La gastronomía asturiana cuenta con una amplia carta de dulces típicos a cual más rico: arroz con leche, requesón, tocinillo, casadiellas, cascadientes, borrachinos... pero hay uno que es el más típico de toda la región y que además se cocina mucho más en Carnaval, es decir, esta época.

Si nunca los has probado lo que tienes que hacer es probar los frixuelos, que también tienen otros nombres dependiendo de en qué lugar de Asturias te encuentres, si estás en la zona occidental les llaman cereixolos, pero la receta es la misma.

Se trata de una especie de crepe, muy fino, que se hace en sartén, y al que se le suele echar azúcar. Los frixuelos son la especialidad del Carnaval en Asturias y se cocinan en todas las casas, juntos con otras comidas tradicionales típicas de estas fechas como son los tortos con picadillo, el pote (ya sea de berza o de nabiza) y las carnes saladas de cerdo, como las costillas o la cabeza del cerdo, que se sirven con patatas cocidas.

Durante estos días son muchos los restaurantes que han diseñado comidas especiales para festejar estos días, que se celebran a los grande en todas las localidades y especialmente en Avilés, Oviedo y Gijón, donde se celebran grandes desfiles y se programan en fines de semana diferentes para que no coincidan y que así todo el mundo pueda disfrutar de esta fiesta.

Los frixuelos se hacen desde tiempos inmemoriales, se hacían en las casas de los pueblos, utilizando los productos que había: leche, harina y huevos.

Con estos tres ingredientes se hace una pasta, bastante líquida, pero con la consistencia suficiente para que cuaje en sartén, luego hay quienes le añaden un chorro de anís, ralladura de limón o canela. Al gusto.

A la mezcla también hay que ponerle algo de azúcar y una pizca de sal, la tradición es ir haciéndolos y apilándonos uno encima de otro en un plato. Cada uno se espolvorea con azúcar, pero hay quienes prefieren servirlos con miel o con compota de manzana.

En las casas de aldea se hacía muchas veces directamente encima del planchón de la cocina de leña, o en una sartén que tiene que se antiadherente, porque si se pegan, se fastidia la mezcla. Antiguamente en la sartén, donde ahora se echa un poco de aceite de oliva, se echaba un poco de tocino, que era lo que conseguía que la masa no se pegase a los bordes.

Los frixuelos son el postre más típico de Asturias, y si lo encuentras en carta no debes dejar de probarlo. Son ricos en todas su versiones y formas. En las sidrerías de Tierrastur son un clásico los de harina de escanda y siempre los tienen en carta. El sabor de Asturias no se puede entender sin probar esta delicia.