Curiosidad histórica

Superó a París o Viena: el café más grande de Europa estuvo en Zaragoza y cabían 2.000 personas

Tenía jardín interior y todos los días había conciertos al aire libre

Café antiguo
Café antiguoCreative Commons-Google

Café Botánico, Café Nolasco, o Justicia Café o el histórico Café de Levante son solo algunas de las referencias con las que se puede aseverar que Zaragoza es, todavía, una ciudad de cafeterías. Pero la capital del Ebro, al menos hace unas cuantas décadas, lo fue todavía más gracias a sus majestuosos cafés que llamaban la atención por sus imponentes salas y por la decoración tan exclusiva que poseían.

Porque es una pena que hayan desaparecido algunos tan míticos como el Café Central o el Café Ambos Mundos, este último gran exponente y lugar de reunión para la sociedad zaragozana de finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. Y es que la deslumbrante cafetería emplazada por aquel entonces en pleno Paseo de Independencia, en el centro de la ciudad, fue considerado el café más grande de Europa, quedando así al mismo nivel de otros cafés emplazados en grandes capitales europeas como Viena, París, o Budapest.

Espacio para 2000 personas

Inaugurado en 1881 y en pleno rendimiento hasta 1955 por su gran éxito y popularidad entre aragoneses y turistas venidos de todas partes, se podría decir sin remilgos que el Ambos Mundos fue un claro referente en todo el país por sus dimensiones y su extraordinaria elegancia. Lo más relevante de este café era su gran salón ricamente ornamentado, del que destacaban sus elegantes columnas decimonónicas elaboradas en hierro y sus preciosos artesonados en sus altos techos.

Pero había más. La elegancia del que fuera el café más grande de Europa durante décadas se traslada a sus más de 200 mesas de mármol y sus 28 grandes ventanales que aportaban luminosidad natural al salón central durante todo el día. Un espacio muy confortable que podía serlo todavía más para quien quisiera disfrutar directamente del buen tiempo mientras se tomaba su café. Y es que Ambos Mundos también contaba con un encantador jardín en el que disfrutar de agradables veladas veraniegas o de su música en directo a diario.

Así eran sus tertulias

Tan grande era el lugar, que este gran café podía dar cabida a 2.000 clientes cualquier día de la semana. Pero, como buen café de la época, ¿qué tipo de tertulias se cocían dentro? Al parecer, mientras que lo habitual en cualquier eran las tertulias de índole cultural o económicas, en Ambos Mundos lo más normal era que se dieran tertulias de corte político.

Pero el Ambos Mundos no era el único gran café en la capital aragonesa durante finales del siglo XIX y comienzos del XX. También destacó por su éxito el Café Gambrinus, inaugurado en 1889 -estaba ubicado en plaza de España y seguía un estilo parisino- y en activo hasta 1968. El Café Moderno, por su lado, seguro que está también en el vivo recuerdo de todos los aragoneses: situado en el chaflán del Coso con la calle Alfonso, era célebre por su gran marquesina y por un interior también ornamental y sofisticado: sus grandes espejos o las esculturas femeninas que decoraban sus paredes le diferenciaban, claramente, del resto.