España vaciada
Jóvenes de Castilla y León piden en el Senado soluciones urgentes para frenar la sangría poblacional
Denuncian el “desinterés” e “inacción” política para revertir un problema que, según el colectivo, requiere de planes de empleo y vivienda juveniles así como de reindustrializar la Comunidad
La Asociación Jóvenes de Castilla y León ha sido protagonista este martes en la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico del Senado, de la mano de María José Pérez y Juan José Álvarez, quienes han expuesto las principales preocupaciones de los jóvenes de la Comunidad y los motivos del por qué se están marchando a otras zonas a labrarse un futuro ante la falta de oportunidades que encuentran aquí y que está provocando un paulatino despoblamiento de la Región, que parece no tener fin. De hecho, los últimos datos del INE del primer semestre del pasado año, revelan que Castilla y León ha perdido 10.000 habitantes entre enero y julio de 2020..
Por un lado, María José destacaba que en esta lucha contra la despoblación, “hay que tejer redes y crear comunidad”. En este sentido, explicaba que Jóvenes de Castilla y León es una agrupación de más de un centenar de integrantes que comparten un objetivo común: visibilizar, sensibilizar y buscar soluciones a la grave despoblación y migración juvenil de la comunidad autónoma. “Este es un problema que nos afecta a muchos, crecemos con la conciencia de tener que emigrar”, explicaba en su intervención.
En cuanto a las propuestas del colectivo, dieron a conocer el documento que han elaborado y presentado a la Junta para la futura ley de Dinamización Demográficaen la que está trabajando el Gobierno autonómico. Un texto que consta de medio centenar de medidas que buscan el impulso de la economía, la potencialización de sectores estratégicos como el agrario, la fijación de población joven, el blindaje de servicios básicos o mejoras en la gestión del territorio.
Juan José, por su parte, instaba a “reindustrializar” cuanto antes Castilla y León “para poder frenar la sangría poblacional” y ponía el acento en la industria agroalimentaria y los sectores logístico, energético o farmacéutico, en los que hay que redoblar esfuerzos y potenciar para conseguir crear empleo y riqueza y, por ende, fijar y atraer población.
Asimismo, incidía en que esto no será posible sin una red de infraestructuras básica:conexión de internet de alta velocidad en todo el territorio, una red de carreteras digna y la recuperación de las conexiones ferroviarias que, en los últimos años y especialmente con la crisis del coronavirus han desaparecido, limitando así la conectividad de áreas rurales.
También denunciaba que la “falta de infraestructuras” es prueba “irrefutable del “desinterés político” por Castilla y León”. En este sentido, denunciaba que este territorio es el que tiene más “zonas blancas” de todo el Estado, ya que el 23 por ciento de sus habitantes, más de medio millón de personas, vive en un municipio donde no hay ningún operador que ofrezca Internet de banda ancha de 30 Mbps o más.
Autovía del Duero
“Así es imposible que las empresas compitan en igualdad de condiciones”, apuntaba. Igualmente calificaba como “marginación institucional” la gestión de la Autovía del Duero, “que estaba llamada a vertebrar Castilla y León de este a oeste y que cuenta con 30 años de retraso”.
Frente a ello, los jóvenes de Castilla y León creen que los fondos COVID representan una oportunidad única para “cambiar la tendencia económica y frenar el declive demográfico de Castilla y León”. “Debemos dar prioridad a los proyectos enclavados en las zonas que más lo necesitan y que están más golpeadas por la despoblación, como las provincias de Soria, Zamora, Palencia o León”, señalaba Juan José.
El colectivo busca revertir la situación actual de Castilla y León para “evitar que se cumplan las previsiones del Instituto Nacional de Estadística, que pronostica una pérdida de 239.000 habitantes en los próximos quince años. “Tres grandes crisis han golpeado especialmente a la juventud de la España Vaciada: la crisis del 2008, la demográfica y ahora la de la COVID”, recordaba María José.
Por ello, aseguraba que se trata de una generación “triplemente marcada” que necesita soluciones urgentes, entre las que citaba un plan de desarrollo económico centrado en la juventud que se dirija a población de hasta 35 años;estrategias de vivienda que hagan accesible su alquiler y compra; y planes inclusivos de retorno de jóvenes que contribuyan a un reequilibrio territorial, con objetivos específicos para personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social.
“Queremos unas condiciones de vida dignas y evitar que la comunidad se convierta en el geriátrico al aire libre más grande de Europa, porque sin jóvenes no hay futuro”, sentenciaban.
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