Turismo
Atardeceres en Mallorca que son únicos: desde un cabo hasta un pueblo costero
Las puestas de sol durante la primavera tienen unos colores especiales, sobre todo al lado del mar Mediterráneo
En Mallorca, igual que en el resto de Baleares, el buen tiempo hace que los días ya tengan un sabor veraniego. La puesta de sol, sobre todo ahora, cuando los días ya son más largos, son ya especiales. La isla, con ambientes naturales muy diferentes, invita a acercarse al horizonte para ver paisajes que a veces son un espectáculo.
Sa Foradada, Deià
Es, quizá, el lugar más famoso para ver atardecer en Mallorca. Desde la finca de Son Marroig o el mirador que lleva al islote perforado que da nombre al lugar, el sol se despide con una estampa de postal. El color naranja tiñe los acantilados y las rocas con una intensidad que ha inspirado a artistas y poetas. Se recomienda llegar con tiempo para coger sitio y, si es posible, reservar en el chiringuito cercano, donde la puesta de sol se acompaña con música en directo.
Cap de Formentor
El punto más septentrional de la isla ofrece una panorámica impresionante. Los acantilados del cabo se alzan sobre el mar y, desde el faro, se puede ver cómo el sol se hunde lentamente en el Mediterráneo. El acceso por carretera tiene curvas pronunciadas, pero el paisaje compensa el trayecto. Conviene ir antes del cierre de la vía, ya que en temporada alta se restringe el tráfico en ciertos horarios.
Es Trenc
Una de las playas más populares de la isla, famosa por su arena blanca y aguas cristalinas, también regala una de las mejores puestas de sol de la costa sur. El cielo se tiñe de rosas y dorados mientras las olas rompen suavemente en la orilla. Es un plan perfecto para terminar un día de playa. Además, como está orientada al oeste, se puede ver el sol caer directamente sobre el mar.
Mirador de Ses Ánimes, Banyalbufar
Este antiguo torreón defensivo ofrece una vista única del sol ocultándose tras la costa norte. Situado en plena Serra de Tramuntana, el mirador combina historia, naturaleza y una de las luces más bonitas de la isla. Es un rincón más tranquilo que otros puntos turísticos, ideal para los que buscan una experiencia un poco más íntima.
Sant Elm
Desde este pequeño pueblo costero del suroeste se puede observar cómo el sol desaparece tras la isla de Sa Dragonera. La imagen de la silueta del islote recortada contra el cielo encendido es una de las más emblemáticas de Mallorca. Hay varios bares y terrazas frente al mar donde sentarse a contemplar el atardecer con una copa de vino o una cerveza bien fría.
Por lo que, de haber elegido Mallorca como destino vacacional o en caso de ser un residente que se ha quedado sin ideas, estos enclaves son un buen plan para descubrir o recordar lo bonita que es la balear.