
Entrevista
Micaela Millán: «Una educación de calidad cambia y salva vidas»
El proyecto «One Chance» es la prueba de que un aula puede ser un trampolín hacia los grandes retos globales

Juanma, Pablo y Manuel, tres alumnos de 4º de ESO, han demostrado que la ilusión y el talento pueden abrir puertas impensables: de un instituto público de Dos Hermanas a la sede de Naciones Unidas y hasta el mismísimo Instituto de Tecnología de Massachusetts, el célebre MIT. El germen fue la inquietud personal de los propios estudiantes –uno convive con la diabetes y otro con el asma– y la necesidad de contar con un kit salvavidas en espacios públicos. Su proyecto, «One Chance», es la prueba de que un aula puede convertirse en trampolín hacia los grandes retos globales. Entrevista a su profesora y responsable del proyecto, la docente Micaela Millán.
¿Cómo nació la idea de «One Chance»?
Todo empezó en una clase del IES Olivar de la Motilla cuando lancé al alumnado de 3º y 4º de ESO la posibilidad de participar en The Challenge de la Fundación «la Caixa». La propuesta buscaba impulsar proyectos alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, sobre todo, conectar con aquello que de verdad les importa. Juanma, Pablo y Manuel no lo dudaron: se unieron como equipo y pusieron sobre la mesa sus propias inquietudes. Ellos mismos detectaron que había situaciones médicas muy frecuentes –diabetes, asma, anafilaxia– para las que no existía una respuesta inmediata en espacios públicos. De esa necesidad real, cercana y personal nació «One Chance», un kit pensado para salvar vidas.
Ya existen desfibriladores en espacios públicos. ¿Qué hace diferente a este kit?
Atiende situaciones de emergencia que hasta ahora no estaban contempladas, como ataques de asma, choques anafilácticos, hipoglucemias o atragantamientos, además de los paros cardíacos. El dispositivo ofrece medicamentos de rescate genéricos, de bajo coste, en dosis estándar y fáciles de usar sin necesidad de conocimientos médicos. Puede instalarse en cualquier espacio público, incluidos los centros educativos, lo que multiplica su potencial.
El dispositivo surgió de necesidades reales de alumnos diabéticos y asmáticos. ¿Qué supuso para ellos?
Ha sido una experiencia transformadora. Desarrollaron un dispositivo innovador conectado con su vida cotidiana y con impacto social. A nivel personal les permitió sentirse protagonistas de un cambio, y a nivel formativo adquirieron competencias y habilidades nuevas, valorando su talento y su capacidad de aportar.
El kit incluye glucómetro por infrarrojos, inhaladores, autoinyectores y un sistema de inteligencia artificial conectado con el 112. ¿Cómo lograron los alumnos desarrollar una propuesta tan completa?
Ellos siempre dicen «trust the process». Cuando conectas con su centro de interés y confías en su talento, se motivan y creen en sí mismos. Han tenido dificultades, pero siempre pensaron que era posible, superando cualquier obstáculo. Esa confianza ha sido clave para sacar adelante una propuesta tan ambiciosa.
Usted dedicó tardes, fines de semana y recreos. ¿Qué le llevó a implicarse tanto?
Me apasiona mi trabajo. Estas experiencias permiten al alumnado crecer de manera exponencial. Cuando ves los resultados en su aprendizaje y motivación, tu responsabilidad como docente es acompañarlos. El tiempo libre se convierte en tiempo compartido para el aprendizaje y la ilusión.
El proyecto viajó a Nueva York y Boston y fue presentado en la sede de la ONU. ¿Cómo lo vivieron los alumnos? ¿Y usted?
Ellos aprovecharon cada segundo. Fue una experiencia que les aportó competencias nuevas y les cambió la manera de entender el mundo y su papel en él. Para mí, verlos presentar en Naciones Unidas ha sido uno de los momentos más emotivos de mi carrera. Me sentí muy orgullosa de su talento y compromiso, y agradecida de poder dar visibilidad al trabajo de jóvenes con responsabilidad social en un escenario global.
¿Qué significa que un instituto público andaluz haya llegado tan lejos en un certamen internacional?
Es un orgullo como andaluces y un logro que demuestra la calidad de la educación pública. El proyecto «One Chance» fue uno de los siete equipos seleccionados entre más de 2.000 proyectos. El mérito es indiscutiblemente de los alumnos, pero también refleja el trabajo constante de los docentes que los han acompañado y de sus familias. Este reconocimiento, igualmente, pone en valor el gran esfuerzo y el talento de nuestro alumnado y de los profesores andaluces.
Usted reivindica la calidad de la educación pública. ¿Qué mensaje le gustaría trasladar a la sociedad?
Apostar por la educación pública es apostar por la vocación y el compromiso de los docentes, pero también por el talento y las ideas del alumnado que se implica. Significa garantizar la igualdad de oportunidades para aprender y crecer sin importar el origen social, económico o cultural. Es, en definitiva, apostar por el presente y el futuro de Andalucía. La educación de calidad cambia y salva vidas.
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