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Guerra en Gaza

Las familias de los menorquines a bordo de la Flotilla pierden el contacto con ellos tras la intervención de Israel

El Ejército israelí irrumpió hace apenas dos días en los barcos que formaban la Flotilla con ayuda humanitaria para Gaza y detuvo a la tripulación, que llevaba casi un mes navegando

La tripulación de la Flotilla ante la irrupción del Ejército israelí Global Sumud Flotilla AFP

Las familias de los dos menorquines que viajaban en la Flotilla Global Sumud, con destino a Gaza, viven horas de gran incertidumbre tras perder el contacto con ellos durante la tarde de ayer, como ha informado el periódico local Menorca.info

El ejército israelí inició entonces las operaciones para frenar el convoy, que navegaba a menos de cien millas de la costa de la Franja con el objetivo de entregar ayuda humanitaria.

Desde el primer momento, las tripulaciones de las embarcaciones habían recibido una instrucción clara: arrojar los teléfonos al mar en caso de que las fuerzas israelíes abordaran los barcos.

La medida pretendía proteger tanto a los cooperantes como a la misión solidaria. Con la caída de la tarde, varios de los buques comenzaron a ser interceptados, aunque durante la noche se tuvo constancia de que algunas naves seguían su curso.

Últimas señales

Los activistas menorquines Lluís de Moner y Santi Oliver viajaban en barcos distintos. El último rastro de ambos se dio a través de las redes sociales poco después de las ocho de la tarde del lunes.

Horas más tarde, los sistemas de geolocalización indicaban que el Inana, la embarcación donde se encontraba De Moner, seguía avanzando hacia Gaza. Sin embargo, en la mañana de este martes esa misma señal aparecía ya como neutralizada y bajo control israelí.

En su última publicación en Instagram, De Moner compartió una grabación en la que se escuchaba cómo una patrullera israelí ordenaba al Inana modificar su rumbo y renunciar a llegar a Gaza. ´

Fotografía facilitada por la Coalición de la Flotilla de la Libertad (FFC), de la tripulación del buque Madleen, con destino a Gaza, sentada en la embarcación, con chalecos salvavidas y las manos en alto, en el Mediterráneo,este lunes. La FFC declaró que su barco civil, que transportaba un pequeño cargamento de ayuda humanitaria, fue interceptado por la fuerza por el ejército israelí en aguas internacionales el 9 de junio de 2025. Las autoridades israelíes informaron que se impidió a la flotilla romper el bloqueo de la Franja de Gaza y fue escoltada hasta el puerto israelí de Ashdod, añadiendo que se esperaba que sus pasajeros regresaran a sus países de origen.COALICIÓN DE LA FLOTILLA DE LA LIBERTAD EFE/EPA

Desde la cubierta, los cooperantes respondían que no darían marcha atrás y que su propósito era únicamente cumplir con la misión humanitaria de entregar suministros a la población palestina.

Por su parte, Oliver grabó un vídeo minutos antes de que su barco fuera alcanzado por las fuerzas israelíes. En la grabación explicaba que hasta una docena de embarcaciones militares se dirigían hacia ellos y reconocía la incertidumbre del momento.

“Quería despedirme y pediros que levantéis todo el ruido posible, pero no tanto por nosotros, sino para mantener el foco en lo que está ocurriendo en Gaza. Free Palestine!”, concluía el activista en lo que se convirtió en su último mensaje público.

Un convoy bajo vigilancia

La Flotilla Global Sumud está integrada por varias embarcaciones de pequeño y mediano tamaño, cargadas con material humanitario. Su objetivo declarado es romper el bloqueo a Gaza y visibilizar la situación de emergencia que atraviesa la Franja.

El viaje estaba siendo seguido en tiempo real por simpatizantes de la causa palestina en distintos países, que compartían la posición de los barcos en redes sociales hasta que el silencio comenzó a imponerse.

No es la primera vez que un convoy internacional intenta llegar a Gaza con suministros, aunque en la mayoría de ocasiones estas flotillas han sido interceptadas por el ejército israelí.

Denuncias de organizaciones por los DDHH

Algunas organizaciones de derechos humanos han denunciado que estas operaciones suponen una vulneración del derecho internacional y una forma de criminalizar la solidaridad. En esta ocasión, la presencia de dos activistas menorquines ha hecho que el episodio adquiera una especial relevancia en las Islas Baleares.

En Menorca, amigos, familiares y colectivos solidarios han expresado su preocupación por el paradero de los dos isleños y han exigido al Gobierno español que actúe para garantizar su seguridad. Mientras tanto, la incertidumbre aumenta y la atención internacional se centra en qué ocurrirá con los cooperantes interceptados, en un contexto ya marcado por la violencia en la región y la creciente tensión diplomática.