Castilla y León
Se registran por primera vez más de cien parejas de águila imperial ibérica en Andalucía
Este especie está un pasito más cerca de salir de las listas de peligro de extinción. Sin embargo, se enfrenta a nuevas amenazas como los postes de la luz de MarruecoS
Este especie está un pasito más cerca de salir de las listas de peligro de extinción. Sin embargo, se enfrenta a nuevas amenazas como los postes de la luz de Marruecos
Más de cien parejas de Águilas imperiales Ibéricas nidificantes vuelan a día de hoy en Andalucía (88 en Sierra Morena; nueve en Doñana; cuatro en Cádiz y una en Jaén. Si la tendencia de recuperación se mantien durante seis años, este ave podría abandonar las listas de especies en peligro de extinción. Es una de las conclusiones del proyecto de «Seguimiento científico del Águila Imperial en el Espacio Natural de Doñana» que se han presentado esta semana en Doñana.
Actualmente se calcula que hay unos 575 ejemplares a nivel mundial. En España, esta especie se localiza en territorios de Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León, y se reparte en poblaciones de pequeño tamaño y desconectadas entre sí. Se considera que este tipo de distribución como inestable y el paso previo habitual en los procesos de extinción.
El águila imperial española se ha enfrentado a amenazas como la electrocución en tendidos eléctricos –principal problema de los años 90 cuando la población sufrió un dramático descenso hasta siete parejas nidificantes contabilizadas–, al veneno, la infertilidad, la desviación de sexos en favor del macho y la falta de conejos, su presa natural. Todo esto impulsó un programa de colaboración público privado entre la Junta de Andalucía, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la fundación Migres y la Fundación Banco Santander. Unas actuaciones en las que se ha invertido siete millones de euros y que han servido para asegurar el tendido eléctrico, arreglar nidos, anillar a los jóvenes ejemplares, etc. «Los resultados indican que la población del águila se mantiene estable o en ligero crecimiento», indica Eva Casado, directora de la Fundación Migres. Incluso se ha verificado una reconquista de sus antiguas rutas migratorias a través del estrecho. Unas zonas en las que se considera desaparecida la especie desde finales del siglo XIX. Este año de las 12 águilas monitorizadas, seis han cruzado hasta Marruecos y cinco han fijado su residencia temporalmente en el sur, en un área de gran concentración de ratas del desierto; la presa sustituta del conejo.
Estos viajes sirven para detectar un nuevo peligro. «La mortalidad de ejemplares por la electrocución en tendidos eléctricos, que acentúa el problema de su conservación», concluye Miguel Ferrer, coordinador del CSIC en Andalucía. Esta nueva amenaza y la falta de conejos hacen que sea necesario continuar el trabajo: «Hay que sensibilizar que un tesoro como el águila imperial es un bien para todos», afirma Borja Baselga, director de la Fundación Banco Santander.
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