Medio Ambiente

¿Cuánto hidrógeno verde hay en Andalucía?

Este vector energético puede cambiar por completo el reparto económico mundial

El hidrógeno verde supone una oportunidad de futuro
El hidrógeno verde supone una oportunidad de futuroLa Razón

El hidrógeno verde cambiará el reparto de poder energético a nivel global. España y Andalucía pueden jugar un papel decisivo en este nuevo orden. Los países que importan y no disponen de los tradicionales combustibles fósiles, pero sí de recursos renovables con los que producir este nuevo vector energético podrán no solo cubrir sus necesidades energéticas, sino exportar a otros países. Así lo explica Javier Brey, profesor y director de varios másteres en la Universidad Loyola, entre ellos del Máster en Energías y Tecnologías del Hidrógeno, y presidente de la Asociación Española del Hidrógeno.

El hidrógeno verde, por lo tanto, se erige como una «solución transversal» que permitirá descarbonizar el sector energético, residencial, industrial y el de transportes.

«En el sector energético se puede utilizar para almacenar grandes cantidades de energía; en el de transporte, como combustible para vehículos pesados y ligeros; en el sector residencial, sustituyendo el gas natural en nuestras ciudades; y en el uso industrial, como una alternativa al hidrógeno fósil», señala Brey.

En este contexto, ¿cuál será el papel que jugará Andalucía en este nuevo paradigma energético que está llamado a cambiar la economía global? El hidrógeno verde se obtiene por el proceso de electrólisis a partir de energías renovables. La electrólisis es «la ruptura de la molécula de agua en oxígeno e hidrógeno» empleando una corriente eléctrica. Según explica el profesor de la Universidad Loyola, «a partir de la molécula de agua nos quedamos con el hidrógeno y liberamos el oxígeno a la atmósfera. Es un proceso limpio, más aún cuando la energía que alimenta esa electrólisis es energía eléctrica de origen renovable», por ejemplo, fotovoltaica o eólica. Por lo tanto, Andalucía, que dispone de un potencial extraordinario para producir energías renovables con el coste más bajo de Europa y cuenta con una situación geográfica estratégica que la convierte en «puerta de entrada al Mediterráneo, Atlántico y Norte de África», es una región «incomparable» para el desarrollo del hidrógeno verde. Brey augura que en Andalucía «se va a producir hidrógeno verde de tal manera que sobrará y será competitivo en coste, por lo que la comunidad autónoma podrá exportarlo». Además, también podrá exportar equipos y plantas de producción de hidrógeno y tecnología.

Así las cosas, aunque el hidrógeno verde se conoce desde hace décadas, siempre se han utilizado combustibles de origen fósil que emiten gases contaminantes por una sencilla razón: es más barato y no existía la tecnología necesaria para producir hidrógeno verde a gran escala. Sin embargo, la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y el Pacto Verde Europeo han puesto el foco en cambiar el modelo de economía actual basada en los combustibles contaminantes. Por otra parte, todos los objetivos planteados hasta 2021 se han visto multiplicados por el «elevado precio de los combustibles fósiles, el incremento de las emisiones de CO2 y la guerra en Ucrania». Brey matiza que «Europa importa el 90% del petróleo, entre el 60% y 80% del gas natural –dependiendo del año– y el 40% del carbón», una situación que ha hecho darnos cuenta de que Europa es dependiente energéticamente de terceros países, especialmente de Rusia, ya que un tercio de las importaciones proceden de este país. Por lo tanto, ante la coyuntura actual, Brey explica que de los 40 gigavatios de electrolizadores que Europa tenía como objetivo instalar en 2030, en el año 2022 se ha elevado a 140 gigavatios. «Para el año 2030 Europa quiere sustituir toda la importación de gas ruso por hidrógeno, quiere producir diez millones de toneladas de hidrógeno verde en Europa e importar de países amigos otros diez millones», asegura.

Este nuevo paradigma energético, además de abaratar costes, también contribuirá a la creación de nuevos puestos de trabajo y el desarrollo tecnológico en Andalucía y España. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) del Gobierno de España establece que casi un 40% de las inversiones se destinarán a la transición ecológica. El «Perte Erha» es el cuarto de los proyectos energéticos del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia que ha sido lanzado, lo que supone una gran oportunidad para las empresas y pymes españolas tanto en el desarrollo de tecnología como en la puesta en marcha de las primeras plantas de producción de hidrógeno verde. Según los datos del Ejecutivo nacional, en este sector se van a crear 280.000 puestos de trabajo en una década. Brey toma estos datos como «ambiciosos», pero los califica de «realistas» porque se van a «sustituir las economías fósiles por economías de hidrógeno», asegura. Respecto a la región andaluza, el profesor recuerda que de los «48 proyectos aprobados en España, el 27% procede de Andalucía».

El hidrógeno verde es rentable, puede ser competitivo con la gasolina y el gas natural, ayudará a hacer realidad la independencia energética de Europa con otros países, puede ser almacenado por grandes periodos de tiempo, se producirá en cantidad y calidad para ser exportado, es fácil de transportar y no emite gases contaminantes. Andalucía lidera ya la transición ecológica en todos los sectores y se prepara para ser una de las regiones europeas que más hidrógeno verde produzca. Muestra de ello es el gran volumen investigador y de transferencia de conocimiento asentado en la comunidad, los proyectos a gran escala como el «Valle Andaluz del Hidrógeno Verde» de Cepsa o las decenas de pymes que están desarrollando la tecnología necesaria en el Sur de España para hacer realidad la transición hacia un modelo económico basado en la energía del hidrógeno verde.

El valle andaluz del hidrógeno

El Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, que recibió el 28 de febrero la «Bandera de Andalucía» en Huelva, va a generar 10.000 puestos de trabajo, 300.000 toneladas de hidrógeno verde anuales y el 50% de la producción de este vector energético prevista para toda España en 2030. Para ello, Cepsa invertirá 3.000 millones de euros en este proyecto. Estará formado por dos plantas en Palos de la Frontera (Huelva) y Campo de Gibraltar (Cádiz) que comenzarán a funcionar en 2026 y 2027, respectivamente. Se impulsará la descarbonización de la industria y del transporte pesado, logrando una reducción de seis millones de toneladas de CO2. Además, se desarrollará una cartera de proyectos de 3GW de energía eólica y solar, con una inversión de 2.000 millones de euros más.