Planazos

¿Quieres vivir un día cien por cien asturiano?, este es el plan

Si te gusta la sidra y te interesa su historia te proponemos una jornada con visita al museo y comida tradicional

Una familia en una pomarada
Una familia en una pomaradaNoé Baranda- Turismo Asturias

En verano apetece moverse, pero sin pasarse. Queremos planes que mezclen aire libre, buena comida y algo diferente que contar. Y en pleno corazón de la comarca de la Sidra, Nava tiene la mezcla ideal para una jornada muy asturiana, de esas que dejan buen sabor de boca y también recuerdos. Si te gusta la sidra y te interesa su historia, si te gustan las sidrerías y disfrutarlas, aquí tienes un planazo muy asturiano para cualquier día de verano.

La ruta empieza por el Museo de la Sidra, un imprescindible que se recorre en menos de una hora y que engancha tanto a grandes como a pequeños. Allí podrás conocer el viaje de la sidra desde la manzana hasta el culín, con exposiciones interactivas, historia local y curiosidades que van desde las variedades autóctonas hasta el arte del escanciado. Temas como el chigre, la tonada, la música o los instrumentos musicales como la gaita están recogidos en este museo tan particular que es una idea genial para conocer un poco la cultura de la sidra.

Después de empaparte de cultura sidrera, toca probar lo aprendido... en la práctica. Y nada mejor que hacerlo en Casa Dominganes, una sidrería auténtica, de las de toda la vida, donde la tradición y la innovación se dan la mano.

El ambiente ya te lo dice todo nada más cruzar la puerta: aquí se vive la sidra. De primero, apuesta por platos clásicos como las cebolles rellenes o el cabritu, emblemas del recetario asturiano. Pero si quieres algo diferente, atrévete con su secreto a la sidra o la lubina con muselina de sidra. Platos sorprendentes, sabrosos y veraniegos, perfectos para acompañar con un culín bien escanciado.

Y de postre, tú decides: puedes quedarte con lo tradicional... o rendirte al favorito de la casa: un milhojas de pistacho que enamora bocado a bocado. Ligero, fresco y con ese toque dulce que pone el broche de oro a un día perfecto.