Política
Conservar la mayoría absoluta en Andalucía es la «obsesión» de Juanma Moreno
Reelegido como presidente del PP-A, exige a su partido que defienda la gestión del Gobierno para que el «desgaste» de esta legislatura no le impida gobernar en solitario
En octubre de 2022, Juanma Moreno cumplió una promesa que realizó en campaña electoral y se tatuó unos centímetros más arriba de la muñeca izquierda la letra «A» de Andalucía y un «58», el número de diputados que obtuvo el Partido Popular en las elecciones del 19 de junio y con los que gobierna con mayoría absoluta desde entonces. Esa mayoría es la que está en juego en los próximos comicios y se ha convertido en una «obsesión» para Moreno.
A la mayoría absoluta se refirieron públicamente el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, y el secretario general del PP, Miguel Tellado, en sus respectivas intervenciones en el plenario del XVII Congreso Autonómico del PP andaluz. Si la primera mayoría fue un hito histórico para el PP, revalidarla constituiría un logro aún mayor.
«No va ser fácil», dijo López Miras. Y esa afirmación es la que trasladan en privado los dirigentes del PP, que recuerdan que Manuel Chaves, elegido por seis veces presidente de la Junta de Andalucía, no siempre gobernó con una cómoda mayoría absoluta: lo hizo en 1990, pero fue presidente en minoría en 1994, 1996 y el año 2000. Chaves recuperó la mayoría absoluta en 2004 y la mantuvo, pese a perder cinco diputados, en 2008, marchándose en 2009 al Gobierno de España tras ser nombrado vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial.
El PP solo tiene tres diputados de margen, por lo que puede permitirse perder escaños en solo tres de las ocho provincias. Bajar de la cifra de 55 representantes en el Parlamento supone depender de otras formaciones, con Vox como aliado natural. Eso es lo que quiere evitar Moreno, que confía en trasladar a la sociedad la importancia de contar con un Gobierno sólido y estable: no es una cuestión de rechazar la política de pactos, sino que los vaivenes de la política actual y las posturas maximalistas impiden los acuerdos con vocación de permanencia. Si en las elecciones de 2022, Moreno admitió que le quitaba el sueño la posibilidad de que tuviera que compartir Gobierno con Macarena Olona, ahora le quita el sueño que Andalucía caiga en el bloque como está ocurriendo en otras comunidades autónomas.
Durante su intervención antes de la votación para ser reelegido, Moreno desglosó los logros de sus dos legislaturas: «Estamos escribiendo el futuro de Andalucía con coraje, ambición y orgullo porque nuestros avances están en la calle». El presidente del PP-A enumeró los avances en infraestructuras en cada una de las ocho provincias andaluzas, pero admitió que «quedan sueños por cumplir» porque «queremos más».
En un Congreso entregado, Moreno recordó que «hemos ganado las últimas cuatro elecciones –autonómicas, municipales, generales y europeas– y somos el partido mayoritario en las ocho provincias. Pero tenemos que redoblar esfuerzos», explicó.
El actual presidente de la Junta pidió a su partido dos cosas: priorizar un proyecto autónomo –«no somos una mala sucursal de nadie como ocurre en otros partidos»–; y «orgullo» para defender la gestión del Gobierno.
En este sentido, no rehuyó la polémica sobre los cribados de cáncer, reiteró la petición de disculpas pero defendió que «el sistema sanitario público funciona, tiene margen de mejora, pero salva vidas todos los días». Por eso pidió a los suyos que defiendan «en todos los ámbitos» que «el partido que más ha hecho por los servicios públicos en Andalucía es el PP. Y vamos a seguir mejorándolo, palabra de Juanma Moreno».
Con la mayoría absoluta siempre en el ambiente, Moreno acabó señalando que «Andalucía no debe retroceder porque sería un fracaso colectivo. Vamos a redoblar el esfuerzo desde el último concejal de un pueblo hasta yo mismo para ganar una mayoría de estabilidad para los andaluces, que es primordial». Quedan siete meses para comprobarlo.