
Ciencia
Descubren dos familias distintas de galaxias gracias al infrarrojo
Los núcleos, que hasta hora se consideraban un grupo homogéneo, en realidad se dividen en dos familias diferenciadas

Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) han descubierto gracias a la radiación infrarroja que no todas las galaxias activas son iguales y que sus núcleos, que hasta hora se consideraban un grupo homogéneo, en realidad se dividen en dos familias diferenciadas.
Según ha informado este lunes el IAA en un comunicado, este hallazgo sugiere que los agujeros negros que alimentan los núcleos de estas galaxias podrían pasar por distintas fases de evolución energética.
El estudio, publicado en la revista 'Astronomy & Astrophysics', describe cómo se pueden investigar fenómenos extremadamente violentos que tienen lugar en galaxias situadas a millones de años luz gracias a las huellas que dejan en el gas que las rodea.
Como han detallado los científicos, este gas actúa como una especie de mensajero: absorbe la radiación más energética, que no se puede detectar directamente, y la vuelve a emitir en longitudes de onda más accesibles, como el infrarrojo o la luz visible.
De este modo, los investigadores pueden reconstruir lo que ocurre en el corazón de estas galaxias sin necesidad de verlo directamente, lo que resulta clave para entender cómo han evolucionado a lo largo del tiempo.
“El rango infrarrojo es especialmente útil porque es capaz de penetrar en las nubes de polvo que cubren muchos de estos fenómenos y revela transiciones energéticas que corresponden a iones solo presentes cuando el campo de radiación es muy intenso, sustituyendo a la detección directa en rayos X o en el ultravioleta”, ha explicado Enrique Pérez Montero, investigador del IAA-CSIC y responsable del estudio.
Gracias a este método, el equipo ha descubierto que los núcleos galácticos activos se agrupan en dos familias bien diferenciadas: una emite un espectro ionizante más duro, pero resulta menos eficiente, mientras que la otra muestra un espectro más suave y luminoso.
"Estos dos estados podrían corresponder a distintos modos de eficiencia energética del disco de acreción, que es la región donde la materia emite la energía antes de caer al pozo de gravedad del agujero", ha detallado Pérez.
Así, los avances logrados gracias a esta investigación liderada por el IAA-CSIC en colaboración con el Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (CEFCA) permite estudiar los núcleos galácticos ocultos sin depender de observaciones en longitudes de onda más energéticas, cuya detección desde la Tierra es limitada debido a la atmósfera.
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