Valladolid
Valladolid, motor de la imprenta en España
La Casa Revilla acoge una interesante exposición que recorre la tradición tipográfica de la capital vallisoletana desde el siglo XV y hasta bien entrado el XX
La Casa Revilla de Valladolid acoge hasta el próximo 19 de julio una interesante y divulgativa exposición sobre la tradición tipográfica de la ciudad, motor de la imprenta en España desde el siglo XV y hasta casi el XX tras recoger el testigo del Sinodal de Aguilafuente, primer libro impreso en nuestro país en la provincia de Segovia.
La concejal de Cultura y Turismo, Ana Redondo, inauguraba este miércoles esta muestra junto al etnógrafo Joaquín Díaz, la primera que se abre en la ciudad desde que comenzara la pandemia, que recorre a través de cerca de doscientos libros y numerosos documentos impresos los orígenes de la imprenta.
Una exposición que, además, recuerda y homenajea a los principales impresores, tipógrafos y litógrafos de Valladolid a lo largo de estos cinco siglos, como Francisco Fernández de Córdoba, Sebastián Martínez, Diego de Gumiel y, sobre todo, Arnao Guillén de Brocar en el siglo XVI, así como a imprentas familiares del XVIII como las de los Rueda, los Cepeda, los Figueroa, los Riego o los Santander, a los que habría que añadir también a la Casa Santarén o los apellidos de Miñón, Aparicio, Pastor, Rodríguez, Cuesta, Montero y Zapatero, propagadores de un incipiente periodismo a base de noticias, cultura e ideas políticas.
En palabras de Joaquín Díaz, esta muestra testimonia la hegemonía impresora a la que contribuyó Felipe II en 1583 con la concesión a la catedral de Valladolid del privilegio para la impresión y venta, de forma exclusiva, de una cartilla de educación infantil de la que se llegaron a tirar “más de setenta millones de unidades” hasta el siglo XIX. Un ejemplar cuyo original, denominado Cartilla de la Doctrina Cristiana, figura en entre los documento del muestrario que podrá visitarse y que incluye asimismo bandos, leyes, ordenanzas, anuncios, carteles, novenas, pliegos de cordel, textos escolares y memoriales de pleitos salían de esos establecimientos tipográficos junto a proclamas políticas, revistas, periódicos, almanaques, guías, tratados de historia, investigaciones académicas y repertorios musicales.
El recorrido se remonta hasta los orígenes de los talleres de imprenta en Valladolid, localizados en el siglo XV, así como la implantación de la Real Chancillería, la fundación del Colegio de Santa Cruz o el impulso que vivió la Universidad promovieron el desarrollo de la tipografía en nuestra ciudad durante esa centuria.
También repasa el periodo de decadencia atenaza al arte de la impresión en el siglo XVII bajo el reinado de Felipe III, con el traslado de la corte desde Valladolid en Madrid y cuando se decreta una Pragmática que prohíbe que ningún súbdito de la Corona de Castilla pudiera publicar fuera de ella.
Y llega hasta bien entrado el siglo XX cuando Valladolid protagonizaba la impresión de pequeños cuadernillos que resumían el argumento y destacaban las canciones más célebres de las zarzuelas y óperas chicas, distribuidos a un precio popular.
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