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Nuevo impulso a la eficacia, la honestidad y la ilusión

Nuevo impulso a la eficacia, la honestidad y la ilusión
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Tras el Congreso Nacional del Partido Popular, celebrado el pasado mes de febrero, corresponde ahora el proceso de renovación ideológica y de los órganos directivos a nivel regional. Ante este reto, me gustaría destacar la gran responsabilidad que asumimos todos los militantes, porque el resultado de nuestro trabajo marcará el futuro del Partido Popular, una organización fundamental en la consolidación de la democracia en España y que, una y otra vez, ha conseguido sacar a nuestro país de las crisis económicas y recuperar el empleo que otros no fueron capaces de proteger. La responsabilidad que asumimos nos obliga, por una parte, a construir un partido profundamente democrático, en el que los militantes sean lo primero y los que elijan de forma directa a sus representantes y, por otra, a que nuestra organización impulse, sin sombra de duda, las políticas económicas que generan inversión y empleo, gracias a una política fiscal incentivadora de la actividad.

El reto es más importante porque, en la actualidad, nos encontramos un escenario político novedoso y preocupante, en el que han surgido formaciones populistas que proponen y llevan a cabo, allá donde gobiernan, acciones peregrinas y muy negativas para nuestra sociedad. Igualmente, ha surgido en el escenario político madrileño otra formación con una ideología poco clara y cambiante que, en su búsqueda del centro y su propia identidad, unos días vota con los socialistas, otros con los populistas y, algún día, con el Partido Popular. Ante esta situación debemos presentar una alternativa que aporte sentido común, experiencia y que crea profundamente en la libertad.

Se ha avanzado mucho en los últimos años, pero es importante que nuestro partido sea completamente transparente, porque la transparencia es una vacuna eficaz para evitar la corrupción y las actuaciones desafortunadas. En esta misma dirección, se debe consagrar la completa honestidad de la organización y de cada uno de sus miembros. Para ello, tenemos otro buen remedio: la suscripción de estrictos códigos éticos por todos los dirigentes y responsables públicos.

Otro principio muy importante, en un momento en el que, por fin, hemos superado una larguísima crisis económica, es que nuestra formación política defienda unas políticas sociales que apoyen a las personas que siguen teniendo más carencias. Políticas que son plenamente compatibles con aquellas actuaciones que conducen al desarrollo económico y a la creación de empleo; puesto que la lucha contra el paro es la mejor política social.

La historia de España nos dice que el Partido Popular ha salvado dos veces del abismo al Estado del Bienestar, que tanto ha costado construir y que el PSOE, en ambas ocasiones, estuvo a punto de dinamitar. En coherencia con lo anterior, desde el Partido Popular de Madrid se deben seguir garantizando los servicios públicos de la sanidad, la educación, los servicios sociales y las prestaciones de empleo y pensiones, como auténticos derechos de los ciudadanos en los que, desde la eficiencia, debemos avanzar ininterrumpidamente, sin conformarnos con las altas cotas conseguidas.

Partiendo de la acreditada solidaridad con las demás regiones españolas y la defensa de los valores constitucionales y la unidad de España, el Partido Popular de Madrid debe perseguir que los alcaldes sean elegidos directamente por los vecinos, como instrumento para acercar las instituciones a los ciudadanos y fortalecer la democracia.

Además, se debe lograr un sistema de financiación local que aporte recursos suficientes a los ayuntamientos para que presten los importantes servicios públicos que le corresponden y, por supuesto, un nuevo sistema de financiación autonómico que elimine los perjuicios e injusticias que la Comunidad de Madrid lleva sufriendo en esta materia desde hace tanto tiempo.

Finalmente, el Partido Popular de Madrid debe abrirse a toda la sociedad, pateando las calles de los municipios, desde las grandes ciudades a los pueblos más pequeños, y utilizando los más modernos medios de comunicación y las redes sociales.

Por primera vez en la historia de nuestro partido el actual proceso de renovación se va a realizar aplicando el principio “un militante, un voto”. Esto es muy importante porque se trata de un modelo profundamente democrático y que reivindica que los afiliados del partido deban ser siempre lo primero. El resultado de ello ha sido un nivel de inscripción histórico para el Congreso Regional con casi 11.000 militantes interesados en participar en este proceso.

Estoy convencido de que este impulso de renovación va ser muy positivo para nuestros afiliados y toda la organización, para la vida política en Madrid y para todos los madrileños. El Partido Popular va a ser un referente de eficacia y honestidad; una organización, en suma, que, desde la máxima ilusión, va a tener la exclusiva finalidad de mejorar la vida de los madrileños y solucionar sus problemas.