Valladolid

Manos Unidas Valladolid destinará este año 550.000 euros para luchar contra la pobreza

La oenegé católica invita a los vallisoletanos a participar en el Ayuno Voluntario del viernes en colegios como el Amor de Dios o Juan XXIII

José María Borge, presidente de Manos Unidas Valladolid, durante una comida solidaria en la parroquia vallisoletana de Peñafiel
José María Borge, presidente de Manos Unidas Valladolid, durante una comida solidaria en la parroquia vallisoletana de PeñafiellarazonLa Razón

Valladolid es una de las Diócesis españolas que cada año más se implica en la lucha contra la pobreza, el hambre o las enfermedades, así como frente al deterioro medioambiental del planeta en los países más vulnerables.

Y este año, en su ya tradicional campaña, Manos Unidas Valladolid tiene previsto destinar 550.000 euros -casi 80.000 más que en 2019- a distintos proyectos de desarrollo relacionados con la Educación, la Sanidad, el abastecimiento de agua, el campo o la promoción las capacidades de la mujer en países con dificultades como India, Marruecos, Burkina Faso, Angola, Perú o El Salvador, según avanza a LA RAZÓN José María Borge, presidente de esta oenegé católica en Valladolid. Así, con la llegada de este mes de febrero, Manos Unidas vuelve a movilizarse para denunciar una vez más el consumismo, la cultura del derroche o el daño que el cambio climático está produciendo al planeta y que está perjudicando sobremanera a estos países menos desarrollados.

Bajo el lema «Quien más sufre el maltrato al planeta no eres tú», la campaña se ilustra con una imagen de una mujer de un país subdesarrollado en un campo repleto de desechos y con una fábrica humeante al fondo, para concienciar de que la contaminación, el agotamiento de recursos, la deforestación o la pérdida de biodiversidad provocan hambre y pobreza en el mundo.

Este viernes, la oenegé llevará a cabo un Ayuno Solidario en varios colegios de Valladolid y provincia como el Amor de Dios, el Juan XXIII o Nuestra Señora De La Consolación, conocido como las Agustinas, donde alumnos, padres y profesores aportarán una cantidad voluntaria de dinero por un bocadillo. Y el domingo, además, todas las parroquias y templos vallisoletanos realizarán una colecta para recaudar fondos y destinarlos a estos proyectos de desarrollo mencionados anteriormente. «Tenemos que movernos, salir a la calle y pedir ayuda, pero también para sensibilizar y concienciar de que nos estamos cargando el planeta con nuestra forma de vida. No nos queda otra, porque mucha gente, aunque conoce la realidad, luego no la lleva a la práctica, no compra con arreglo a lo que va a consumir y se sigue tirando mucha comida», asegura Borge, convencido de que, «como siempre», los vallisoletanos demostrarán su solidaridad.