Religión

El nuncio del Papa rememora la visita de Juan Pablo II en El Rocío

Bernardito Auza ha sido invitado a la romería para conmemorar el 30 aniversario de la visita de San Juan Pablo II

El nuncio en la celebración de la misa de Pestecostés, en El Rocío
El nuncio en la celebración de la misa de Pestecostés, en El RocíoAgencia EFE

El nuncio del papa Bernardito Cleopas Auza, ha rememorado este domingo en El Rocío a San Juan Pablo II coincidiendo con el 30 aniversario de la visita del pontífice a la aldea almonteña, en 1993 y su mítica frase "que todo el mundo sea rociero".

Lo ha hecho durante la celebración de la misa de Pentecostés, que ha presidido tras ser invitado por el Obispado de Huelva y la Hermandad Matriz de Almonte a participar en la romería para conmemorar esta efeméride.

La celebración eucarística, concelebrada por el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, ha tenido lugar en el Real de la aldea, una explanada situada junto a la Ermita del Rocío que preside una imagen de la Virgen erigida allí con motivo de su coronación canónica en 1919 en la que cada año se monta un altar mayor efímero.

La misa ha contado con la participación de las 127 filiales, que han acudido a la cita con sus simpecados e insignias y ha sido cantada por el coro el Coro de la Hermandad del Rocío de La Puebla del Río y la Orquesta Sinfónica de La Puebla del Río; así como cientos de romeros que no han querido perderse la celebración.

Durante la homilía el nuncio, tras transmitir a los presentes la bendición y un afectuoso saludo de parte del papa Francisco, ha recordado que la visita que San Juan Pablo II hizo al Rocío el 14 de junio de 1993 y su "vibrante mensaje" a la multitud de rocieros y peregrinos presentes.

"Que todo el mundo sea rociero, os dijo; qué gran publicidad, la mayor publicidad de la Virgen del Rocío, la mejor promoción de una verdadera devoción", ha apuntado.

Él mismo, el papa santo mariano, ha añadido "quiso ser peregrino y rociero y dejó aquí su huella por el cariño a nosotros y su amor a la Virgen, "Todo tuyo María" fue su lema", ha indicado.

Ha señalado que Juan Pablo II, será recordado por "su impulso por una verdadera devoción a la madre de Dios y el compromiso con lo que él llamaba la civilización del amor, ambos integran la expresión del Papa cuando aquí os dijo: Os invito a todos a hacer del Rocío una verdadera escuela de vida cristiana, una escuela en la que se enseña a amar a Dios, a María y a los hermanos".

"Todos están llamados a formar parte de la iglesia que nacida asistida por María en Pentecostés es una escuela que enseña el amor de Dios a los hombres; el hombre no puede vivir sin amor, nos decía San Juan Pablo II, su vida está privada de sentido si no encuentra y experimenta el amor", ha enfatizado.

Por último, ha pedido la intersección de San Juan Pablo II para seguir manteniendo vivo el amor a María y a ella "nuestra madre celeste", le ha pedido por el pueblo andaluz y español: "Que siga conduciéndoos en la alegría de vuestra forma de ser, la firmeza de la fe y engendre en vosotros la esperanza cristiana que se manifieste en el gozo de la vida".

"Que todo el mundo impregnado del amor de la madre de Dios sea rociero. Viva la Virgen del Rocío y, por siempre, viva la madre de Dios", ha concluido.

Al final de la homilía, las 127 hermandades filiales han renovado su compromiso con la Blanca Paloma, pasando los presidentes y hermanos mayores ante un libro con la leyenda "creemos en todos y cada uno de los dogmas adorables de nuestra sacrosanta religión, católica, apostólica y romana, única verdadera, y estamos dispuestos a derramar por ella hasta la última gota de nuestra sangre si fuese necesario".