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Aemet prevé una Semana Santa de altas temperaturas pero con chubascos

La Agencia emite 149 avisos amarillos y 29 naranjas en la Comunidad en lo que va de año

El delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, y el de la Aemet en Castilla y León, Juan Pablo Álvarez, visitan las instalaciones autonómicas
El delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, y el de la Aemet en Castilla y León, Juan Pablo Álvarez, visitan las instalaciones autonómicasRubén CachoIcal

Tendremos buen tiempo en Semana Santa. Al menos, eso se desprende de las declaraciones del delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla y León, Juan Pablo Álvarez, quien previó unos días en los que prevalecerá la tendencia de altas temperaturas en la Comunidad, aunque destacó que se cuenta todavía con datos muy provisionales, por lo que podría cambiar a medida que se acerque la Semana de Pasión.

Además, y aunque no existe una tendencia a que se den precipitaciones por el momento, «podría ocurrir que aparecieran chubascos con poca opción de preverlos con antelación», explicó Álvarez.

Así se manifestó durante una visita del delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, a las instalaciones de Valladolid para conocer de cerca el funcionamiento.

En este sentido, Izquierdo puso en valor el servicio público que realizan los profesionales en estos organismos del Estado que vigilan la seguridad de la ciudadanía y tienen una gran responsabilidad sobre el bienestar y tranquilidad de la población, «que debe confiar y valorar en su justa medida el papel que desempeñan, previniendo y advirtiendo de fenómenos meteorológicos adversos» sobre los que se toman decisiones vitales en relación a la seguridad vial.

Además, Álvarez ofreció datos sobre el comportamiento del tiempo en lo que va de año y detalló que el número de avisos emitidos desde la Aemet han sido de 149 en el caso de los amarillos, que suponen un leve riesgo, y 29 naranjas, amenaza media.

La mayoría de los avisos, casi el 90 por ciento, se debió a rachas máximas de viento (borrascas Gloria, Jorge y Karine) y, en concreto, los naranjas correspondieron a este fenómeno meteorológico, mientras que el resto, los amarillos, se dieron por nieve y temperaturas mínimas, aunque son pocos si se compara con los años anteriores.