Fauna

Este mamífero marino se pasa la mitad del día durmiendo y come 50 kilos de vegetales al día

Amables e inofensivos, son conocidos por sus movimientos lentos y perezosos

Mamífero marino
Mamífero marinoPIXABAY (PublicDomainImages)

Cuando hablamos de mamíferos, la primera imagen que se suele venir a la cabeza es la de un ser terrestre y peludo, como un perro doméstico, un tigre salvaje o incluso el enorme elefante. Sin embargo, hay un grupo de animales con los que compartimos grupo que muchas veces olvidamos: los mamíferos marinos, aquellos seres que, gracias a numerosas adaptaciones, consiguieron conquistar el medio acuático.

El más grande de todos es la majestuosa ballena azul, de la que se han registrado individuos de más de 30 metros de largo y 180 toneladas de peso. Al lado opuesto del especto se encuentra el chungungo o 'gato de mar', una especie de nutria marina que habita en algunas costas de Sudamérica y se alimenta de pequeñas presas, como peces o crustáceos.

Imagen de una ballena azul, la especie de ballena más grande jamás observada
Imagen de una ballena azul, la especie de ballena más grande jamás observadalarazon

Hoy, sin embargo, en LA RAZÓN hablaremos de un mamífero marino muy distinto. Es completamente herbívoro y su apariencia no engaña: además de no ser agresivos, suelen comportarse con curiosidad, y se pasan la mitad del día descansando. Por desgracia, la UINC (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) los catalogó hace algunos años como "vulnerables".

Este mamífero marino se pasa la mitad del día durmiendo y come 50 kilos de vegetales al día

El animal del que en esta ocasión revelaremos curiosidades tiene no uno, sino dos días en su honor. El 25 de marzo, en México, se celebra el 'Día de apreciación del manatí'. También el 7 de septiembre existe, en todo el mundo, el 'Día Internacional del manatí'. Estos afables seres viven en aguas cálidas, y es muy común observarlos en ríos y costas marinas.

Pertenece al orden 'Sirenia', y hasta el momento se han descubierto tan solo tres especies principales: manatí del Caribe (Trichechus manatus), manatí del Amazonas (Trichechus inunguis) y manatí del África Occidental (Trichechus senegalensis). Son conocidos por su aspecto inofensivo y amable, además de sus movimientos lentos y perezosos.

Tiene un gran tamaño, pues pueden alcanzar hasta los cuatro metros de longitud y los 500 kilogramos de peso, aunque su alimentación se constituye exclusivamente de plantas acuáticas, como pastos marinos, algas y vegetación flotante. Se ha registrado cómo algunos manatíes pueden comer hasta 50 kilos de plantas al día, o sea, en torno al 10% de su propio peso corporal.

Manatí.
Manatí.PublicDomainImagespixabay

Cuentan con una curiosa modificación corporal que les permite arrancar la vegetación de cualquier superficie. Además de unos 'labios prensiles', disponen de dientes molares especializados para masticar las duras fibras. Viven principalmente en aguas cálidas y poco profundas, normalmente con temperaturas superiores a los 20ºC. A diferencia de otros mamíferos acuáticos, no tienen una capa gruesa de grasa.

Cuando llega el frío del invierno y en los mares o ríos que habitan baja la temperatura, inician un proceso de migración hacia aguas termales o más cálidas. Son animales muy dormilones: descansan de media entre 10 y 12 horas al día, distribuidas en muchas siestas cortas. Llegan incluso a dormirse bajo el agua, pero necesitan interrumpir su sueño cada veinte minutos para salir a respirar aire a la superficie.

Otras curiosidades del manatí

  • Es pariente del elefante. A pesar de su apariencia, está más emparentado con los elefantes que con otros mamíferos marinos.
  • Pulmones especiales. Sus pulmones recorren casi toda la longitud de su cuerpo, permitiéndole flotar con facilidad.
  • Longevidad. Pueden vivir entre 40 y 60 años en libertad.
  • Bebés tardíos. Las crías nacen tras 12 meses de gestación, miden aproximadamente 1 metro y dependen de su madre durante los primeros dos años.

Los manatíes están considerados como animales en peligro o en 'estado vulnerable', principalmente por factores como la pérdida de su hábitat, la destrucción de pastos marinos, la pesca accidental (mueren ahogados en las redes de pesca) o las colisiones con embarcaciones, ya que son tan lentos que muchas veces no pueden esquivar las lanchas a motor.