Gastronomía

Lobo Blanco, el nuevo restaurante de Sevilla que revoluciona la cocina a la leña

El establecimiento, ubicado en la parte más céntrica de la Avenida de Miraflores, ofrece una experiencia culinaria única en la ciudad

Adrián Solís, chef de Lobo Blanco, en la cocina del restaurante
Adrián Sotillo, chef de Lobo Blanco, prepara una de sus recetas en la cocina del restauranteJosé María Casco

“Todo pasa por la brasa; el toque de la leña y el carbón siempre está presente en nuestra cocina”. Así explica Adrián Sotillo, el chef del restaurante Lobo Blanco, cuál es la esencia del nuevo establecimiento que abrió sus puertas hace cuatro meses en Sevilla. La carne de Txogitxu es la protagonista, pero Solís también juega con los platos de siempre, añadiendo su toque personal.

El chef del restaurante Lobo Blanco, Adrián Sotillo, en las instalaciones del nuevo restaurante
El chef del restaurante Lobo Blanco, Adrián Sotillo, en las instalaciones del nuevo restauranteJosé María Casco

En Lobo Blanco podemos encontrar, entre otros platos, desde carnes de entre 700 gramos y un kilo y medio a ventresca de atún rojo de Almadraba Gadira o croquetas de cecina de vaca, burrata pasada por las brasas, tartar de atún rojo y ostras guillardeau nº2, además del “fuera de carta”, que suelen ser recetas con productos de temporada.

La carne de Txogitxu es la protagonista del restaurante Lobo Blanco
La carne de Txogitxu es la protagonista del restaurante Lobo BlancoJosé María Casco

Para Sotillo, una de las claves del éxito del nuevo restaurante es simple: ofrecer productos frescos, de calidad y con la brasa como eje transversal de su cocina. “Nuestro producto es del día, con la mejor calidad y hecho en casa”, asegura, para incidir después en que “no trabajamos con nada de fuera”.

Uno de los platos que se sirve en el restaurante
Uno de los platos que se sirve en el restauranteJosé María Casco

Lobo Blanco se erige como una brasería ubicada en una localización inmejorable y con una cocina diferente a la que ofrecen otros restaurantes. Pero su apuesta va más allá. A la cocina se unen dos aspectos fundamentales que hacen que la experiencia no deje indiferente a nadie. Por un lado, la decoración y la comodidad. Por otro, el excelente servicio en mesa. “En nuestro restaurante el cliente ve en todo momento lo que se ha pedido”, asegura Bilal Chakhsi, la persona que, junto a su hermano Othmane Chakhsi, ha dado vida al restaurante. Este gesto de confianza es una de las claves por las que este establecimiento está dando mucho que hablar. “Estamos haciendo mucho hincapié en que el cliente vea en todo momento lo que se va a comer”, insiste Chakhsi, que explica que a todo ello se le suma un “servicio premium” que han diseñado para que “el cliente disfrute en todo momento y se sienta cómodo en el restaurante desde la comida hasta el tardeo y la cena”.

Los cócteles son unos de los principales reclamos de Lobo Blanco
Los cócteles son unos de los principales reclamos de Lobo BlancoJosé María Casco

Sobre la decoración, el establecimiento destaca por ofrecer un ambiente exclusivo y “desmarcarse” de los restaurantes del centro histórico. “No hemos contratado a ninguna agencia de interiorismo”, explica Chakhsi, que, dedicándose toda su vida al mundo de la restauración, tenía “muy claro” cómo quería decorar su nueva casa. Y no es una metáfora; los hermanos Chakhsi eligieron el nombre de “Lobo blanco” porque ellos se sienten identificados con “la lealtad y el sentimiento de familia” que caracteriza a este animal. “Cuidamos de los nuestros e inculcamos estos valores a todo el equipo”, matiza.

Lobo Blanco
Lobo BlancoM. G.

