Diez cosas normales en Castilla-La Mancha que en otros lugares no lo son

Castilla-La Mancha posee una identidad propia y especial, eso nadie puede negarlo. La belleza de esta región ha llegado a ser conocida en diferentes ciudades del mundo y no son pocos los que viajan desde diferentes lugares para visitarla, incluso para establecerse allí.

Los turistas de otros países suelen sorprenderse por algunas diferencias culturales que perciben en tierras castellanomanchegas, pero lo cierto es que una persona de cualquier otra parte de España también encontraría particularidades que parecen ser exclusivas de la comunidad autónoma.

La revista digital 'España Fascinante' ha hecho una recopilación de diez cosas normales en Castilla-La Mancha que en otros lugares de España no lo son. Aunque seguramente podrían ser muchas más, en este artículo te comparto diez de ellas.

Hacer una caldereta con amigos

Este tipo de reunión suele ser popular en pueblos y zonas rurales. Los vecinos aprovechan la ocasión para juntarse y preparar este guiso tradicional que lleva carne de cordero o cabrito y se cocina en una especie de caldera u olla grande, de ahí su nombre. Es muy popular en encuentros con amigos y familiares, ya que es un plato que se comparte en buena compañía y refleja la rica tradición culinaria manchega.

En Castilla-La Mancha los gigantes existen

La imagen de los "gigantes" está principalmente vinculada a los molinos de viento, debido a la novela Don Quijote de la Mancha, escrita por Miguel de Cervantes. La vista de estos enormes molinos en el horizonte, con sus aspas moviéndose al ritmo del viento, fue interpretada por Don Quijote con gigantes, lo que dio origen a una de las escenas más icónicas de la literatura española.

Ver a Don Quijote en todas partes

Don Quijote es uno de los personajes más emblemáticos de la región, creado por Miguel de Cervantes y considerado un símbolo de la cultura y la historia de Castilla-La Mancha. Su figura y su historia está tan arraigada en la identidad local que muchas personas sienten que su presencia está en cada rincón. Tanto es así que en muchas localidades de la región hay estatuas, monumentos y referencias a Don Quijote y su fiel escudero Sancho Panza, lo que refuerza esa sensación de que el caballero andante está en todas partes.

Beber zurra en las fiestas

La "zurra" o "zurracapote" es una bebida tradicional que ha conquistado los corazones de locales y visitantes por igual. Originaria de La Mancha, esta refrescante y aromática bebida es un auténtico tesoro culinario que se elabora a base de vino (tinto o blanco), frutas, agua y azúcar, y a veces también canela u otras especias. Es muy común beberla durante las festividades y celebraciones como San Mateo, en Cuenca, en las que se invita a los participantes a tomarla, aunque también se suele disfrutar en reuniones familiares y con amigos.

Tomar resolí después de comer

Este licor, típico de Cuenca, se toma generalmente para facilitar la digestión, disfrutar de un momento de relax y socializar con tu círculo social. Suele tener un sabor dulce y aromático, lo que la hace muy apreciada como digestivo después de una buena comilona. Esta costumbre refleja así la hospitalidad y el cariño por las tradiciones en la región.

Poner huevo frito encima del pisto

Es una costumbre muy propia de la región. Tanto es así que son pocos los restaurantes que no incluyen el huevo frito como ingrediente principal en este plato. Según algunos castellanomanchegos, es una forma de dar más sabor y color al pisto y así obtener una comida más rica y completa. Se cocina con cebollas, calabacines, tomates y pimientos a fuego lento. Todo un éxito para el que lo prueba, principalmente si lleva la deliciosa apuesta: huevo frito.

Hacer concursos de gachas

Esta actividad forma parte de algunas de las celebraciones de Castilla-La Mancha, que tienen como objetivo mantener vivas las tradiciones culinarias de la región. Los concursos de gachas permiten a los cocineros mostrar sus recetas de este plato tan característico de la tierra, así como sus habilidades y creatividad, además de fomentar la convivencia y el orgullo por la gastronomía local. Una ocasión perfecta que se basa en reunirse y disfrutar, sin tener en cuenta quien ganará.

Bailar manchegas

Cuando hablamos de manchegas o seguidilla manchega, hacemos referencia a la música, canción y baile popular propio de Castilla-La Mancha. Su origen data en el siglo XV, en La Mancha, de ahí su apellido. Estas composiciones se han transmitido generación tras generación desde hace más de 500 años y, en la actualidad, siguen muy arraigadas a la cultura castellanomanchega. De hecho, ver a los manchegos bailándolas es algo muy fácil de ver en fiestas, actos culturales, escuelas de danza y en grupos folklóricos.

Lucir el traje regional manchego

El traje manchego es una expresión de la rica tradición de la región, que ha sido transmitida a través de generaciones. Al usar el traje, se honra el patrimonio cultural de la comunidad, conectándose con la historia y las costumbres de la zona. Es por ello por lo que se utiliza en eventos importantes como bodas, celebraciones religiosas o festividades regionales, pues da un toque de tradición y solemnidad y, además, sirve para que los habitantes de la región se identifiquen con su cultura y patrimonio.

Meter seis palabras en una

Lo que para cualquier español sería "en la casa de la abuela" para un castellanomanchego podría ser "ancalabuela". Y se queda tan ancho. Como con esa expresión con otras tantas. Esto refleja una amplia capacidad lingüística, ya que son capaces de convertir seis palabras en una sola. Aunque pueda sonar algo raro para un ciudadano de otra región, es algo habitual en algunas zonas del territorio.