Economía
Las restricciones de la pandemia contraen el consumo de carburantes de automoción un 20,5% en Castilla y León
Rafael Pizarro advierte que están mucho peor que el año pasado y carga contra la gestión política “de la ocurrencia”
El consumo de carburantes de automoción (gasolina 95 y 98 y gasóleo A) se situó en Castilla y León en el año 2020 en 1,63 millones de toneladas, lo que supone un desplome del 20,5 por ciento respecto al año anterior, provocado por las restricciones de la pandemia.
Los datos que maneja la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES) , recogidos por Ical, constatan que el consumo de gasóleo A se situó en 1,41 millones de toneladas, con una merma del 20 por ciento, mientras que el de gasolina 95 y 98 alcanzó las 223.935, con un retroceso del 23,5 por ciento.
Todos los meses del año estuvieron marcados por un descenso en el consumo de carburantes, aunque los que coincidieron con el primer estado de alarma fueron los de un desplome más acusado. En concreto, la declaración a mediados de marzo del confinamiento generó una contracción ese mes del 26,8 por ciento del consumo, hasta las 120.446 toneladas. El mes de abril, fue el de peores resultados, con un desplome del 60,4 por ciento, hasta las 69.504; y en mayo el porcentaje negativo se situó en el 47,1 por ciento, con 93.809. Asimismo, en junio mermó el consumo de gasolinas 95 y 98 y gasóleo A un 25,5 por ciento, con 127.379 toneladas.
Por tipo de combustibles, en el caso del gasóleo A, los peores meses del año pasado coincidieron como no podía ser de otra forma con el primer estado de alarma y el confinamiento global. El desplome más acusado se dio en abril, un 57 por ciento con 64.799 toneladas consumidas; y en mayo, un 44,5 por ciento, con 85,166. en el caso de las gasolinas 95,y 98, se repite la secuencia, con una caída en el cuarto mes del año del 80,9 por ciento, y del 64 por ciento en el quinto, con consumos de 14.705 y 8.643 toneladas, respectivamente.
El camarote de los hermanos Marx
El vicepresidente y portavoz de la Agrupación de Vendedores al por menor de carburantes y combustibles de Castilla y León (Avecal), Rafael Pizarro, denunció que el sector “está muchísimo peor” que el año pasado y constató que la caída de ventas en 20 puntos se vio compensada por los primeros meses del ejercicio, cuando había una “actividad importante”.
Pizarro incidió en que si quietas los dos meses y medio de inicio del año, ese porcentaje se hubiera disparado, y advirtió de que las “perspectivas” actuales “son más que preocupantes” porque “las ventas están totalmente desplomadas, porque no hay actividad económica entre provincias y afecta directamente al sector”. “Estamos muchísimo peor que el año pasado”, sentenció, para afirmar que hay estaciones que “ya están a punto de cerrar” y el sector “aguanta porque no le queda otra y lo hará todo lo que pueda”.
Este empresario recalcó que han sido solidarios frente a la pandemia y reprochó a las administraciones públicas que no hayan habilitado ni una sola ayuda para su superviviencia. Asimismo, cargó contra los dirigentes políticas nacionales y autonómicos porque “el barco va sin timón”, los datos “son demoledores” y “no ha dimitido nadie”. “Su gestión habla por si misma y lo pagamos todos, deben ser corresponsables pero la situación es de incertidumbre continua en función de la ocurrencia de cada día”, denunció. “El camarote de los hermanos Marx era una maravilla en comparación con esto”, sentenció.
Provincias
El consumo global de carburantes por provincias revela que todas sufrieron una contracción importante de la demanda, especialmente Burgos, donde se consumieron 234.075 toneladas de gasóleo A y gasolinas 95 y 98, que revelan una bajada del 28,3 por ciento respecto al año anterior.
Asimismo y siempre los datos que maneja CORES, el consumo de combustibles para automoción se redujo un 21,2 por ciento en Ávila, con 89.859 toneladas; y un 20,5 por ciento en Soria, en la media autonómica, con 85.934 toneladas.
Además, la merma de consumo en Segovia fue del 20,4 por ciento, y en Salamanca, del 20 por ciento, con 111.179 y 253.561 toneladas, respectivamente. Valladolid sufrió un descenso en el consumo de gasóleo y gasolinas del 19,5 por ciento, con 272.396 toneladas en 2020; mientras que León, vio un recorte del 18,3 por ciento, y Palencia, del 18,4 por ciento, con consumos de 288.227 y 109.189 toneladas, en cada caso. Zamora fue la provincia que experimento un menor descenso en el consumo de carburantes, con 193.422 toneladas y una bajada del 16 por ciento.
Por tipo de carburante, el consumo de gasóleo A bajó en Burgos (199.481 toneladas), un 28,9 por ciento; en Ávila (74.015), un 20,7 por ciento; en Segovia (93.758) y Soria (76.570), un 20 por ciento, ambas en la media autonómica; en Salamanca (226.641), un 19,1 por ciento; en Valladolid (229.422), un 18,9 por ciento; en León (199.481), un 17,8 por ciento; en Palencia (93.286), un 17,5 por ciento; y en Zamora (175.978), un 15,3 por ciento.
En cuanto a las gasolinas 95 y 98, los descensos de consumo fueron más pronunciados de media en la mayoría de los territorios, y bajaron en Salamanca (26.919 toneladas), un 26,3 por ciento; en Burgos (34.593), un 25 por ciento; en Soria (9.363), un 24,7 por ciento; en Ávila (15.844), UN 23,8 por ciento; en Palencia (15.902), un 23,3 por ciento; en Segovia (17.420), un 23 por ciento; en Valladolid (42.974), un 22,8 por ciento; en Zamora (17.443), un 22,5 por ciento; y en León (43.475), un 21,2 por ciento.
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