La terraza de Lobo Blanco y su porche, que se pueden fusionar para crear una terraza interior, son espacios que reflejan la versatilidad y adaptabilidad del restaurante. Cada área ofrece una atmósfera diferente, desde una comida informal al aire libre hasta una cena elegante en el salón. Esta flexibilidad se extiende a la carta, que inicialmente variaba entre la terraza y el salón, aunque terminó adaptándose para satisfacer las necesidades de un público sevillano "que demandaba poder consumir todos los productos" en las diferentes estancias.

Lobo Blanco ofrece la oportunidad de vivir diferentes experiencias: comida, "tardeo" y cenas
Lobo Blanco ofrece la oportunidad de vivir diferentes experiencias: comida, "tardeo" y cenasJosé María Casco

Para Lobo Blanco, ofrecer una experiencia integral desde la comida hasta la cena, incluyendo el concepto de "tardeo", es esencial para establecerse como un destino culinario de referencia en la ciudad. Esta concepción permite a los clientes disfrutar de una experiencia gastronómica única en un solo lugar. Asimismo, "el tardeo", esa nueva forma de entender y disfrutar del tramo horario que va desde las 16:00 horas hasta las 20:00 horas, brinda la oportunidad de transformar las tardes en momentos de disfrute y experiencias culinarias, fomentando así una conexión más profunda con la cultura y la oferta del restaurante, que próximamente incluirá música en directo.

La carta

El menú del restaurante ofrece una gran variedad de platos que abarcan desde entrantes hasta postres, destacando en particular las ostras Gillardeau del número 2 preparadas de diferentes maneras, anchoas artesanas de Santoña y una ensaladilla especial de la casa. Además, se incluyen opciones como la burrata por las brasas con tomate seco, verduras ecológicas salteadas, buñuelos de bacalao y croquetas de cecina. La oferta de mariscos y pescados está presente a través del tartar de atún rojo de almadraba Gadira o la ventresca de atún rojo y el pulpo a la parrilla, mientras que las carnes varían desde steak tartar de solomillo con grasa de vaca vieja hasta magret de pato con espinacas y toffe de cebolla. Además, hay otras opciones a la brasa como parrilladas de verduras, arroz de mar y montaña y una selección de carnes. Los postres incluyen souflé de avellanas, lemon pie, mousse de mascarpone, brioche de torrija caramelizada y tarta de queso cántabra.

La ostra Guillerdau del número 2 cuenta, además, con una presentación exquisita
La ostra Guillerdau del número 2 cuenta, además, con una presentación exquisitaJosé María Casco

La selección de platos del restaurante sobresalen por el uso de ingredientes de alta calidad y recetas que resaltan sabores auténticos. Las ostras Gillardeau del número 2, conocidas por su calidad, junto con las las anchoas artesanas de Santoña, por ejemplo, muestran un compromiso por la calidad con productos selectos que son complicados de encontrar en Sevilla. Por otra parte, la variedad de opciones, desde entrantes ligeros como la burrata pasada por las brasas hasta platos más elaborados como el tartar de atún rojo de almadraba Gadira y el magret de pato, aseguran una experiencia gastronómica que no dejará a nadie indiferente. La inclusión de opciones a la brasa y postres poco conocidos entre el público sevillano –como el souflé de avellanas y la tarta de queso cántabra– ponen de relieve el objetivo del equipo: ofrecer una cocina creativa y versátil. En definitiva, este menú promete una experiencia culinaria diferente que busca el equilibrio entre la tradición y la innovación.

Todo lo que hay que saber

  • Ubicación: Avenida de Miraflores, 17. 41008, Sevilla.
  • Reservas: A través de la web (restauranteloboblanco.com) o en el teléfono 954 885 336.
  • Precio: En la media. Los clientes destacan la relación calidad-precio del restaurante.
  • Horario: Viernes, sábados y domingos de 12:00 horas a 24:00 horas. El resto de días, de 12:00 horas a 16:30 horas y de 20:00 horas a 24:00 horas. El lunes, cerrado.
  • Destaca por... su compromiso con la calidad, servicio innovador, productos difíciles de encontrar en Sevilla y creatividad culinaria.