
Tribuna
Nauta: navegantes de la cultura y el entendimiento
Francisco S. Guitard asegura que esta entidad, "desde su fundación en 2014, ha buscado tender puentes entre España, América y Filipinas"

«No, Miguel, no… No necesitamos otro instituto del descubrimiento. Ya todo está descubierto. La cultura no necesita conquista, necesita navegantes. Necesita nautas». Recuerdo esa conversación con Miguel de la Quadra-Salcedo como si fuera ayer. Fue una de las tantas noches de intercambio de ideas, que se prolongaban hasta altas horas, explorando cómo hacer del pasado un puente hacia el futuro. Miguel, siempre inquieto y apasionado, era un maestro de la narración, pero también sabía escuchar. Aquella noche, algo en nuestras palabras cobró vida: la idea de un Instituto que navegara en busca de conexiones culturales y humanas.
Así nació el Instituto Nauta, un espacio que, desde su fundación en 2014, ha buscado tender puentes entre España, América y Filipinas. La historia no empieza allí. El Instituto es el resultado de años de trabajo, encuentros y desencuentros; de proyectos y sueños compartidos. Desde mi labor en el Foro Bernardo de Gálvez, donde fui secretario general a partir de 2009, aprendí que las instituciones no son nada sin las personas que las construyen. Ese foro, con hitos como la obtención de la ciudadanía honoraria estadounidense para Bernardo de Gálvez, fue una experiencia que me mostró el poder del compromiso colectivo y la importancia de conectar pasado y presente.
El Instituto Nauta surgió con una idea clara: superar las fronteras que nos separan y centrarnos en los puntos que nos unen. Más allá de las instituciones, son las personas las que hacen posible el cambio. La cultura, cuando es auténtica, nos recuerda que todos compartimos una misma esencia, aunque hablemos diferentes idiomas o vivamos realidades distintas. Esa diversidad histórica tiene su ejemplo en St. Agustine de Florida, fundada por España en 1565.
Un proyecto emblemático del Instituto Nauta es el Camino de las Américas, como extensión del Camino de Santiago en América. Conecta físicamente a España y América a través de una ruta cultural e histórica simbolizando la integración y la cohesión de nuestras raíces comunes. Cada peregrino que recorre el Camino de las Américas participa en una experiencia transformadora, donde los pasos son un acto de reflexión y conexión, tanto personal como colectiva.
Otro pilar fundamental es el Archivo Digital Interactivo de las Américas, que pone al alcance de las personas todo el inmenso legado cultural de nuestro continente. Es una base de datos y una herramienta viva que invita a interactuar, aprender y valorar nuestra historia desde una perspectiva moderna y accesible.
El Instituto Nauta puso en marcha la Cátedra del Mestizaje en colaboración con la Universidad de Málaga y bajo la dirección académica del doctor Carlos Pérez Ariza. Estudia el mestizaje como una riqueza cultural, situándolo como una clave para entender el pasado hacia el futuro.
Tenemos funcionando el «First Coast World Region», celebra 500 años de mestizaje gastronómico, conectando la riqueza culinaria hispana con el mercado norteamericano. Oportunidad para que productos de España, Europa e Hispanoamérica se introduzcan en ese competitivo mercado.
Pero el verdadero valor del Instituto Nauta no está en los proyectos que impulsa, sino en la filosofía que los sustenta. En un mundo fragmentado, donde las divisiones a menudo parecen insalvables, el Instituto Nauta apuesta por un modelo de relaciones humanas basadas en la amistad, el pensamiento crítico y el compromiso. Sin imponer verdades ni levantar banderas, generando espacios donde las personas puedan encontrarse, dialogar y construir juntos.
Intentamos responder: ¿Qué estamos haciendo hoy para superar las fronteras que nos separan? ¿Cómo podemos fortalecer los lazos que nos unen? Cada proyecto, cada paso en el Camino de las Américas es una oportunidad para responder a estas preguntas. Por ello, Nauta está participando en la celebración de los 250 años de la independencia de los EE UU.
Miguel solía decir que la cultura es un viaje, no un destino. Tenía razón. Navegar implica moverse, descubrir y adaptarse a las corrientes, pero también implica colaborar. Ningún navegante cruza el océano solo. El Instituto Nauta es una invitación a emprender ese viaje juntos, a ser nautas en un mundo que necesita más puentes y menos muros. Hoy, más que nunca, necesitamos recordar que somos parte de una historia compartida. Una historia que no termina en los libros de texto, sino que se reinventa con cada paso que damos hacia los otros. Porque al final del día, la cultura no necesita conquista. Necesita navegantes.
* Francisco S. Guitard es el presidente del Instituto Nauta
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