Andalucía

Beatriz Castilla: «A la calidad del producto se une el compromiso medioambiental»

Ya son cuatro las generaciones cultivando la tierra de olivos, siempre la variedad picual, y el resultado es el fruto del trabajo bien hecho: aceite de oliva virgen extra Noviembre, producido por Finca la Manillas y cuya calidad y propiedades lo convierten en un aliado para la salud.

Beatriz Castilla / Gerente y socia de Finca Las Manillas
Beatriz Castilla / Gerente y socia de Finca Las Manillaslarazon

Ya son cuatro las generaciones cultivando la tierra de olivos, siempre la variedad picual, y el resultado es el fruto del trabajo bien hecho: aceite de oliva virgen extra Noviembre

Llevan desde 1878 dedicados al cultivo del olivar. ¿Qué valor añadido tiene su aceite de oliva virgen extra Noviembre?

Es un producto 100% zumo de oliva, seleccionado y mimado desde el olivo para llevar el mejor fruto exprimido a un cliente cada día más exigente. Podríamos resumir el proceso en tres principales pasos: elección de los árboles cuyo fruto está en el momento idóneo y temprano de maduración, por ello el nombre de nuestro aceite es Noviembre, ya que ese es el mes en el que lo fabricamos; recogida de la aceituna seleccionada al alba, a primeras horas del día, por el procedimiento de vibrador con paraguas invertido para que ésta nunca toque el suelo. La aceituna recogida se moltura de inmediato, evitando el atroje, previamente se limpia de hojas, se despalilla y se lava. Y, por último, el proceso de molturación de la aceituna para conseguir aceite de alta calidad, se hace siempre en frío y por procedimientos mecánicos. El producto que ofrecemos es un aceite de oliva virgen extra que posee no sólo calidad, sino también una serie de valores positivos asociados a sus métodos de producción respetuosos con el medio ambiente, comprometidos con la trazabilidad y la seguridad alimentaria del producto.

-¿Qué significa y en qué beneficia al producto final que la cosecha de la aceituna sea recogida al vuelo?

-El objetivo del cultivo del olivo es obtener el mayor número posible de aceitunas en las mejores condiciones y calidad posible para maximizar así el beneficio del producto final, sea aceite de oliva o aceitunas de mesa. La técnica de recogida, el tipo de producto y calidad a que se destina el fruto, las herramientas, la cantidad y experiencia de la mano de obra, el estado de madurez del fruto, los cuidados en el manipulado y transporte son aspectos esenciales para la labor de recogida de aceituna. La categoría «vuelo» corresponde a frutos que se han derribado del árbol y se entregan en la almazara sin haber tocado el suelo, por lo tanto no se contaminan con los agentes del suelo ni contienen piedras ni tierra y se consigue una aceite de mayor calidad. La categoría «suelo» corresponde a aceituna que o bien ha caído por su propia maduración, o que se ha derribado sobre el suelo para su recogida.

-¿Cuál es la particularidad de vuestra almazara y cómo repercute en el producto final?

-La particularidad es que las dimensiones de nuestra almazara hacen que tengamos una producción limitada, lo que implica que la calidad del producto sea nuestro objetivo principal ya que mimamos el producto desde el árbol hasta la entrega a nuestros clientes. Ayudando a que todo el proceso de molturación sea bajo un sistema de calidad muy estricto e implementado por todas las personas que están relacionadas en el proceso de obtención de Noviembre. De hecho, nos acaban de comunicar que hemos ganado un premio por la calidad de nuestro aceite de oliva virgen extra en el III concurso Ibérico a la calidad de los aceites de oliva virgen extra enmarcado dentro de los XXII premios Mezquita, y es el primer concurso al que presentamos nuestro aceite.

-De cara a un futuro, ¿qué proyectos tenéis pensados?

-Estamos trabajando la posibilidad de introducir nuevos productos, todos ellos elaborados de una forma artesanal con nuestro aceite de oliva virgen extra. También tenemos en estudio la cosmética natural, entre otros.