Para los perros, el olfato no es solo un sentido más, es su herramienta principal para entender el mundo que los rodea. Si para los humanos la vista es el canal prioritario de percepción, para ellos, el olor lo es todo.

No es exageración decir que un perro “escucha” con la nariz. De hecho, su capacidad olfativa es asombrosa: la superficie de su mucosa olfativa puede alcanzar hasta 150 cm², equipada con cientos de miles de receptores por centímetro cuadrado. En comparación, la nuestra no supera los 4 cm².

Esta impresionante sensibilidad convierte cada paseo en una experiencia multisensorial. Cuando olfatean, los perros no solo detectan olores, procesan datos, analizan contextos y hasta identifican estados de ánimo. Ahora bien, ¿alguna vez te has preguntado cuáles son los olores que más disfrutan?

1. El olor de su humano favorito

Sin duda, el olor más importante para un perro es el de su persona de confianza. Este aroma no solo les resulta agradable, sino que activa zonas de su cerebro vinculadas al placer y la seguridad.

Los estudios han demostrado que los perros son capaces de identificar a su dueño entre muchas personas solo por el olor, y este reconocimiento les genera bienestar. El vínculo emocional entre perro y humano se refuerza a través de la nariz.

2. El olor de otros animales

Ya sea un gato, un pájaro o, por supuesto, otro perro, los animales tienen un fuerte interés por los olores de sus semejantes. Esto se debe a que a través del olfato pueden obtener información muy específica: estado emocional, salud, edad, e incluso si el otro animal está en celo.

No es raro ver a un perro olfateando con entusiasmo una zona del parque donde ha pasado otro animal.

3. El aroma de la carne

Aunque los perros han evolucionado junto al ser humano y su dieta se ha ampliado, su inclinación natural hacia la carne sigue muy presente. Su instinto carnívoro se despierta fácilmente ante el olor de un filete.

Basta con abrir una bolsa de pienso con olor a carne o dejar una barbacoa cerca, para ver cómo se les despierta el apetito y la curiosidad.

4. Los olores de la naturaleza

Hierba recién cortada, tierra húmeda, hojas secas… los olores naturales tienen un encanto especial para los perros. Cada uno de estos elementos esconde información que ellos pueden detectar con precisión: quién ha pasado por ahí, qué animal dejó su rastro, e incluso cuándo ocurrió.

Para un perro, caminar por el bosque o el parque es una experiencia de exploración.

5. El queso

Y aquí viene el olor que quizás no esperabas: el queso. Sí, ese alimento que a veces a los humanos nos parece demasiado fuerte o incluso desagradable, para los perros puede ser una auténtica delicia. Junto al pescado o productos ahumados, el queso entra en el top de olores que más les fascinan.