
Análisis de causas
Este es el verdadero origen de la contienda por las pinturas de Sijena: hay que remontarse a los tiempos de Sancha de Castilla
El detonante fue un devastador incendio durante la Guerra Civil, en 1936

El Monasterio de Sijena en Huesca, un cenobio femenino en el que ya no quedan monjas con una rica historia vinculada a la corona catalanoaragonesa, sigue siendo epicentro de un prolongado y complejo litigio por su patrimonio. Fundado en 1118 por la reina Sancha de Castilla, el monasterio albergó las pinturas de su sala capitular, consideradas una obra maestra del románico. Sin embargo, en 1936, durante la Guerra Civil, el edificio sufrió un devastador incendio que destruyó su artesonado mudéjar y dañó irreversiblemente las pinturas de sus muros.
Ese mismo año, un equipo de especialistas de la Generalitat de Catalunya se encargó de arrancar y salvaguardar las pinturas. Los murales fueron trasladados a Barcelona para su restauración y conservación, ingresando en el MNAC en 1940. El conflicto judicial por la devolución de las pinturas se inició en la década de 1990, a raíz del cambio de límites diocesanos aprobado por el Vaticano. La orden de San Juan de Jerusalén, de la que dependía el monasterio, cedió los derechos sobre las pinturas al Gobierno de Aragón, que las reclamó por la vía judicial en 2013.
Un laberinto judicial por el patrimonio
La batalla legal por el retorno de las pinturas ha sido un largo camino. En noviembre de 2016, un juzgado de Huesca ordenó al MNAC su devolución. Sin embargo, la ejecución de la sentencia se paralizó en enero de 2018 debido a las dificultades técnicas del desmontaje y traslado de los frescos. Después, la Audiencia de Huesca y el Tribunal Supremo han confirmado la sentencia a favor de Aragón, consolidando el derecho de la comunidad a recuperar su patrimonio.
El litigio por las pinturas no fue el único. Los bienes del monasterio, dispersos entre varios museos tras la Guerra Civil, también fueron objeto de una larga disputa. En 1992, las monjas de Sijena intentaron donar las obras al Museo de Lleida y al MNAC, pero el proceso quedó en suspenso por la muerte de las religiosas. En abril de 2015, un juzgado oscense declaró nulas las compras de las obras por parte de la Generalitat.
Sobre los bienes de Sijena, otro tortuoso capítulo
En 2016, un juzgado ordenó el traslado provisional de las 53 obras que se encontraban en el MNAC, que fueron devueltas a Aragón. Sin embargo, la Generalitat de Catalunya continuó el litigio para impedir el traslado de las piezas del Museo de Lleida. La situación se aceleró con la aplicación del artículo 155 de la Constitución en octubre de 2017. El juez de Huesca fijó una fecha para la entrega, y las piezas fueron finalmente devueltas a Sijena por la Guardia Civil.
La batalla judicial llegó a su fin en enero de 2021, cuando el Tribunal Supremo desestimó los recursos de la Generalitat. Con el litigio ya resuelto, el 27 de marzo de 2025, después de más de dos años de reformas en el monasterio, 28 de las obras en disputa —19 de Lleida y 9 del MNAC— fueron finalmente expuestas en la zona de los dormitorios. El resto de las piezas, que aún no tienen un lugar de exhibición, permanecen en el almacén del monasterio, a la espera de un nuevo capítulo en la historia de Sijena.
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