Diez sorprendentes lugares en Castilla-La Mancha que quizá no conocías

En los cerca de 80.000 km² que abarca Castilla-La Mancha, destacan los emblemáticos molinos de viento y los vastos paisajes de llanura, cubiertos de campos de cereales, olivares y viñedos. Sin embargo, más allá de esta imagen tradicional, la región ofrece un escenario ideal para explorar pueblos con un rico patrimonio, yacimientos arqueológicos y rincones llenos de historia.

Esta riqueza cultural y paisajística no solo enriquece la experiencia del visitante, sino que actúa como un motor clave para el desarrollo del turismo en la región, atrayendo a viajeros interesados en el arte, la tradición y el pasado de España. Y en ese impulso del turismo, la Diputación de Toledo desempeña un papel clave dentro de la provincia.

Aunque sus acciones están centradas en Toledo, el modelo de promoción y desarrollo turístico de la Diputación sirve como ejemplo para otras provincias y contribuye al posicionamiento conjunto de Castilla-La Mancha como un destino atractivo. Entre otras cosas, por su riqueza patrimonial y cultural, el auge del turismo rural y su apuesta por la sostenibilidad y la innovación tecnológica. Para adentrarse en su legado, no hay mejor manera que visitar en un viaje a Castilla-La Mancha estos diez lugares esenciales.

Parque Minero de Almadén

Un recorrido fascinante por una de las minas más antiguas del mundo, en desuso desde 2003, permite descubrir los secretos del Parque Minero, declarado Patrimonio de la Humanidad. La visita incluye un descenso de 50 metros por el pozo de San Teodoro para explorar galerías y estructuras históricas de los siglos XVI y XVII, como la Galería de Forzados, el Pozo de San Andrés o la Ermita de la Virgen de la Mina.

Destaca el malacate de San Andrés, un torno del siglo XVIII utilizado para extraer mineral, y en el exterior, los Hornos de Aludeles o de Bustamante, construidos en 1720. Una experiencia única que une historia, ingeniería y patrimonio.

Parque Arqueológico de Recópolis

El conjunto lo integran los yacimientos arqueológicos de la antigua ciudad visigoda de Recópolis y la ciudad andalusí de Zorita, que más tarde se transformó en castillo. Ambos se encuentran a apenas 1,5 km de distancia entre sí, junto a la ribera izquierda del río Tajo, en el término municipal de Zorita de los Canes (Guadalajara).

El Centro de Interpretación, situado en la carretera que conduce al cerro donde se ubican las ruinas, ofrece toda la información necesaria para entender la historia y el contexto del lugar. Cuenta con una zona expositiva, sala de proyecciones, área de descanso, tienda y merendero para los visitantes.

La Motilla del Azuer

La Motilla del Azuer, ubicado en ell municipio castellanomanchego de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real, constituye el yacimiento más representativo de la Edad del Bronce en La Mancha (2200-1300 a.C.), dentro de una tipología de asentamiento único en la Prehistoria, las motillas.

Emplazado en la vega del río Azuer que le da nombre, este singular y monumental yacimiento arqueológico, se ubicaba controlando y explotando un amplio territorio que permitía el acceso a recursos agropecuarios, y al abastecimiento del agua, preciado y necesario recurso captado desde el nivel freático, en lo que hasta la fecha es el pozo más antiguo de la Península.

Alcaraz

Situada en la ladera del Cerro de San Cristóbal, es una localidad albaceteña con huellas medievales, aunque su mayor esplendor lo alcanzó en el Renacimiento. Su plaza Mayor, presidida por las torres renacentistas de la iglesia y del Tardón, es obra del arquitecto Andrés de Vandelvira y constituye su imagen más reconocible. La iglesia de la Santísima Trinidad, con elementos góticos y esculturas policromadas, y numerosos edificios históricos como la casa de los Galiano, el convento de San Francisco o el Santuario de Nuestra Señora de las Cortes, enriquecen su patrimonio.

En las afueras, el Castillo de Alcaraz -casi en ruinas- ofrece panorámicas espectaculares y recuerda su importancia estratégica tras la conquista por Alfonso VIII en 1213. Además, el cerro de Santa Bárbara alberga el monumental Sagrado Corazón de Jesús (1956), visible desde kilómetros. Todo ello enmarcado por la Sierra de Alcaraz, parte de las cordilleras Béticas.

Illescas y sus cinco Grecos

En la localidad toledana de Illescas, con unos 30.000 habitantes, El Greco dejó uno de sus legados más importantes en España: cinco obras que, tras 400 años, aún se conservan en el lugar para el que fueron creadas, el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad. Allí se encuentran el altar mayor y los óleos San Ildefonso, La Virgen de la Caridad, La Coronación, La Anunciación y La Natividad, acompañados por otros tesoros artísticos como esculturas, mantos, tallas y pinturas.

El Santuario, que alberga un órgano del siglo XVII, está junto al antiguo Hospital fundado por el cardenal Cisneros en 1500. Todo el conjunto forma un destacado ejemplo del Renacimiento toledano, con influencia clasicista y construcción en ladrillo, característico de la arquitectura local.

