La Diputación de Burgos arrancó este año con 9,2 millones de superávit

Buenas noticias para los burgaleses que viven y trabajan en el medio rural. Y es que tras liquidar el presupuesto de 2019, la Diputación de Burgos cuenta con un superávit de 9,2 millones de euros, después de que se ejecutaran 92,5 millones de euros de un presupuesto de casi cien millones. Un dinero que permitirá a la institución provincial que preside César Rico llevar a cabo nuevas e importantes inversiones este año, como por ejemplo actuaciones sostenibles en el Monasterio de San Salvador de Oña o en el centro de recepción de visitantes de Clunia, entre otras.

“La situación de la Diputación de Burgos es muy, muy buena”, destacaba, satisfecho, César Rico mientras informaba a los medios sobre esta liquidación presupuestaria de 2019 que, además, cumple el principio de estabilidad que marca la ley, del 2,8 por ciento.

Si bien, el presidente de la institución provincial, que comparecía junto al diputado de Hacienda, Ángel Guerra, advertía de que para poder llevar a cabo estas inversiones ahora es necesario que el Gobierno de España “cumpla también su tarea” y prolongue el dinero en el que se establece el listado de las inversiones sostenibles que está prorrogado y que está supeditado al Ejecutivo central.

Igualmente, Rico hacía suya la petición de la Federación Española de Municipios y Provincias (FRMP), para exigir al Gobierno de Pedro Sánchez que la regla de gasto se compute con el presupuesto inicial y no con el presupuesto ejecutado, así como la posibilidad de que los ayuntamientos puedan aplicar el superávit sin restricciones.

Pago a proveedores en 11 días

Otro de los datos positivos es que la Sociedad para el Desarrollo de la provincia de Burgos (Sodebur) también ha empezado este año con superávit presupuestario por valor de 262.607 aunque no se puede decir lo mismo de otra de las entidades autónomas de la institución provincial, como es el Instituto para la Juventud y el Deporte, que presenta un déficit de casi 258.000 euros debido a la transferencia que a finales del pasado año se hizo a la Diputación para afrontar los gastos de más del capítulo de Personal y en materia de ayuda a domicilio, además de hacer frente a los contratos de la organización de la Vuelta a España.

Sobre este asunto, César Rico aseguraba que este “pequeño desajuste” no supondrá inconveniente alguno porque se ajustará en el presupuesto de 2020.

Finalmente, el presidente de la Diputación burgalesa destacaba que, a fecha de 31 de diciembre de 2019, la deuda se ha amortizado también en un 36 por ciento de los recursos ordinarios y que los proveedores están cobrando las facturas a una media de 11,32 días.