"Méritos e infamias"

Carnavalitis

"Anda que no sabemos bien aquí, en el sur del Sur, encadenar una con otra las fiestas de guardar"

Una chirigota en el Teatro Falla
Una chirigota en el Teatro FallaEP

Arrancó el concurso de agrupaciones en el Teatro Falla casi al mismo tiempo que nos daba la espalda el Rey Baltasar. Anda que no sabemos bien aquí, en el sur del Sur, encadenar una con otra las fiestas de guardar, que debía ser Andalucía una alacena, porque todo se guarda.

Pues atentos que ya llega el tangai, los pitos de caña, el tipo, el forillo y el resto de mitología carnavalera gaditana, gaditana y cada vez más artificial y falsa, y la culpa la tiene Canal Sur.

Bueno, la cadena no, el efecto de expansión que provocó en su momento las retransmisiones, la consecuente fiebre por las comparsas y chirigotas en todo el país, y la conversión de la fiesta popular en profesionalización y negocio. Que se nos ve el plumero, picha, que si aquí no se gana un duro y se rellenan los egos no sale nadie. Existen excepciones, pero esto no se parece en nada a aquel carnaval de Cádiz con gracias, sabiduría y espontaneidad. Ahora le piden autógrafos hasta a los contraltos en la cola de los churros de la plaza de abastos,y los vainas escriben la dedicatoria y se hacen la foto.

Degeneración, como la brutal botellona de la noche grande convertida, una más, en otra sucursal de la Tomatina de Albuñol pero en versión caletera. Mojones como mojarras roteñas para todos los que se cargaron aquel tesoro de fiesta y alegría amateur que nada, pero nada tiene que ver con la solemnidad y la pompa de cuatro “mataos” que creen que respiran entre Kant, Alberti y Barenboim.

¡No te lo crees ni tú! Hace mucho tiempo que el carnaval se enfoca en el lucimiento frente a las cámaras y su posterior proyección a futuras contrataciones para trincar la manteca. Mal asunto si queremos preservar un tesoro que nación del pueblo hacia el pueblo de una manera tan pura y especial que superó con su genio penalidades y censuras, pero que, como tantas otras realidades sublimes, es muy fácil de romper y desvirtuar