevas medidas.
Otra de las fisuras que presenta la ciudad desde hace décadas es la pérdida de población, ¿qué sensaciones le genera un fenómeno que ha tenido continuidad estos dos últimos años?
Me preocupa sobremanera y es un excelente medidor de dos temas trascendentales: la vivienda y el empleo. Lo que queremos y nos hemos propuesto es frenar esa inercia, con gaditanos que se puedan quedar a vivir aquí y otras personas que vengan. Trabajamos en dos líneas: la creación de oportunidades de acceso a la vivienda y la proyección de posibilidades de empleo. Tenemos que ser una ciudad atractiva para los jóvenes, para que haya continuidad y natalidad. Atractivos que pasan por reforzar el comercio, la logística, tema este en el que el puerto va a tener mucho que decir, las iniciativas culturales y, sin ir más lejos, la industria naval. Sector en el que, cabe recordar, contamos con la factoría de Navantia que, con la reparación de cruceros, mejores números tiene. Todo ello, sin olvidar el importante papel de Zona Franca en la economía azul.
¿Qué piensa de los efectos económicos que tendría cruzar la peligrosa línea de los 100.000 habitantes (actualmente ronda los 110.000, con un descenso de 897 el último año)?, ¿lo contempla con temor?
Sí, es algo que contemplo con cierto temor. Nos llevaría a perder una importante financiación, lo que dificultaría aún más las posibilidades de crecer de una ciudad que, por su carácter insular, ya tiene limitaciones de progresar a través de las plusvalías y los nuevos crecimientos urbanísticos. Algo que, equivocadamente, han hecho algunas ciudades en otros tiempos. En este punto, cabe recordar que Teófila Martínez ya consiguió que esta singularidad fuese tenida en cuenta y atendida por el Estado a través de un tramo más elevado de financiación. Caer de este rango por pérdida de población sería perder entre 40 y 50 millones de euros, una falta de financiación que esta ciudad no podría asumir.
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