
Mascotas
La raza de gatos que está petándolo ahora mismo es una de las más jóvenes
Nacida de una casualidad genética en el Reino Unido, la raza de gato thai lilac es hoy una de las más exclusivas y desconocidas fuera de sus fronteras, con un carácter tan especial como su pelaje rosado

Pocos aficionados a los felinos fuera del Reino Unido han oído hablar de él, pero su singular pelaje de tonos rosados y su carácter sociable lo convierten en una auténtica rareza felina. Su nombre es thai lilac, una estirpe surgida casi por accidente que, a pesar de su reciente historia, hereda la nobleza de una de las razas más antiguas de Tailandia. Este gato, de apariencia delicada, establece un vínculo extraordinariamente fuerte con sus dueños, hasta el punto de que no gestiona bien la soledad. Este apego es tan profundo que no es raro descubrir que el gato te observa mientras duermes, un comportamiento que refuerza su instinto de protección y su conexión contigo.
De hecho, no es un gato para cualquiera. Su inteligencia y su naturaleza activa le llevan a buscar la interacción constante, por lo que exige una atención constante y un entorno doméstico que le proporcione estímulos. Es un animal comunicativo que necesita sentirse parte de la familia para estar equilibrado, una característica heredada directamente de sus ancestros, los venerados gatos korat, conocidos por su temperamento leal y su apego a las personas.
Por otro lado, la aparición de esta raza fue un completo capricho genético. Todo comenzó en 1989, cuando del cruce de dos korat en el Reino Unido nació una cría con un color nunca visto. El llamativo tono no se debía a una mutación, sino a la expresión de un gen recesivo latente que portaban ambos progenitores. Aquel evento fortuito desencadenó el interés de los criadores, iniciando un camino que culminaría con su reconocimiento oficial en 2009 por parte del Governing Council of the Cat Fancy (GCCF), el principal registro británico.
El legado genético de un pelaje singular
Asimismo, su ascendencia no solo define su temperamento, sino también sus cuidados físicos. El thai lilac posee un pelo corto y sedoso que apenas requiere un par de cepillados al mes para mantener su brillo y suavidad, lo que supone un mantenimiento físico muy sencillo para sus propietarios. Su porte es elegante y su complexión atlética, reflejo de una herencia que se ha mantenido pura durante generaciones. Junto al cuidado de su pelaje, es importante prestar atención a su dieta y desterrar mitos comunes, pues darle leche a un gato adulto puede ser perjudicial para su salud digestiva.
Sin embargo, esta herencia noble esconde una sombra. Al igual que sus parientes korat, el thai lilac es portador de una predisposición genética a la gangliosidosis, una preocupante enfermedad hereditaria que afecta al sistema nervioso. Por este motivo, es fundamental que los criadores responsables realicen pruebas genéticas a sus ejemplares para evitar la transmisión de esta dolencia y garantizar la salud de una raza que, pese a su belleza y encanto, sigue siendo uno de los secretos mejor guardados del mundo felino.
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