
Economía
Calma tensa en Almería ante la guerra arancelaria de Trump
Estados Unidos es el quinto destino de las exportaciones almerienses destacando la compra de piedra natural y materiales de construcción

El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca ha convulsionado las relaciones comerciales en todo el mundo y el empresariado de Almería analiza los nuevos escenarios de una “guerra arancelaria” que podría alterar el valor de las exportaciones con ese país, que alcanzaron los 441 millones de euros en 2024.
A pesar de que la potente agroindustria almeriense no destina ni un “1% del total de su producción hortofrutícola a Estados Unidos” y podría “relativizar el impacto” de las medidas de la nueva administración norteamericana, “vinos y productos que soportan el transporte, aceite de oliva y conservas” de la provincia se verán “alterados negativamente”, como valoró el secretario provincial de la organización agraria COAG, Andrés Góngora. De esta forma y “al margen del daño concreto para alguna empresa muy especializada en envío de pimiento”, la agricultura integrada almeriense “no se vería muy afectada” por los nuevos tributos, ya que “nuestro principal destino comercial es Europa y es allí donde debemos defender claramente nuestros intereses”, apuntó Góngora.
Sin embargo, esta coyuntura “aunque no sea de forma directa, nos salpica a todos”, consideró el presidente de la Cámara de Comercio de Almería, Jerónimo Parra, señalando que “nuestras exportaciones en fresco no son muy significativas, pero sí penetra con fuerza la industria auxiliar de la agricultura en Estados Unidos”. Además, “si estos aranceles a la industria del automóvil perjudican la economía de nuestros mercados en Alemania, Francia y Holanda, esto también podría repercutir en nuestras exportaciones agrícolas, tanto en precios como en volúmenes”, aventuró Parra, queriendo mostrar “cautela” pero “preocupado” aún más por “el sector de la piedra, que tiene fuertes relaciones comerciales con clientes estadounidenses”. De hecho, “si el nuevo clima arancelario afectara a nuestra empresa más importante en materiales de construcción, eso arrastraría problemas para su entorno y todas sus empresas auxiliares, con un severo impacto en la economía almeriense”, puntualizó el responsable de la Cámara, confiando en que “se recupere la cordura y volvamos al entendimiento comercial” con el gobierno de Trump.
En este sentido, también desde la Confederación Empresarial de la Provincia de Almería (ASEMPAL) se apuntó a una “calma tensa” y al “grave perjuicio” en sectores como el aceite, si bien recordaron que “una situación similar se daba en la anterior etapa” del mandatario republicano. “Hay que esperar y ser prudentes”, expresó a La Razón Cecilio Peregrín, presidente de ASEMPAL, precisando que “todo es prematuro y habrá que ver qué tipo de aranceles van a poner finalmente a cada tipología de producto”, pues “nuestros competidores podrían sufrir porcentajes en la aduana aún mayores que nosotros”.
“De todas maneras y partiendo de la base de que cualquier guerra arancelaria es perjudicial para todo el mundo, en general, la industria almeriense es muy conocedora de los vaivenes y cambios continuos en los escenarios comerciales”, apuntó el también presidente de FEPEX, la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas. Asimismo, pese a poner de relieve la capacidad del empresariado almeriense, porque “somos muy adaptativos”, Peregrín indicó que “en el sector de la piedra natural están todavía más expectantes”, puesto que “habrá que ver qué pasa con México o Santo Domingo” y con “otros tipos de materiales de construcción y conglomerados donde China es el gran competidor”, por lo que “tal vez se pueda repartir el daño”.
Por tanto, son muchas las miradas puestas ahora en firmas como Cosentino, con varios centros de trabajo y estudios en Estados Unidos, una plantilla de más de un millar de trabajadores y un 56% de su volumen de negocio radicado allí. La multinacional almeriense lleva un cuarto de siglo establecida en el país norteamericano y, a corto plazo, planea la construcción de una nueva fábrica en la ciudad de Jacksonville, en el estado de Florida. Esta nueva planta supone una inversión prevista total de 270 millones de dólares (249,5 millones de €) y, a la espera de concretar el calendario definitivo del proyecto, podrían terminarse a finales de 2028. Eduardo Cosentino, EVP Global de Ventas y CEO de Cosentino NorthAmerica, consideró que “a partir de la creación de la filial Cosentino NorthAmerica en 1997, hemos ido construyendo paso a paso nuestro liderazgo en este mercado, tanto en capacidad de distribución y servicio como a nivel comercial con los usuarios, los profesionales y las grandes cadenas como Home Depot, Lowe’s o Costco, entre otras”.
Así, la nueva situación política y comercial no habría modificado el planteamiento de Cosentino para realizar “una apuesta estratégica que nos ayudará a atender a medio y largo plazo de manera más eficaz la demanda en esta región”, donde poseen actualmente una de las mayores redes logísticas de una compañía industrial española y europea, con 60 infraestructuras propias, desglosadas en 45 almacenes o “Centers”, 10 showrooms o “Citys” y 5 Hubs de distribución
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