La lucha contra el diésel multiplica la venta de coches de gasolina

La Comisión de Expertos sobre escenarios para la Transición Energética recomendaba hace unos días encarecer el diésel hasta casi un 29%; una medida que no es del agrado de muchos sectores y que de implantarse vendría a complicar todavía más la situación a este tipo de vehículos. Muchos ayuntamientos, como Madrid o Barcelona, imponen serias restricciones al tráfico rodado de este tipo de vehículos durante periodos de alta contaminación (a excepción de los modelos más modernos que cumplen con la norma Euro 6). “Baste decir que un vehículo actual emite un tercio menos de CO2 y un 85% menos de NOx que uno de hace sólo 10 años. Y hay que recordar que la edad media del parque de turismos en España es de 12 años. Nos encontramos hoy, por tanto, con un parque envejecido y que tiene un impacto negativo sobre las emisiones. Otro ejemplo: en Madrid circulan unos 400.000 vehículos diésel de más de 15 años. Si estos 400.000 diésel antiguos se sustituyeran por nuevos vehículos diésel Euro 6 (etiqueta C de la DGT), el impacto en la reducción de NOx equivaldría a retirar 2,6 millones de vehículos”, explica Adolfo Randulfe, portavoz de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones.

Este tipo de medidas de desincentivación están consiguiendo frenar la venta de coches diésel y que crezca la venta de gasolina y con ellos un aumento de las emisiones de CO2. Así lo afirma un análisis de la firma Jato Dynamics que estudia 23 mercados europeos para concluir que la media de emisiones de 2017 se coloca en 118,1 gamos de CO2 por kilómetro, tres décimas más que el año anterior. Lo cierto es que aunque estamos lejos de las 159,1 gramos por km de hace una década esta subida preocupa. La primera razón que explica estos datos es que se empiezan a vender más coches de gasolina que diésel y que los modelos híbridos y eléctricos todavía no se imponen como elección y esto va en contra de los objetivos de la UE que fijan un límite de emisiones de 95 gramos km para 2021. “Si queremos cumplir con los objetivos impuestos por Europa, el papel de los vehículos diésel es muy importante para lograrlo. De momento, el número de vehículos eléctricos, otro de los factores que pueden influir en este descenso, es todavía muy pequeño dentro del conjunto del mercado por lo que el papel de los coches diésel en importante para alcanzar esos objetivos”, opina Randulfe.

“La segunda razón es el incremento de ventas de los modelos SUV o todocaminos. Copan más del 30% del mercado europeo, son modelos de más peso y de mayor consumo y por tanto, emiten más. También hay que señalar la nueva homologación WLTP que entra definitivamente en marcha para todos los modelos a partir de septiembre de este año. Este nuevo certificado supone pruebas más duras para demostrar cuáles son las emisiones reales de los coches. El proceso es diferente al existente hasta ahora, se realizan más pruebas, los escenarios son más realistas, es decir, más parecidos a las situaciones de conducción real y se recorre más distancia. Desde el año pasado sólo era obligatorio para modelos nuevos. Desde el próximo septiembre lo será para cualquier coche que circule. Estas nuevas certificaciones van a suponer un ajuste en las emisiones y en la mayor parte de los casos se verá que son mayores”, explica Stefano Ricci, responsable de Jato para España.