Uclés

Uclés es una localidad ubicada en la provincia de Cuenca, exactamente en las laderas de la Sierra de Altomira, en un entorno típico de la Mancha Alta conquense, con cultivos de cereal y girasol. Su casco urbano se adapta al cerro donde se alzan los restos del castillo árabe y el monasterio. De la antigua fortaleza medieval se conservan algunas torres, tramos de muralla y la Puerta del Agua.

La villa combina elementos castellanos con influencias árabes, judías y cristianas, visibles en sus casas señoriales y su arquitectura. Entre sus edificios civiles destacan el Pósito, el Ayuntamiento, la Ermita y la Fuente de los Cinco Caños. En los alrededores se pueden visitar parajes históricos y naturales como el Sepulcro, la Fuente de los Cuernos o el paseo de las huertas.

Molina de Aragón

Situada al noreste de la provincia, esta localidad guadalajareña destaca por su riqueza monumental y su pasado medieval. Su muralla, con numerosas torres defensivas, envuelve el castillo ubicado en una ladera sobre el valle. Del castillo interior, que llegó a tener ocho torres, aún se conservan cuatro en buen estado, unidas por un adarve almenado. Entre sus principales monumentos está el Monasterio de San Francisco, fundado en el siglo XIII, que hoy alberga una residencia de mayores y parte del Museo Comarcal de Molina de Aragón. El casco histórico conserva el barrio judío y el de la morería, separados por el río y unidos por el Puente Románico, uno de los símbolos de la villa.

Su patrimonio religioso incluye templos de distintos estilos: el románico de Santa Clara, el renacentista San Pedro con su espadaña mudéjar, el neoclásico convento de San Francisco y la reconstruida Santa María la Mayor. Además, varios palacios como el de los Molina o el del Obispado recuerdan la grandeza de la ciudad a través de sus escudos.

La Sierra de San Vicente

La Sierra de San Vicente, ubicada al noroeste de la provincia de Toledo y limítrofe con Madrid y Ávila, es una pequeña cadena montañosa entre los ríos Tiétar y Alberche. Da nombre a una comarca rural compuesta por una veintena de pueblos que están recuperando su vitalidad gracias al turismo rural, centrado en la naturaleza y el descanso. Con alturas que rondan los 1.300 metros y un microclima templado, la sierra destaca por su riqueza en plantas medicinales, su apicultura y su biodiversidad, donde habitan especies como el buitre negro, el águila imperial o el lince.

La vegetación mediterránea es abundante, con castaños, encinas, alcornoques y enebros. Su historia se entrelaza con leyendas sobre santos y figuras como Viriato, y su entorno natural, junto con sus pintorescos pueblos y tierras de cultivo, le otorgan un encanto singular. La comarca ofrece la posibilidad de recorrer la Senda Viriato (GR), una ruta de gran recorrido que conecta todos sus municipios a través de paisajes singulares y sorprendentes. Cada pueblo aporta un valioso patrimonio histórico y etnográfico.

Yacimiento de Noheda

El yacimiento de Noheda, una antigua villa romana datada entre el siglo I a.C. y el VI d.C., se encuentra a unos 18 km de Cuenca, cerca de otras ciudades romanas como Segóbriga, Ercávica y Valeria. Está situado en las afueras de la pedanía de Noheda, dentro del municipio de Villar de Domingo García, en un terreno en ligera pendiente entre el arroyo Chillarón y la Cuesta de las Herrerías.

Este sitio es famoso a nivel internacional por conservar uno de los mosaicos figurativos más impresionantes del Imperio Romano. Los restos encontrados pertenecen a un lujoso edificio de la villa rural tardorromana. Junto al yacimiento, el Centro de Interpretación ofrece una visión completa del contexto histórico y social de la villa. A través de paneles informativos, recreaciones y espacios temáticos, los visitantes pueden conocer más sobre la vida cotidiana en época romana y entender el valor y la función de esta importante villa en su tiempo.

Batalla de Almansa

El 25 de abril de 1707 tuvo lugar en Almansa una batalla decisiva que marcó el final de la Guerra de Sucesión Española, conflicto que enfrentaba a las casas de Austria y Borbón, con el apoyo internacional de potencias como Inglaterra y Francia. La victoria en esta contienda significó el ascenso de Felipe V y el inicio del dominio borbónico en la Corona española.

Frente al castillo de Almansa, en la Oficina de Turismo, se encuentra el Museo de la Batalla de Almansa, que ofrece un recorrido por este episodio histórico a través de tres salas con paneles explicativos, pantallas interactivas y material audiovisual. Armas, cañones, pinturas y objetos originales permiten conocer de cerca cómo se vivió este momento clave. Además, se organizan visitas guiadas por el antiguo campo de batalla, recorriendo siete kilómetros para entender mejor el desarrollo del combate. Cada mes de abril, se celebra una recreación histórica que revive la batalla en su aniversario.