Leer para creer

Dos primos maños en Nueva York: esta es la triste realidad que esconde el cómico suceso

Una historia que deja de relieve la inseguridad de sus calles, aunque no hay que lamentar un trágico final

Times Square, en Nueva York, el símbolo de la ciudad cosmopolita
Times Square, en Nueva York, el símbolo de la ciudad cosmopolitaKena BetancurAgencia EFE

Patricia Lecha (26) y David Puyalón (30) son dos primos residentes en el barrio de Delicias, Zaragoza, que recientemente han cumplido uno de sus sueños: por primera vez han saltado el charco para ‘patearse’ Nueva York. Las expectativas eran muy altas y la gran urbe las ha cumplido con creces, pese a un peligroso incidente que finalmente ha quedado en un entrañable susto. “Estuvimos cinco días. A partir ya del segundo, después de estar todo el día viendo lo que tocaba, nos sentábamos por la noche en Time Square, para embelesarnos con el trajín de gente y las inmensos pantallones de publicidad”, explica a ‘La Razón’ el segundo.

Lo que finalmente se quedó en una graciosa anécdota que hoy pueden compartir sin ningún trauma refleja también la cruda realidad de una ciudad frenética y, a la vez, insegura principalmente de madrugada. “La cosa empezó cuando a primera hora de la noche empezó a llover muchísimo. Estábamos por la zona de Wall Street, así que decidimos meternos en una boca de metro para resguardarnos”, dice Patricia.

Arrancó un fluorescente del techo

“Y ahí estábamos tan tranquilos, al lado de las máquinas para sacar los billetes de metro, cuando de repente un vagabundo que estaba en una de las esquinas y sin mediar palabra arrancó un fluorescente del techo, Daba miedo porque era muy alto y lo hizo todo muy brusco. No había nadie más”, continúa. Obviamente, tras unos segundos de “parálisis”, como explica su primo, corrieron escaleras arriba.

Un susto que no se quedó solo con la amenaza del mendigo barra de cristal en mano. Presa del pánico, David subió corriendo. “Tan asustado estaba que dejé a mi prima atrás, la verdad que inconscientemente me salió el instinto de supervivencia”, comparte. “Corrí varias calles y cuadras hacia adelante y me escondí en una esquina".

Sin embargo, la joven actuó de una forma completamente diferente. “Yo, como se algo de inglés intenté dialogar con el individuo mientras subía las escaleras de la boca del metro. Seguía sin entender lo que farfullaba, pero la verdad que no me asusté tanto porque vi que realmente no quería pegarme con la barra. Yo iba subiendo despacio mirando hacia atrás porque iba pegando contra los escalones que yo subía con el fluorescente, hasta que ya llegamos arriba y él no salió a la calle”.

Nueva York: más de 350.000 indigentes en 2024

Está claro que en situaciones de riesgo cada persona reacciona de una forma diferente. Cuando David ya vio desde la esquina en la que estaba parapetado que su prima estaba tan tranquila en la calle, espero a que esta avanzara para ir a su encuentro. “Menos mal que es mi primo mayor y se supone que tiene que protegerme”, nos confiesa ella entre risas.

Los primos zaragozanos llegaron a la conclusión de que el mendigo se vio amenazado en el que podría considerar su pequeño territorio, el hall del metro, pero si es cierto posiblemente haya otros ‘homeless’ que crean lo mismo de los lugares donde pernoctan. Y es que detrás de la cómica historia, se esconde la cruda realidad de la capital estadounidense, bien conocida en medio mundo: hasta más de 350.000 personas malviven sin recursos en las peligrosas calles de Nueva York.