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Medio Ambiente

Una moratoria para los vertidos mineros del Guadalquivir

Ecologistas y ayuntamientos piden frenar los permisos a las mineras

La concentración tuvo lugar en Lebrija (Sevilla) La Razón

El Ayuntamiento de Lebrija, La Colectiva y la Asociación Cívica Salvemos el Guadalquivir, junto con las entidades Marea Blanca, COAG, Comunidad de Regantes Sector B-XII del Bajo Guadalquivir, Asociación de Empresarios ACITUR, Asociación de Mariscadores de Corrales Jarife y diversas entidades ecologistas de Chipiona, Sanlúcar, Rota, Trebujena, Dos Hermanas y Sevilla, realizaron una marcha por las calles de Lebrija, con final en la plaza del Ayuntamiento. El acto celebrado el pasado viernes contó con el apoyo de las alcaldías de Chipiona y Coria. Los participantes realizaron la performance «Salvemos el Guadalquivir», un cortejo fúnebre del río, para anunciar el «colapso hídrico» que podría ocurrir si no se paran los vertidos.

El objetivo de la acción, explicaron, era «alzar la voz para dar visibilidad e informar a la ciudadanía y a los sectores económicos que dependen de un estuario en buen estado ecológico de la amenaza de los vertidos tóxicos que proyectan realizar las minas de Aznalcóllar y de Cobre las Cruces al río». Bene Cordero, de La Colectiva, presentó el acto en el que tomaron la palabra Teresa Serrano, delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Lebrija, Luis Mario Aparcero, alcalde de Chipiona, Jesús Manuel Castillo, catedrático de Ecología de la Universidad de Sevilla, Rafael Ruíz, vicepresidente de la Asociación de Mariscadores de corrales Jarife, y Sebastián Martín, presidente de Marea Blanca Andalucía. Los intervinientes pidieron a la Junta que apruebe una moratoria de esos vertidos y el nombramiento de una comisión de expertos independientes que evalúe el estado actual del estuario y el efecto que podrían producir el incremento de metales pesados anunciado. Apelaron «al principio de precaución, pilar de la normativa ambiental europea». Se recordó también que First Quantum y Grupo México, las multinacionales concesionarias de las dos minas, presentan «un lamentable historial de incumplimientos legales, accidentes y vertidos tóxicos en países como México o Panamá», y que, en concreto, «First Quantum ha sido condenada por el TSJA por contaminar con arsénico el acuífero Niebla-Posadas». Las mismas demandas se dirigen también al Ministerio, como competente para autorizar el vaciado de las dos cortas mineras de Aznalcóllar al Guadalquivir, que albergan unos 20 hm de aguas extremadamente tóxicas.