Gatos
¿Tu gato ha dejado de comer de repente? Mucho cuidado, podría estar avisando de que algo no está bien
La atención y prevención son las mejores aliadas en cuanto a evitar problemas graves de salud se refiere
La disminución del apetito en gatos es un problema frecuente que puede tener múltiples orígenes. Inicialmente, un cambio en el alimento puede provocar el rechazo temporal de la comida debido a modificaciones en su olor, sabor o textura. Esta situación suele ser transitoria y puede resolverse volviendo al alimento previo.
Sin embargo, la inapetencia prolongada representa un riesgo significativo para la salud felina. La falta sostenida de ingesta alimentaria puede desencadenar la pérdida de peso, deterioro muscular y el potencial desarrollo de lipidosis hepática, una condición grave que puede conducir a una insuficiencia hepática crónica.
Es fundamental distinguir entre la inapetencia verdadera —donde el gato no muestra voluntad de comer— y la incapacidad para alimentarse. Las causas de inapetencia son diversas e incluyen enfermedades sistémicas, infecciones, procesos inflamatorios, patologías tumorales, alteraciones metabólicas, estrés ambiental, problemas gastrointestinales, neurológicos o intoxicaciones.
Diagnóstico Veterinario Integral
El proceso diagnóstico comienza con una anamnesis detallada y un exhaustivo examen físico. El profesional veterinario evaluará si la problemática responde a una falta de voluntad o a una imposibilidad física de alimentarse.
Las pruebas diagnósticas pueden incluir radiografías dentales, torácicas y abdominales, ecografía, análisis sanguíneos, análisis de orina, endoscopia, tomografía computarizada o resonancia magnética. La selección de los estudios dependerá de la sospecha clínica inicial y los hallazgos preliminares.
El tratamiento será específico según la causa subyacente. En casos de inapetenciaprolongada con riesgo de desnutrición, podría ser necesario el ingreso hospitalario para hidratación intravenosa, soporte nutricional mediante sonda o monitoreo continuo de la evolución.
La alimentación por sonda, generalmente bien tolerada por los felinos, ayuda a prevenir complicaciones graves y permite mantener el soporte nutricional mientras se aborda la causa principal.
Recomendaciones Prácticas
Ante una pérdida de apetito, se sugiere, si ocurre tras cambiar la dieta, intentar restaurar el alimento previo. Además, es importante vigilar signos como: pérdida de peso, dolor, salivación extrema, vómitos, estado depresivo y/o dificultades para tragar.
La consulta temprana con un veterinario es crucial para establecer un diagnóstico preciso, implementar un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones como la lipidosis hepática.