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Marinaleda, el pueblo comunista con 89 votantes de Vox

El bloque de izquierdas de Sumar y PSOE supera el 81% de los votos en este municipio sevillano

Ayuntamiento de Marinaleda
Ayuntamiento de MarinaledaLa Razón

En Marinaleda (Sevilla) ha gobernado ininterrumpidamente desde 1979 el histórico líder jornalero Juan Manuel Sánchez Gordillo, del Colectivo Unidad de los Trabajadores (CUT), encuadrado en IU, hasta las pasadas elecciones municipales, que fue sustituido por Sergio Gómez. El líder de la coalición Con Andalucía, conformada por Podemos e IU, logró la mayoría absoluta en los comicios del pasado mayo con el 71% de los votos.

Ni la marcha del "caudillo rojo" Gordillo ni la ruidosa irrupción de Vox han conseguido que Marinaleda cambie su parecer político. De hecho, en estas elecciones la marca de Sumar logró la mayoría absoluta en este municipio, con el 61% de los apoyos. En segunda posición se colocó el PSOE, con el 20,19% de los votos. De esta forma, el bloque de izquierdas logró el pasado 23 de julio el 80% de los votos.

El bloque de derechas, por su parte, apenas alcanzó el 17%. El Partido Popular se colocó como tercera fuerza, con 195 votos (12%) cinco puntos más que en las pasadas elecciones generales, que consiguió 103. El partido ultraderechista de Abascal ha bajado 2 puntos menos respecto a los anteriores comicios de 2011, consiguiendo 89 votos.

La marcha de Gordillo

La figura del alcalde de Marinaleda (Sevilla), Juan Manuel Sánchez Gordillo, siempre ha estado envuelta en un halo de misticismo. Este hijo de albañil ejerció de maestro en su pueblo durante cuatro años, pero pronto comenzó su particular «activismo agrario». Se ha mantenido en la Alcaldía durante 44 años, encadenando mayorías absolutas desde las primeras elecciones democráticas tras el franquismo, y en mayo le llegó el momento de la retirada debido a varios achaques de salud y dejando atrás una innumerable ristra de acciones reivindicativas que han forjado su leyenda.

Este líder jornalero convirtió Marinaleda en una particular «Arcadia roja». Un reducto comunista donde sus vecinos, algo más de 2.000, colaboran en la limpieza de las calles y en el arreglo de los jardines. Son los denominados «domingos rojos», sin salario y en días libres. En Marinaleda no hay problemas habitacionales. El Ayuntamiento cede los terrenos y son las propias familias las que levantan sus viviendas. Un modelo de autoconstrucción y cooperativismo que le ha sido rentable electoralmente. Además, gran parte de la población trabaja en la cooperativa El Humoso, dedicada a las conservas. Se trata de una finca propiedad de la Junta de Andalucía cedida a los vecinos en los años 90. El Consistorio ya ha iniciado los trámites para convertirla en municipal, sin pagar por ella.

Quien ose mostrarse contrario a los postulados del alcalde no goza de una vida plácida en el pueblo. Algunos críticos han sufrido pintadas en sus viviendas e incluso tienen que abrir negocios en pueblos cercanos.