Pacientes
«No hay que centrarse sólo en blanquear la piel, sino en los síntomas asociados a la psoriasis»
«Estamos investigando un fármaco en fase III para la enfermedad de Behçet que tiene pocos afectados en Europa»
«Estamos investigando un fármaco en fase III para la enfermedad de Behçet que tiene pocos afectados en Europa»
Con el objetivo de satisfacer las necesidades no cubiertas en patologías como la psoriasis, Celgene apuesta por la innovación en inmunología para cambiar el abordaje de esta enfermedad y mejorar de forma significativa la calidad de vida de los pacientes.
-¿Por qué una compañía como Celgene que, tradicionalmente, se ha dedicado a la oncología apuesta ahora por la inmunología?
-Lo que hay que entender es la enfermedad donde el paciente no está bien atendido, es decir, esas necesidades no cubiertas. Eso es lo más importante. Vamos a ir a esas patologías donde sucede esto. La compañía ha decidido apostar hacia las dolencias inmunoinflamatorias porque es donde hay necesidades no cubiertas. Un ejemplo de esa apuesta ha sido Otezla (comercializado como Apremilast), la primera inmunoterapia oral para la psoriasis y la artristis psoriásica.
-Apuestan por un producto en psoriasis cuando los biológicos tienen prácticamente todo el mercado cubierto.
-En la actualidad hay unos diez fármacos biológicos en el mercado, pero sólo representan al siete por ciento de los afectados. Consciente de esta situación, la compañía apostó por Apremilast que ayuda a regular la respuesta inmune causante de la inflamación de la piel y de las articulaciones. Todo ello con un perfil de seguridad muy bueno y una efectividad contrastada que se traduce, además, en la satisfacción del médico y del paciente.
-¿Confirma, por tanto, que en el campo de la inmunología es ahora el producto estrella de la compañía?
-Sí, o al menos es nuestro primer paso. Lo que la compañía está aprendiendo es la cantidad de pacientes que no están bien tratados en estas enfermedades. Ahora estamos investigado un fármaco en fase III para la enfermedad de Behçet, una patología rara que tiene muy pocos afectados en Europa.
-¿Qué papel va a jugar la franquicia de la inmunología en España?
-España es un país estratégico para la compañía. Disponemos en Sevilla del Instituto Celgene para la Investigación Translacional de Europa (Citre, en sus siglas en inglés). Además, hemos conseguido una autorización y, por tanto, un acceso rápido a los fármacos a nivel de comunidades autónomas y hospitales y vamos a estar a nivel hospitalario en términos de reembolso y distribución del medicamento. A esto hay que añadir la buena acogida por parte de los médicos y de los pacientes.
-¿Qué acuerdos de investigación están trabajando ahora en España?
-Vemos que hay mucho interés en la fase IV del producto. Hay teorías sobre qué pasa en la zona palmo plantar y en España tenemos ahora un centro va a hacer un estudio sobre esto. Es algo muy importante porque tenemos el PASI (índice de blanqueamiento de lesiones en la piel), pero lo que estamos buscado es comprobar y dar evidencia de lo que es la efectividad del producto de forma que los médicos puedan aprender cómo usarlo, en qué pacientes y no ir sólo al blanqueamiento de la piel, sino también a los síntomas asociados que, a veces, no se miden. Por ejemplo, una mujer en Inglaterra estaba encantada porque era la primera vez en diez años que, a pesar de su artritis psoriásica, se había podido poner su anillo de bodas y eso es algo que no se piensa, pero para esa persona lo fue todo. Eso no se puede medir en los ensayos clínicos, pero el médico lo ve en la consulta. Incluso, esa calidad de vida no lo toman en cuenta las autoridades sanitarias cuando se habla de este tipo de enfermedades.
-¿Cómo plantean el futuro de la inmunología?
-Según la planificación sabemos que inmunología va a representar un gran porcentaje de lo que hacemos en Celgene. Sabemos, por ejemplo, que vamos a tratar a más de 500.000 pacientes en Europa en 2020 y la inmunología representa un 60 por ciento de esos pacientes. Para nosotros es algo muy importante y sólo con Apremilast. Las líneas de futuro irán encaminadas hacia la enfermedad de crohn y la colitis ulcerosa, entre otros. Tenemos el enfoque puesto en dermatología, reumatología, gastroenterología y en los desórdenes fibróticos. Ahora estamos en fase III de un fármaco para la enfermedad de Crohn y todo apunta a que va a a establecerse como uno de los líderes dentro de estas enfermedades en el futuro.
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