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Inquietud y preocupación sobre esta dieta para tu perro o gato: "Dos pacientes murieron y dos enfermaron gravemente"

Este tipo de dietas son altamente nutritivas para el animal, pero según algunos expertos veterinarios puede tratarse de un riesgo importante para los humanos

Perro en el veterinario
Perro en el veterinarioDreamstime

La alimentación de nuestras mascotas se ha convertido en uno de los temas más polémicos entre propietarios. Cada día surgen nuevas tendencias dietéticas que prometen revolucionar la salud de perros y gatos.

Entre todas estas opciones, la dieta cruda ha ganado adeptos fervorosos que defienden sus beneficios con pasión. Sus defensores aseguran que imita la alimentación natural de los cánidos salvajes, prometiendo mejoras evidentes en el pelaje y la energía.

Sin embargo, detrás de esta aparente naturalidad se esconden riesgos graves que han llevado a veterinarios y organismos oficiales a pronunciarse de forma contundente. Las consecuencias pueden ser más severas de lo que muchos propietarios imaginan.

La dieta natural, irónicamente peligrosa

Según apuntan desde NomNomNow, esta tendencia alimentaria presenta múltiples problemas sanitarios que van más allá de lo que sus defensores admiten. La FDA completó en 2012 un estudio definitivo que detectó altos niveles de salmonela y listeria en estos productos, advirtiendo oficialmente contra su uso.

El testimonio más impactante llega de la doctora Amber Andersen, veterinaria del Point Vicente Animal Hospital en California: “He tenido dos pacientes que murieron y dos que enfermaron gravemente” por esta causa. Su experiencia ilustra el peligro real que supone esta práctica para la salud pública.

La Asociación Americana de Hospitales Veterinarios también se ha posicionado firmemente en contra, declarando que alimentar con dieta cruda “ya no es solo una preocupación individual, sino un problema de salud comunitaria”. Múltiples organizaciones veterinarias han respaldado esta posición tras constatar los riesgos bacteriológicos.

El problema trasciende la salud del animal. Los perros alimentados con carne cruda no pueden lamer a sus dueños tras comer, especialmente peligroso en hogares con niños o personas vulnerables. Las bacterias se transmiten fácilmente a través de la saliva, las patas y el pelaje que haya contactado con el alimento.

Algunos veterinarios han llegado al extremo de rechazar tratar mascotas alimentadas con dieta cruda debido a los riesgos de responsabilidad legal y sanitaria. Esta resistencia profesional debería hacer reflexionar a los propietarios sobre la seguridad real de esta práctica.

La ironía es evidente: los mismos beneficios que promete la alimentación cruda se obtienen con dietas frescas cocinadas, pero sin los riesgos bacteriológicos asociados. Pelaje brillante, mayor energía y mejor digestión son posibles sin poner en peligro la salud familiar.