Tribunales

El director de la Faffe que frecuentaba puticlubs: "Cuando uno está en un local de esos..."

La defensa admite que fue "moralmente reprobable" pero niega "fraude" asegurando que "el dinero fue devuelto" a la fundación

La Audiencia de Sevilla ha comenzado este lunes el juicio con jurado popular promovido contra el exdirector de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) Fernando Villén y la ex directora económica financiera de la entidad Ana Valls, por los pagos en clubes de alterne con tarjetas bancarias de la citada entidad pública.

Durante esta primera sesión, el fiscal Fernando Soto, delegado en Sevilla de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, ha manifestado que este asunto constituye un caso "sencillo de corrupción", exponiendo que como director de la Faffe, Fernando Villén "gastó 32.566 euros" al menos en diez visitas a "puticlubs, fundamentalmente de Sevilla y también de Cádiz", como los locales hispalenses Don Ángelo, La Casita o American Show Girls o el gaditano Bahía 2; usando tarjetas de la entidad que presidía para pagar sus gastos.

Es decir que empleó "dinero del público en prostitutas, orgías y festivales" en tales locales de alterne, tras lo cual ha agregado que "de común acuerdo" con la ex directora económica financiera de la entidad Ana Valls, promovió "un sistema para ocultar" estos gastos con cargo a la Faffe y "que no se notaran", asegurando que los dos acusados "inventaron gastos, facturas y anticipos" como fórmula para "compensar" el dinero empleado por Fernando Villén con carjetas de la Faffe en locales de prostitución, siempre al objeto de "ocultar" los hechos.

"SIMULACIÓN" DE ROBO

El fiscal, que solicita seis años de cárcel para Fernando Villén y cuatro para Ana Valls, por un presunto delito continuado de malversación de caudales públicos, en concurso con un delito continuado de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público; ha relatado que los acusados incluso "intentaron simular que la tarjeta" de la Faffe había sido extraviada y que "algún desaprensivo" la había usado en tales locales de alterne.

"Parece una película", ha llegado a decir el fiscal Fernando Soto, exponiendo que incluso en una ocasión, el chófer de Fernando Villén llegó a entregar a instancias de este "14.000 euros en metálico en un sobrecito" al responsable del club Don Ángelo, precisamente después de que Ana Valls "firmase dos cheques por 6.300 euros que cobró" en efectivo de la Faffe y de los que "no se ha vuelto a saber". A tal efecto, ha avisado de que en los registros bancarios "no aparece el dinero de las devoluciones" que según Villén habría acometido tras usar las tarjetas.

La defensa de Fernando Villén, de su lado, ha admitido que el asunto implica "actos moralmente reprobables", pero ha alertado de que este "reproche moral tan brutal no es la cuestión jurídica" a dilucidar en este juicio, asegurando que Villén "devolvió en todas las ocasiones" a la Faffe el dinero gastado con sus tarjetas en los prostíbulos, extremo que según ha precisado constituye el eje del asunto. Por eso, su abogado defensor ha argumentado que pese a lo "reprochable" del asunto, no ha pesado "fraude" como tal a la Administración pública.

VILLÉN: "CUANDO UNO ESTÁ EN UN LOCAL DE ESOS..."

Durante esta primera sesión ha comparecido ya como acusado Fernando Villén, para quien la Fiscalía Anticorrupción solicita seis años de cárcel, por un presunto delito continuado de malversación de caudales públicos, en concurso con un delito continuado de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público. Fernando Villén, a preguntas del fiscal Fernando Soto, delegado en Sevilla de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, ha mostrado su "arrepentimiento" por haber usado la tarjeta de la entidad pública que presidía para pagar gastos en locales de alterne de Sevilla y de Cádiz, alegando que aquello ocurrió en "diez ocasiones" de los "más de 2.700 días" que estuvo al frente de la Faffe. "Cuando uno está en un local de esos, una toma copas y eso afecta a las facultades", ha llegado a comentar.

EVITAR "UNA SITUACIÓN COMPLICADA EN CASA"

En este marco, ha encuadrado estas prácticas en la necesidad de "no alarmar" a su familia, para "evitar una situación complicada en casa". No obstante, ha defendido que en todo momento, supo que por todos aquellos usos "indebidos" de la tarjeta para gastos "injustificables", "tenía que devolver" el dinero a la Faffe, extremo que según ha asegurado hizo "siempre". Es más, ha asegurado que estas prácticas no se tradujeron en "costes" reales para la Faffe, porque los "gastos" pagados con la tarjeta de la Faffe en prostíbulos eran "anulados" con ingresos que él aportaba para suplir tales fondos. El fiscal Fernando Soto le ha preguntado especialmente por 14.737 euros entregados en efectivo al responsable del club de alterne de Sevilla Don Ángelo, reconociendo Villén que tras cargar ese gasto a la tarjeta de la Faffe la noche del 22 al 23 de marzo de 2010 con 15 pagos mediante dicha tarjeta en tal local, fue detectada una incidencia porque la tarjeta estaba inicialmente limitada a un pago máximo de "3.000 euros" por día.

Por eso, según ha dicho, optó por resolver el asunto pagando "en metálico" y recurrió a "un préstamo" solicitado a un "amigo" suyo que entonces contaba con "buenas finanzas"; y con ese dinero en efectivo, según ha admitido, lo entregó a su chófer oficial de la Faffe para que este pagase al dueño del local y restituir en consecuencia el cargo inicialmente aplicado a la tarjeta.

"ESE DINERO SE DEVOLVIÓ"

"Ese dinero se devolvió", ha asegurado, manifestando de otro lado que el gasto de más de 2.500 euros en un almuerzo en la Feria de Sevilla con cargo a la Faffe derivó de que tras un año 2017 "infernal" de trabajo y un ejercicio 2008 en los mismos términos, dijo a Ana Valls que la plantilla de la entidad merecía "una distensión" en la Feria hispalense. "Había mucha gente", ha dicho con relación a aquel almuerzo, admitiendo que todo fue pagado "en efectivo".

No obstante, Fernando Villén ha alegado no "recordar" o conocer los detalles "concretos" al ser interrogado por el fiscal sobre "viajes, facturas o anticipos inexistentes" orquestados supuestamente entre él y la directora financiera de la Faffe para "ocultar" estas prácticas. "No lo sé exactamente", ha manifestado en algunas ocasiones, asegurando insistentemente que "siempre" devolvió a la Faffe el dinero del "uso indebido" de la tarjeta en prostíbulos. Especialmente, ha enfatizado su "grado de arrepentimiento" por estos hechos. "He pedido excusas en varias ocasiones. Arrastro un deterioro de mis relaciones personales, sociales y familiares y toda una depresión. Siento un arrepentimiento muy grande", ha aseverado el acusado.